Cuando Geri Morris se vio obligada a jubilar de la Greenville Housing Authority (GHA) de Greenville (Carolina del Sur), en 1998, estaba en la cima de su carrera en todos los aspectos: sueldo, responsabilidad, rendimiento y ética laboral, a menudo con jornadas de 12 horas y disfrutando cada minuto.
Su único «delito» era que había cumplido 79 años y alguien en la GHA decidió que debía jubilarse después de 31 años, a pesar de que la medida era ilegal.
«No se dio cuenta del poder que tenía para luchar contra la injusticia, así que no lo hizo», dijo su hijo, Henry J. Morris, en una entrevista con The Epoch Times. «Pero a menudo me pregunto qué pasaría ahora en las mismas circunstancias, ya que la discriminación por edad en el trabajo no es tan común como antes».
Se cree que va a ser mucho menos común.
La población estadounidense sigue envejeciendo, y los mayores pronto serán el grupo de edad más numeroso del país. Los empresarios no solo se inclinarán por retener a muchos de ellos para trabajos esenciales, como contabilidad, seguros, medicina, derecho, medios de comunicación, educación, hostelería y turismo, sino que probablemente se darán cuenta de que una mano de obra mayor es la respuesta preparada a la escasez de mano de obra, la alta rotación y lo más cerca que van a estar de la fidelidad laboral a largo plazo.
«La creciente necesidad de trabajadores mayores en Estados Unidos se debe principalmente a dos factores: el envejecimiento general de la población estadounidense y la escasez de mano de obra en todo el país tras la pandemia de 2020», explicó a The Epoch Times Joseph Von Nessen, economista investigador de la Escuela de Negocios Darla Moore de la Universidad de Carolina del Sur, en Columbia, Carolina del Sur.
«Aunque hay varios factores importantes que han contribuido a crear esta escasez de mano de obra, el mayor es la jubilación de los Baby Boomers».
La oleada de jubilados, unida a la escasez de trabajadores jóvenes para sustituirlos, ha dejado importantes brechas en muchas áreas profesionales, y se espera que pronto haya más.
Por ejemplo, los primeros baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964, se acogieron a la jubilación anticipada en 2008.
Desde entonces, unos 35 millones se han jubilado o han alcanzado la edad de jubilación. Según las proyecciones de la Oficina del Censo de Estados Unidos, unas 12,000 personas cumplieron 65 años cada día de este año. Eso supone otros 4,4 millones de personas que alcanzaron la edad tradicional de jubilación de 65 años en 2024.
La Oficina del Censo proyecta que los adultos mayores superarán en número a los niños por primera vez en la historia de EE.UU. para el año 2034.
«Los primeros Baby Boomers cumplieron 65 años en 2011», dijo Luke Rogers, jefe de la Subdivisión de Estimaciones de Población de la Oficina del Censo de EE. UU., en un informe de 2020. «Desde entonces, ha habido un rápido aumento en el tamaño de la población de 65 años y más, que creció en más de un tercio desde 2010. Ningún otro grupo de edad vio un aumento tan rápido».
Así que la pregunta ahora es: En la próxima década, ¿la mayoría de los jubilados se limitarán a vivir su creciente esperanza de vida en algún tipo de residencia para mayores, o seguirán siendo una parte vital de la población activa?
Von Nessen apuesta por lo segundo.
«La Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. prevé que entre 2022 y 2032 el número de trabajadores mayores de 55 años aumentará en 2.7 millones, es decir, un 7.1%», dijo Von Nessen.
Por el contrario, se prevé que el número de personas en el tradicional «grupo de edad laboral principal» de 25 a 54 años solo aumente un 5.2% en el mismo periodo. Así que, los estadounidenses de más edad pasarán a formar una parte más importante de la población activa de Estados Unidos».
Dwayne Bell es una muestra de esta nueva dirección.
Bell, de 75 años, fundó su propia empresa de consultoría, Bell-Consults LLC, en Daniel Island, Carolina del Sur, tras más de 50 años en el negocio de la construcción y la ingeniería en el norte del estado.
«Llegados a este punto, no estoy seguro de que vaya a jubilarme nunca en el sentido convencional», declaró Bell a The Epoch Times.
Bell no es ni mucho menos una excepción.
Según los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, en octubre de este año, 37.9 millones de personas mayores de 55 años formaban parte de la población activa, de los cuales 20.4 millones eran hombres y 17.5 millones mujeres.
Según las conclusiones para 2023 del Pew Research Center, un equipo de expertos de Washington D.C., se prevé que los adultos mayores representen el 57% del crecimiento de la población activa hasta 2032.
En el informe del año pasado, el economista senior del PRC, Richard Fry, concluyó que la tendencia se debe en parte a que «el empleo entre los hombres de 25 a 54 años lleva décadas disminuyendo». Según el informe, «los trabajadores de 75 años o más son el grupo de edad de mayor crecimiento de la población activa, con más del cuádruple desde 1964».
Von Nessen señaló que esta población de más edad ya está superando, o a punto de superar, a todos los grupos más jóvenes de la nación. Eso incluye a la Generación Alfa, nacida entre 2010 y 2024, la primera generación nacida íntegramente en el siglo XXI, que no empezará a formar parte de la población activa hasta principios de la década de 2030.
Esto indica que una parte importante de la próxima población activa estadounidense acabará pareciéndose al menos a algunas de las anteriores.
«El envejecimiento de la población significa que la edad media de la población activa también aumentará probablemente con el tiempo», afirmó Von Nessen.
«Un mercado laboral fuerte, unido al envejecimiento de la población, implica que es probable que el tamaño de la mano de obra sénior siga creciendo en los próximos años, de un modo que no esperábamos ni siquiera hace poco».
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