Avery Carlson es una joven brillante de 18 años de edad, quien vive en Harvard, Illinois, y desarrolló un gran interés por montar a caballo cuando tenía 8 años. Sus padres crecieron con caballos, por lo que la joven Carlson tenía una atracción comprensible por los equinos. Ahora, ha desarrollado una pasión por la equitación y también por rescatar caballos heridos y maltratados.
El primer rescate de Carlson ocurrió cuando tenía 9 años, después de que su madre Cristen descubriera una pequeña yegua que estaba ciega, aterrorizada y posiblemente embarazada. Carlson se enamoró del animal y lo rescató de Nueva Jersey. Hasta la fecha, Carlson ha rescatado 20 caballos.
Hay un negocio turbio en el mundo de los caballos llamado «Kill Buyer Practice», en el que los intermediarios compran caballos en una subasta y los llevan a alimentarse en lotes e intentan encontrarles casas. Si no pueden encontrar un hogar, los caballos son enviados al matadero.
«Es controvertido porque algunos lo ven como moralmente incorrecto. Realmente no es lo mejor comprar caballos y luego enviarlos al matadero. Eso es realmente un desastre. Un caballo vale mucho más que eso. Tienen alma», dijo Carlson a The Epoch Times.
Rescatando a Emma
Cristen encontró a un caballo llamado Emma en Facebook, ya que los propietarios buscaban encontrarle otro hogar. Cristen le mostró a Carlson algunas fotos, y ella se enamoró de inmediato.
«Tenía estos ojos profundos, y podías mirar directamente a su alma. Ella tenía estas orejitas lindas que caían a un lado, y eran realmente peludas. Ella era simplemente preciosa. La vi y dije: ‘Tengo que tener este caballo. Siento que estoy destinada a tener este caballo'», recordó Carlson.
Emma estaba en Oklahoma, y Carlson y su madre manejaron desde Illinois en marzo de 2017. Cuando llegaron, la condición física de Emma era mucho peor en persona.
Carlson notó sus graves quemaduras e inmediatamente comenzó a llorar. No estaba claro si había sido maltratada o habían sido causadas debido a un incendio, y sus heridas estaban abiertas y supuraban líquido.
Pero Carlson notó un gran potencial en Emma.
«Realmente no me había sentido así por otro caballo rescatado. La vi y creo que fue amor a primera vista», dijo Carlson.
Al mirar a Emma, Carlson pensó que Emma podría ser un excelente caballo de terapia para otras personas con lesiones por quemaduras.
Curacion y Rehabilitacion
La primera prioridad era controlar el dolor de Emma y cuidar sus quemaduras. Si los caballos sienten dolor, esto afecta su dieta y no comerán.
Una vez que tuvieron el dolor bajo control, Carlson y su padre, que es veterinario, trataron las quemaduras. Su padre pudo usar un láser de terapia de alto grado que mejoró la circulación y la curación de Emma.
Posteriormente, Carlson y su padre aplicaron ungüento de sulfadiazina de plata para ayudar a las quemaduras a sanar y prevenir infecciones.
Uno de los mayores desafíos para Emma fue aprender disciplina.
Cuando conocieron a Emma, ella era terca y no quería entrar en el trailer. Carlson tuvo que enseñar a Emma que era inapropiado derribar a las personas o pisarlas.
«La estaba disciplinando, pero también asegurándose de que supiera que la amaban y que estaba a salvo», dijo Carlson.
Cada día presentaba sus desafíos. Si una herida no supuraba o Emma no golpeaba a Carlson, era un buen día.
Después de un año de recuperación, Carlson intentó viajar con Emma.
Mucha gente tenía dudas, pero Carlson mantenía la esperanza de que Emma pudiera volver a cabalgar.
El refuerzo positivo fue la estrategia general para el proceso de capacitación. Todos los días, Emma aprendía lentamente más y más, aunque ocasionalmente recaía, y tenían que rehacer los ejercicios de entrenamiento.
Con el tiempo, Emma pudo caminar y trotar. Incluso tuvo la capacidad de saltar pequeños obstáculos. Sin un jinete en su espalda, es capaz de galopar en el pasto.
Después de aproximadamente un año de entrenamiento, Emma estaba lista para competir.
La cinta azul
En junio de 2019, Carlson colocó a Emma en el trailer y la llevó a un espectáculo de caballos llamado «Legado de Pepper» que estaba a solo 10 minutos de su casa.
El ambiente era tranquilo, y la competencia aceptaba y era consciente de tener un caballo quemado compitiendo.
«Por supuesto que estaba un poco asustada. Estaba bastante preocupada solo porque era un lugar nuevo», explicó Carlson.
Afortunadamente, Carlson y Emma habían desarrollado un vínculo estrecho, lo que ayudó al nivel de confianza de Emma. Una vez que Emma entró en el ring, comenzó a presumir ante la multitud.
«Toda su personalidad tomó un giro completamente diferente», dijo Carlson.
«Una vez que estuvo en el ring, literalmente cobró vida como nunca la había visto cobrar vida antes. Era como si una nueva luz apareciera en ella».
Después de que todos los caballos compitieron, Carlson y Emma habían ganado la cinta azul, que era el primer lugar. Cuando Carlson escuchó el nombre de Emma anunciado, ella no pudo evitar llorar.
«Estaba tan orgullosa de ella. Todo lo que pude hacer fue empezar a llorar y abrazarla porque era increíble y ella también lo sabía. Estaba muy orgullosa de sí misma», dijo Carlson.
*****
Puede interesarle:
Vivió 15 años con dolor y ahora viaja compartiendo el hallazgo que le cambió la vida
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.