El 24 de octubre, The New York Times publicó un artículo sobre The Epoch Times escrito por el columnista de tecnología Kevin Roose. El artículo fue publicado al día siguiente en la portada de la edición dominical del NY Times.
Roose trabajó en este artículo sobre The Epoch Times durante al menos ocho meses. Sin embargo, el resultado es decepcionante. En lugar de intentar dar una representación justa de The Epoch Times como un medio de comunicación en ascenso, Roose recurre a datos erróneos, insinuaciones, y tergiversaciones en un intento por difamar a un medio de comunicación que le hace competencia.
Asimismo, los comentarios previos hechos por Roose y el columnista de medios del New York Times Ben Smith (quien contribuyó al artículo de Roose) sobre The Epoch Times en redes sociales, en los que parecen comentar sobre un trabajo colectivo contra The Epoch Times, plantean interrogantes sobre la intención de este artículo (lea la sección «Sesgo personal» más abajo).
El elemento central del artículo es el aparente descontento del NY Times con el hecho de que The Epoch Times se ha convertido —en las propias palabras del NY Times— en «una de las editoriales digitales más poderosas del país». El artículo fácilmente podría haber sido escrito como una historia sobre el éxito de un grupo de estadounidenses de origen chino que atesoran sus derechos de la Primera Enmienda y han logrado desarrollar un gran medio de comunicación independiente.
Por el contrario, Roose se basa en palabras como «sigiloso» e intenta vincularnos a un medio de comunicación no relacionado, para así cuestionar la calidad de nuestro periodismo galardonado.
Roose discrepa particularmente con nuestra postura crítica hacia el Partido Comunista Chino (PCCh) y sus continuos abusos contra los derechos humanos. Él minimiza los relatos de los abusos que se están llevando a cabo, alegando que «viran hacia la exageración». Esta inusual defensa y apaciguamiento del PCCh es moralmente cuestionable. Durante años, el NY Times ha buscado tener un amplio acceso al mercado chino y ha aceptado millones de dólares en ingresos publicitarios por parte de medios de comunicación estatales chinos.
Datos erróneos y tergiversaciones
Roose incluyó una serie de datos notoriamente errados, a pesar de haber sido informado de su inexactitud antes de la publicación.
Por ejemplo, Roose escribe que «quizás el experimento más audaz fue un nuevo sitio de política de derecha llamado America Daily».
The Epoch Times no tiene ninguna conexión con este medio de comunicación, como se le señaló a Roose en respuesta a sus preguntas por correo electrónico.
El propio Roose no proporciona ninguna evidencia para respaldar esta afirmación, y en cambio apunta a un exempleado de The Epoch Times quien trabajó para America Daily. Sin embargo, esta vinculación se produjo luego de que este empleado dejara The Epoch Times; no tiene conexión con The Epoch Times.
No tiene sentido responsabilizar a The Epoch Times por las acciones de un exempleado que trabaja para otro medio de comunicación. Al mismo tiempo, esto muestra los extremos a los que llegó Roose para intentar dar una mala imagen sobre The Epoch Times al vincularlo a entidades no relacionadas.
En su artículo, Roose también usa insinuaciones para implicar que el crecimiento de The Epoch Times en Facebook fue de alguna manera el resultado de «granjas de clics» («click farms»). Sin embargo, el propio Roose no ofrece ninguna evidencia para tal afirmación. Como se le mencionó a Roose en un correo electrónico en respuesta a sus preguntas, The Epoch Times “utilizó las propias herramientas promocionales de Facebook para obtener un mayor número de seguidores orgánicos, no a través de ‘bots’ o ‘cuentas falsas’”, como Roose sugirió incorrectamente.
Roose también escribe en su artículo que The Epoch Times ha «sido uno de los promotores más destacados del ‘Spygate’, una teoría conspirativa sin fundamento que incluye la afirmación de que funcionarios de la administración Obama espiaron ilegalmente la campaña del Sr. Trump en 2016».
Esta es una tergiversación intencional de la cobertura de The Epoch Times sobre el tema de Crossfire Hurricane, la investigación del FBI de 2016. De hecho, The Epoch Times ha sido un líder en la cobertura del tema, la cuales ha sido citada por otros medios de comunicación —incluido The New York Times. Asimismo, el tema sigue siendo investigado por el fiscal federal John Durham.
Roose también afirma que «publicaciones y programas vinculados a The Epoch Times han promovido la teoría conspirativa de QAnon y han difundido afirmaciones distorsionadas sobre el fraude electoral y el movimiento Black Lives Matter». Nótese cómo escribe «publicaciones y programas vinculados a» The Epoch Times. Al no poder atacar directamente a The Epoch Times, Roose cita a estas entidades «vinculadas» sin siquiera decir a cuáles se refiere.
En realidad, The Epoch Times nunca ha «promovido la teoría conspirativa de QAnon» ni ha publicado información inexacta sobre «el fraude electoral y el movimiento Black Lives Matter».
Citas selectivas
En su artículo, Roose cita únicamente a exempleados descontentos para atacar a The Epoch Times, ignorando los comentarios positivos que hicieron los individuos entrevistados.
Por ejemplo, Roose entrevistó al disidente chino Guo Wengui para su artículo, pero sus comentarios no fueron incluidos. En un video de YouTube, Guo dice que le dijo a Roose (quien, según Guo, sugirió que el artículo sería sobre Guo, solo para luego hacerle preguntas sobre The Epoch Times durante la entrevista) que The Epoch Times es «excelente» y «brillante».
También elogió a The Epoch Times por su valiente cobertura sobre Hong Kong frente a la intimidación del PCCh.
“Yo los respeto mucho. The Epoch Times está parado en las calles de Hong Kong con sus cámaras, apuntando directamente al PCCh, transmitiendo en vivo. ¿Tú crees que eso es fácil?», dijo Guo que le dijo a Roose.
Guo también cuestionó a Roose: “¿Por qué no vas contra el PCCh? (…) ¿Qué tipo de medio de comunicación son ustedes?»
Ninguno de los comentarios de Guo se incluyeron en el artículo de Roose. ¿Es común que The New York Times solo incluya citas de personas que hablan negativamente sobre un tema que están cubriendo? ¿Cómo no es esto un ejemplo de un grave sesgo?
Sesgo personal
Los posteos de Roose en las redes sociales indican que ya tenía una opinión formada sobre The Epoch Times antes de informar sobre nosotros. En una serie de tweets ahora eliminados que publicó en noviembre de 2019, se burló de The Epoch Times y de su posición crítica sobre el comunismo.
En otra serie de tweets de diciembre de 2019, Roose y otros tres periodistas sugirieron que deberían haber recibido «una recompensa» por parte de Facebook por lograr que la compañía prohibiera los anuncios de The Epoch Times.
Roose se unió a la diversión al comentar: «Dios, a estas alturas todos nosotros tendríamos muchas casas de verano».
Si bien el tono de los tweets es jovial, tres de los cuatro periodistas —Roose, Smith y el reportero de NBC News Ben Collins— han estado involucrados en ataques públicos contra The Epoch Times. Smith también contribuyó al artículo de Roose.
El uso de «nosotros» por parte de Roose en este comentario, y el mero hecho de que periodistas de medios de comunicación de la competencia festejaran juntos un infortunio sufrido por The Epoch Times, plantea esta pregunta: ¿Han participado ellos en una campaña coordinada y premeditada contra The Epoch Times?
Más aún, ¿qué opinan los editores del New York Times sobre esta expresión de sesgo y posible colaboración?
Minimización de las violaciones de derechos humanos en China
En su artículo, Roose busca restarle importancia a la actual persecución contra la disciplina espiritual Falun Dafa en China. La persecución ha sido ampliamente documentada por grupos de derechos humanos y por organismos gubernamentales como el Departamento de Estado de Estados Unidos. En lugar de citar esta información disponible públicamente, Roose busca menospreciar estas violaciones de derechos humanos.
Roose también ignora la gran cantidad de evidencia que muestra que el PCCh mata a los prisioneros de conciencia, especialmente a los practicantes de Falun Dafa, para obtener sus órganos, y en cambio lo describe como una «acusación».
Esto favorece al Partido Comunista Chino, que durante años ha trabajado para influir en los medios de comunicación estadounidenses.
Artículos como este son extremadamente valiosos para el PCCh, ya que puede usarlos en sus estrategias de propaganda interna para justificar sus campañas de persecución. El propio NY Times tradujo al chino un artículo anterior sobre The Epoch Times escrito por Roose.
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