Durante casi 12 horas, los amantes de todo lo conservador animaron los discursos y mesas redondas el 24 de febrero en el extenso complejo Rosen Shingle Creek de Orlando.
Terminaron un día de aplaudir a los monólogos apasionados en la Conferencia de Acción Política Conservadora, más conocida como CPAC, degustando aperitivos en la recepción oficial de bienvenida del evento.
Allí, en medio de un mar de puestos que vendían o promocionaban toda una serie de artículos y temas conservadores, el experto de MyPillow, Mike Lindell, habló desde una plataforma. Estaba rodeado por una multitud de personas que sostenían celulares para grabar su apasionado testimonio sobre los acontecimientos y las injusticias relacionadas con el 6 de enero.
Una vez superado el primer día, los conservadores se marcharon, listos para volver por la mañana a animar a los líderes y políticos de la derecha.
Los puntos más destacados del segundo día incluyen las apariciones prometidas de la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, el líder del Partido Brexit, Nigel Farage, y el senador estadounidense Marco Rubio (R-Fla.), quien, por el momento, no se ha registrado oficialmente como candidato a la reelección en noviembre.
Aunque un grupo mixto de 12 demócratas, republicanos y otros ya han anunciado su candidatura para reclamar el escaño que ocupa Rubio, los conocedores de la política no dudan de que se presentará.
La gente de los círculos políticos de Florida predice que se producirá una acalorada carrera entre Rubio y la congresista demócrata Val Demings. Demings también ha retrasado la presentación oficial de los papeles para postularse, pero mantiene un sitio web en el que hace una petición para recaudar fondos: «Cada dólar cuenta en la lucha para derrotar a Marco Rubio».
«Rubio pasó por esto mismo hace seis años: ‘No, no voy a presentarme. No, estoy definitivamente fuera de la política. Ya he tenido todo lo que puedo soportar'», recordó el analista político Peter Bergerson, doctor de la Universidad Florida Gulf Coast.
«Luego, por supuesto, lo convencieron o el líder de la mayoría [el senador estadounidense Mitch] McConnell lo convenció para que se presentara a la reelección, y ganó ampliamente».
A menudo, señaló Bergerson, retrasar la inscripción oficial de la candidatura es un movimiento estratégico, a menudo centrado en lo pronto que un candidato quiere revelar información sobre las contribuciones. La presentación de informes financieros es una parte rutinaria y obligatoria del proceso, una vez que se ha presentado oficialmente la documentación necesaria para anunciarse como candidato.
En el segundo día de la CPAC, los participantes tuvieron mucho de qué hablar mientras se dirigían al espacio de la convención.
El primer día del evento de cuatro días presentó a una serie de estrellas del Partido Republicano, como el gobernador de Florida Ron DeSantis, Rubio y el senador de Misuri Josh Hawley.
Aplausos atronadores y ovaciones desenfrenadas, tal vez las mayores del día, recibieron a DeSantis, de 43 años, quien lanzó gorras a la multitud antes de comenzar un breve discurso. Promocionó el éxito de Florida, que batió récords de turismo en 2021, y se burló de los demócratas que visitaron el estado desde sus propios estados cerrados por la pandemia.
«Escaparon a la libertad en el estado de Florida», anunció entre aplausos. «¿Y por qué vienen a Florida incluso estos grandes críticos y que apoyan los cierres? Bueno, creo que es sencillo. Desde el principio, nos negamos a que este estado se convirtiera en una especie de distopía Fauci-ana en la que se destruyen las libertades de la gente y sus sustentos.
«Protegimos los derechos de la gente. Protegimos los empleos de la gente. Protegimos las pequeñas empresas y nos aseguramos de que todos los niños del estado de Florida tuvieran la oportunidad de ir a la escuela en persona cinco días a la semana».
Entre los aplausos, mencionó sus medidas para prohibir con éxito los pasaportes y mandatos de vacunas.
«Así que defendimos la libertad en todos los ámbitos, y el resultado ha sido que Florida ha derrotado al Fauci-ismo. La libertad ha prevalecido en el Estado del Sol».
