En octubre, mes de la sensibilización por el cáncer de mama, la revista especializada en oncología Cancer Discovery, publicó una investigación cuyos resultados echan luz a nuevos métodos para detectar de forma temprana este tipo de cáncer. La leche materna podría revelar información clave.
El equipo del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona, informó “por primera vez que el ADN tumoral libre de células [ctDNA] está presente en la leche materna [BM] extraída de pacientes con cáncer de mama”, y lo publicó en el abstract de un artículo con fecha del 5 de octubre, compartido por la Gaceta de la UNAM.
Los investigadores del VHIO analizaron muestras de leche materna de pacientes con cáncer de mama y en sus resultados encontraron “fragmentos de ADN (ácido desoxirribonucleico) de células tumorales que revelaban la presencia de cáncer de mama en la mujer”, detalló la publicación.
Todo comenzó cuando una mujer diagnosticada con cáncer de mama y embarazada por tercera vez entregó al VHIO su leche materna congelada 18 meses atrás. La había guardado antes de saber que estaba enferma y la acercó a este instituto porque temía haber contagiado de cáncer a su segunda hija durante la lactancia.
De acuerdo a la medicina no hay posibilidades de transmitir la enfermedad de este modo pero el equipo de investigadores analizó la muestra igual. Y esta decisión dio pie a una nueva investigación. Los resultados indicaron la presencia de cáncer de mama a través de la leche materna.
Trabajaron con 15 pacientes más y este segundo estudio terminó por confirmar el primer caso analizado. Lo cual indicaría que empieza a abrirse una línea de desarrollo en este sentido para poder detectar tempranamente el cáncer de mama durante el posparto.
Los programas para la prevención y detección temprana de este cáncer suelen sugerir la autoexploración de los senos y recomiendan la realización de mastografías a partir de los 40 años.
De acuerdo a la publicación de la UNAM, “los tumores de mama diagnosticados en el embarazo o el puerperio representan hasta 55 % de los que son confirmados en mujeres de menos de 45 años”.
Una cifra relevante para la detección temprana de este padecimiento dado que “según la evidencia, las jóvenes tienen mayor riesgo de padecer un cáncer de mama más agresivo y mortal”, expresó Aurora Martínez González, profesora de la materia de Lactancia Materna, en la Facultad de Medicina de la UNAM.
“A diferencia de una mastografía”, explicó Martínez González, “[que es] un método doloroso, o una biopsia, un procedimiento invasivo y caro que requiere anestesia para sacar tejido de la mama y analizarlo, si el estudio de leche materna se llega a concretar, aprovecharía un fluido corporal que sale naturalmente del organismo de las mujeres y que no implica ninguna molestia. Esto es muy importante”.
En México, el cáncer de mama es una de las enfermedades más frecuentes, representando el 15.3% de los casos, con casi 30 mil nuevos casos en el 2020; y la primera “causa de muerte en mujeres, con 7,931 fallecimientos”.
El mejor alimento
Cada vez se está teniendo mayor conciencia de la importancia de la leche materna. “Soy una apasionada de la lactancia y creo que si los humanos hemos logrado sobrevivir tanto tiempo y superar tantas enfermedades es porque tenemos una buena carga genética que se vio reforzada cada vez que mamá nos amamantó”, afirmó Martínez González.
Esta forma de alimentación natural es portadora de una sustancia que favorece la aniquilación de las células cancerígenas, conocida como Hamlet (Human Alphalactalbumin Made Lethal to Tumor cells, en inglés).
“Una vez que el bebé se alimenta con la leche de mamá y pasa por su tubo digestivo, esta sustancia se acidifica y destruye las posibles células cancerígenas que pudiera tener, pero no las normales. Esto ha ayudado a que muchos niños no desarrollen linfomas, retinoblastomas, tumores ni leucemia”, detalló la profesora de la UNAM.
Cuando una mujer es diagnosticada con cáncer de mama y está dando de amamantar, le suelen interrumpir la lactancia. Sin embargo, Martínez González consideró que “no tendría que suspenderse en un caso así, porque por medio de ella se pueden obtener muestras de leche y monitorear la enfermedad”, lo cual generaría un acopio de resultados de mayor volumen para las evidencias en los avances de la investigación.
Esta enfermedad es una de las principales causas de defunción en el mundo y ocupa “el quinto lugar de muertes en mujeres”, según una publicación del Instituto Mexicano del Seguro Social de 2022; con 2.3 millones de casos nuevos de cáncer de mama a nivel global, casi el 12 % de todos los cánceres. Todo avance en una detección temprana y lo menos invasiva posible puede ayudar a disminir los índices letales.
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