La madre del hombre al que la policía disparó el fin de semana en una ciudad de Wisconsin, denunció enérgicamente los disturbios que se produjeron tras el tiroteo.
«Mi familia y yo estamos muy heridos y francamente disgustados», dijo Julia Jackson, la madre de Jacob Blake, el martes. «Y como su madre, por favor no quemen sus propiedades y causen estragos y derriben sus propias casas en nombre de mi hijo. No debéis hacerlo».
«La gente no debe hacerlo de todos modos, pero usar a mi hijo o al hijo de cualquier otra madre o padre, nuestra tragedia, para reaccionar de esa manera no es aceptable. Y no está ayudando a Jacob. No está ayudando a Jacob ni a ningún otro de los hombres o mujeres que han sufrido en estas áreas», añadió.
Jackson hizo dichas declaraciones durante una aparición en «CNN Tonight».
En una rueda de prensa para informar sobre el estado de evolución de Blake, Jackson dijo que vio el daño infligido por los alborotadores mientras atravesaba Kenosha.
«No refleja a mi hijo o a mi familia. Si Jacob supiera lo que está pasando —la violencia y la destrucción— estaría muy disgustado», dijo.
Jackson pidió a la gente que rezara y que todos examinaran sus corazones. Dijo que ha estado rezando por la curación del país.
«Somos Estados Unidos, ¿hemos estado unidos? ¿Entienden lo que va a pasar cuando caigamos porque una casa que está en contra de la otra no puede mantenerse en pie?», dijo a los periodistas.
«A todos los agentes de policía: rezo por ustedes y sus familias. A todos los ciudadanos, mis hermanos y hermanas negros y morenos, estoy rezando por ustedes. Creo que ustedes son seres inteligentes como el resto de nosotros, todos. Usemos nuestros corazones, nuestro amor y nuestra inteligencia para trabajar juntos, para mostrar al resto del mundo cómo se supone que los humanos deben tratarse unos a otros. Estados Unidos es genial cuando nos comportamos bien».
A Blake le dispararon en Kenosha, una ciudad a unas 40 millas al sur de Milwaukee.
Los agentes de policía respondieron a un incidente doméstico el domingo por la tarde. Según el audio del escáner de la policía, una mujer llamó al 911 para reportar que Blake estaba en su casa cuando se suponía que no debía estar, y dijo que había tomado sus llaves y no las devolvería.
Un operador alertó a los policías de la existencia de una orden de arresto por agresión sexual que había sido emitida contra Blake en julio.
Un video de la escena muestra a Blake luchando con los agentes antes de escapar y dirigirse a un vehículo que tenía tres niños dentro. Cuando se dirigió a la puerta del conductor y comenzó a alcanzar el interior, los policías le dispararon.
Blake fue trasladado rápidamente al hospital. Varios de sus familiares dijeron que actualmente está paralizado de la cintura para abajo.
«Va a hacer falta un milagro para que Jacob Blake Jr. vuelva a caminar», dijo el abogado Benjamin Crump a los periodistas en la rueda de prensa.
Debido a las heridas de bala, a Blake tuvieron que extirparle casi todo el colon y el intestino delgado. Sufrió daños en el riñón y el hígado y ya ha sido sometido a múltiples cirugías.
Los abogados de la familia Blake planean presentar una demanda civil.
Los policías involucrados fueron puestos bajo licencia y el Departamento de Justicia del estado está investigando el asunto.
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