La cosecha se adapta al otoño como las calabazas a Halloween, y la luna llena de septiembre ha desempeñado un papel heroico en la construcción de muchas tradiciones y fiestas de la cosecha a lo largo de los siglos.

La luna llena más cercana al equinoccio de otoño, la Luna de la cosecha, se sitúa baja en el horizonte. Cuelga como una gigantesca linterna, pareciendo permanecer más tiempo del habitual para los agricultores en los campos. Para que puedan terminar de segar antes de las heladas.

Así era antes. Ahora llegará la Luna de la cosecha, y este año será una superluna, lo que hará que el cielo nocturno de otoño brille con más esplendor de lo habitual.

La Luna de la cosecha

Al atardecer, el 28 de septiembre, la luna llena saldrá por el este a las 21.30 h de su hora local. Pero no alcanzará su máxima iluminación hasta exactamente las 5:57 a.m. EDT del día siguiente. Así que, técnicamente hablando, cae el día 29.

En cuanto a su nombre festivo, la Luna de la cosecha obtuvo este apodo tradicional occidental por su papel en, bueno, la cosecha. A medida que se acortaban los días que precedían al invierno, los agricultores se esforzaban por recoger sus cosechas antes de que llegara el invierno.

Baja en el horizonte, la luna parecía merodear desafiando los propios ciclos lunares, ofreciendo unas horas más de iluminación para que pudieran trabajar hasta bien entrada la noche. Eran los días antes de que tuvieran electricidad, pero el nombre de Luna de la cosecha perdura hoy en día.

La Luna de la cosecha también es especial desde el punto de vista científico. A diferencia de otros nombres de luna, éste denota un acontecimiento astronómico; por definición, la Luna de la cosecha es la luna llena más próxima al equinoccio de otoño. El equinoccio de este año es el 23 de septiembre, a las 2:49 h EDT. La mayoría de los demás nombres de luna —salvo la Luna del cazador— están vinculados a su mes calendárico.

En ocasiones, las lunas llenas de octubre están más cerca de este acontecimiento astronómico, en cuyo caso son la Luna de la cosecha. ¿Qué ocurre con la luna llena de septiembre si ese acontecimiento cae en octubre? Adopta un nombre diferente: la Luna del maíz.

El final del verano y el principio del otoño corresponden a la cosecha del maíz en gran parte de Estados Unidos, de ahí que muchas tribus nativas americanas llamaran a la luna llena de septiembre por este cultivo indígena de grano. Se la ha llamado Luna del maicero y Luna del cazador de maíz, según almanac.com.

Hay más nombres nativos americanos para la luna llena de septiembre:

Luna de Otoño (Cree)
Luna de las hojas caídas (ojibwe)
Luna de las hojas que giran (anishinaabe)
Luna de las hojas marrones (Lakota)
Luna de las hojas amarillas (Assiniboine)

La Luna de la cosecha: ¿Una linterna del cielo?

La Luna de la cosecha emparejada con el equinoccio de otoño es más especial por su efecto de permanecer obstinadamente, de forma bastante audaz y observable, pareciendo retrasar la órbita misma de la luna.

La luna gira alrededor de la Tierra de oeste a este una vez al mes, de modo que la salida de la luna es un poco más tarde cada día, unos 50 minutos en promedio. Este retraso diario da lugar a los ciclos lunares, que van desde la luna llena hasta la luna nueva.

¡Qué extraño que este calendario lunar cambie ahora! Durante un breve periodo, unos pocos días durante el equinoccio, el retraso de la Luna disminuye a unos 20 o 30 minutos, dependiendo del lugar desde donde se mire. Las latitudes más altas presentan menos retraso, o incluso, sí, un estancamiento.

¿La razón? El fenómeno se ha denominado efecto de la Luna de la cosecha, y algunos lo atribuyen a un ángulo peculiar de la elíptica —ese vasto plano imaginario del sistema solar que tienden a seguir las órbitas de la Tierra, los planetas y la Luna— que sólo se produce durante los equinoccios. Sin embargo, a muchos expertos les parece incluso un misterio. ¿Un milagro de la cosecha, quizá?

En cualquier caso, hace que la luna se mantenga, de algún modo, o lo parezca, permitiendo que los agricultores terminen su trabajo mientras se acerca el frío del invierno.

Esto se aplica al hemisferio norte; al sur del ecuador, es otra historia. Las estaciones se invierten, el invierno tiene lugar durante nuestro verano y dicho efecto especial se produce durante el equinoccio de primavera de marzo, seis meses después.

Además de los efectos especiales, las Lunas de la cosecha pueden parecer más grandes y de color anaranjado, lo que se debe a que están cerca del horizonte. Eso puede crear la ilusión óptica de ser más grandes, mientras que la contaminación o el humo en la atmósfera pueden contribuir a un brillo festivo de color calabaza.

Una superluna de cosecha

Las viejas costumbres rurales de la sociedad hace tiempo que desaparecieron. Pero si los agricultores contemplan la Luna de la cosecha, puede que este año la encuentren más brillante de lo habitual. Eso se debe a que también será una superluna.

Las superlunas son lunas llenas que parecen más grandes y brillantes de lo normal. La órbita de la Luna es elíptica, no redonda, por lo que a veces está más cerca de la Tierra y otras más lejos. Cuando una luna llena está cerca del punto más cercano a la Tierra, o perigeo, se convierte en una superluna.

Puede que no note su mayor tamaño con sus ojos humanos desnudos (pueden parecer un 7% más grandes, según la NASA), pero a menudo son observablemente más brillantes (hasta un 16%). Esta Luna de la cosecha será la cuarta superluna consecutiva y la última de 2023.

En cuanto a dónde mirar, al salir por el este a las 21.30 h, su hora local, el 28 de septiembre, aparecerá en la constelación de Piscis, como la mayoría de las Lunas de la cosecha, según Earthsky.org. Sin embargo, esto no siempre es así; cada tres años, residen en Acuario. Y a veces, muy raramente, aparecen en la constelación de la ballena, Cetus.

Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí