China prometió un plan de infraestructuras de ocho puntos como parte de su próximo objetivo quinquenal de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) en un reciente foro internacional celebrado en Beijing.
En el discurso de apertura del tercer foro de la BRI, pronunciado el 18 de octubre, el líder chino Xi Jinping hizo promesas de financiación por valor de 47,800 millones de dólares por parte de los bancos de desarrollo chinos, proyectos «pequeños pero inteligentes» que implican 100 laboratorios conjuntos y 100,000 oportunidades de formación para los países socios de aquí a 2030.
Sin nombrar específicamente a Estados Unidos, Xi afirmó en su discurso que China «se opone a la rivalidad geopolítica, la política de bloques, las sanciones unilaterales, la coerción económica y la disociación, y la interrupción de la cadena de suministro».
Los expertos sospechan que el BRI se está desmoronando, teniendo en cuenta la caída de la economía nacional y la serie de impagos inmobiliarios en China, ya que hasta el 40 por ciento de los préstamos bancarios en China están asociados al sector inmobiliario.
Sin embargo, los expertos advierten que las continuas promesas grandilocuentes de gasto suntuario de Xi envían una señal preocupante al pueblo chino.
Una década de las deudas trampa
Este año se cumple el décimo aniversario de la BRI desde su lanzamiento en 2013, con la pretensión de mejorar la conectividad y la cooperación a escala transcontinental.
Tras una década de cooperación internacional, la BRI se ha enfrentado a importantes controversias, principalmente relacionadas con la participación de Beijing en la exportación de la corrupción, la diplomacia de las deudas trampa y la explotación laboral.
Cheng Chin-mo, catedrático del Departamento de Política y Economía Globales de la Universidad Tamkang de Taiwán, comentó que la cumbre de la BRI es más bien imagen y propaganda para el público nacional, ya que muchos proyectos de la BRI han terminado sin completarse y han provocado fuertes deudas para los países receptores. «Para muchos países en desarrollo, la BRI se ha convertido en una pesadilla», afirmó Cheng.
Puso como ejemplo el accidentado gabinete del ex primer ministro Najib Razak de Malasia. En mayo de 2018, Najib fue destituido y acusado de un escándalo de corrupción multimillonario relacionado con el fondo de desarrollo del país conocido como 1MDB (1Malaysia Development Berhad). Se creía que China se aprovechaba del corrupto régimen malasio para impulsar su BRI.
Anteriormente, el Wall Street Journal expuso pruebas como actas de una serie de reuniones en las que funcionarios malasios sugerían a sus homólogos chinos que China financiara proyectos de infraestructuras en Malasia a costes inflados. Esto implicaba que el dinero extra podría utilizarse para saldar las deudas de 1MDB.
Exportar la corrupción
Cheng afirmó que la BRI ha servido a los funcionarios corruptos chinos como mecanismo de blanqueo de dinero para canalizar su dinero corrupto hacia el extranjero.
En el discurso de Xi, China trabajará con sus países socios de la BRI para reforzar la construcción de plataformas de cooperación multilateral que abarquen múltiples campos como la energía, la fiscalidad, las finanzas, el desarrollo ecológico, la reducción de desastres, los grupos de reflexión, los medios de comunicación, la cultura y la lucha contra la corrupción.
Feng Chongyi, profesor asociado de Estudios sobre China en la Universidad Tecnológica de Sídney, señaló que cuando se trata del Partido Comunista Chino (PCCh), la afirmación debe interpretarse a la inversa. Es decir, cuando se habla de formación anticorrupción, en realidad se trata de «extender la corrupción», dijo Feng.
En su opinión, la década de la BRI ha provocado directamente la caída de la economía y la crisis de la deuda en China. «Las empresas estatales y centrales que participan en los proyectos de la BRI tienen que sobornar a los funcionarios locales, y estos proyectos se llevan a cabo mediante prácticas corruptas. El coste de cada proyecto se infla para beneficiar a los funcionarios corruptos», afirmó.
La corrupción es un problema rampante en muchas naciones africanas, donde se han denunciado numerosos proyectos inacabados asociados a la BRI.
En Kenia, por ejemplo, una línea construida por China desde la costa hasta Uganda en 2017 terminó abruptamente en un pueblo remoto, a unas 75 millas al oeste de la capital keniana de Nairobi después de que Beijing se retirara.
China es el mayor acreedor externo de Kenia, con alrededor del 22 por ciento de la deuda externa del país a diciembre de 2018, según datos del Tesoro Nacional de Kenia, informó el Taipei Times.
Pilar de apoyo a los terroristas
Su Tzu-yun, director del Instituto para la Seguridad de la Defensa Nacional de Taiwán, declaró a The Epoch Times en el idioma chino que la BRI, aunque presenta una fachada económica, en realidad alberga estrategias geopolíticas subyacentes que han sido realizadas por Occidente.
Muchos países de la UE mostraron una resistencia pasiva tras haber sido engañados por la BRI de China durante más de una década, y Hungría es el único país europeo que asistió al foro. «La BRI se ha convertido en una ‘vía de la deuda’, junto con la lucha económica que China mantiene consigo misma. Esta iniciativa está llegando clara y rápidamente a un callejón sin salida», afirmó Su.
El 17 de octubre, Xi se reunió con líderes de Indonesia, Serbia, Chile, Kazajstán, Hungría, Papúa Nueva Guinea y Etiopía, entre otros. El centro de atención entre los diversos dignatarios fue el Presidente ruso Vladimir Putin.
Cheng destacó la ironía de que uno de los asistentes fuera un alto cargo de los talibanes.
El ministro de Comercio en funciones de los talibanes, Haji Nooruddin Azizi, llegó a Beijing para el Foro BRI, según un informe de Reuters.
Anteriormente, en septiembre, el PCCh dio la bienvenida en los Juegos Asiáticos de Hangzhou a Bashar al-Assad, el dictador sirio que hizo desaparecer por la fuerza a decenas de miles de sirios y sumió a todo el país en una crisis humanitaria.
El PCCh dispuso aviones especiales para escoltar a al Assad dentro y fuera de Beijing. «Es realmente vergonzoso que el PCCh haya convertido a China en partidaria de terroristas», afirmó Cheng.
Haizhong Ning y Luo Ya han contribuido a este artículo.
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