Aunque su arremetida contra la Administración Biden en todo momento le ha hecho ganar seguidores en las redes sociales en todo el país y en todo el mundo, objetó: «Mi deber es dar la cara y proteger las libertades y los puestos de trabajo de la gente a la que represento. Si eso me pone en peligro político, que así sea».
A pesar de que se le pronostica como aspirante a las elecciones presidenciales de 2024, DeSantis mantiene actualmente su atención centrada en ganar la reelección en noviembre entre 17 candidatos.
Más tarde, el senador Cruz, de 51 años, volvió a alborotar a la multitud, arrancando alternativamente abucheos y ovaciones de su público, al contrastar a los que representan el «poder» con los que representan la «libertad».
Como si estuviera ensayado, el público abucheó con desaprobación la mención de Cruz a «los poderosos»: El primer ministro canadiense Justin Trudeau, la congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez y el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ).
A estos los contrastó, en medio de una ensordecedora ovación, mencionando a sus rivales de los últimos tiempos: «camioneros canadienses temerosos de Dios»; «cualquiera que alguna vez haya criticado» a AOC y haya sido acusado posteriormente, por ella, de albergar resentimiento por no poder salir con ella; y los padres señalados por el DOJ por hablar en las reuniones del consejo escolar.
«Hay que entender lo que está ocurriendo aquí», dijo Cruz. «Lo que está ocurriendo es que los poderosos tienen miedo. Tienen miedo de ti, tienen miedo de la verdad. Tienen miedo de la libertad. Cualquier acumulación de poder que esté centralizada es fundamentalmente peligrosa para la libertad individualizada», dijo Cruz.
La respuesta, dijo, «es destruirlo».
«El gran gobierno. Las grandes empresas. Las grandes empresas de tecnología. El gran Hollywood. Las grandes universidades. Luchen contra la centralización del poder. ¡Destrúyanlo! Dividan las grandes empresas de tecnología en un millón de pedacitos».
Dijo que los políticos de la izquierda quieren «quitarle las armas a todo el mundo porque entonces el Estado tiene el monopolio de la fuerza», dijo. «Si los únicos que tienen armas son los matones que dominan, entonces la libertad desaparece. Así que tenemos que descentralizar. Tenemos que acabar con ello. Una de las razones por las que soy tan partidario de las criptomonedas, del Bitcoin, es porque están descentralizadas».
«Necesitamos terminar con los medios de control de la ciudadanía. Quiero un «Nosotros, el Pueblo» americano revoltoso e incontrolable».
Su segundo consejo se refería al tema de la conferencia.
«Número dos: no te disculpes nunca con la turba woke. No funciona. No participan en un discurso racional. No se sienten realmente ofendidos por la idiotez de la que se quejan en ese momento. Quieren destruirte. Quieren silenciarte. Quieren subyugarte».
«Responde con alegría. Ríete de ellos. Los vuelve locos».
Señaló como ejemplo las continuas fanfarronadas, la emoción y el debate en torno a la vacuna contra el COVID-19.
«Si quiero vacunarme, me vacunaré. Si no quiero vacunarme, no me vacunaré, ¡y no es asunto suyo lo que decida para mí y mi familia! Eso les asusta porque no se puede controlar».
Su tercera advertencia: «Usen su voz. Cada uno de ustedes tiene un poderoso megáfono para el mundo. Hablen y usen su voz».
Completó la velada un discurso del senador Josh Hawley, de 42 años, en el que señaló las objeciones conservadoras a la presidencia de Joe Biden, y comenzó mencionando el 6 de enero.
«Estaban intentando censurarnos, silenciarnos, cancelarnos, amordazarnos. De hecho, me acababan de decir que porque me levanté y me opuse el 6 de enero, que debían echarme del Senado de Estados Unidos», dijo.
«Tengo noticias para ustedes. No me eché atrás entonces, y no he cambiado de opinión ahora. La integridad electoral es importante. Defender el Estado de Derecho es importante. Y nuestra postura ese día es clave para la libertad por la que luchamos.
«No sé ustedes, pero yo pensé que la Administración Biden iba a ser muy mala. ¿No es así? Pero resultó aún peor de lo que podía imaginar».
Dijo que la Administración Biden ha «puesto al FBI de Estados Unidos en contra de los padres de Estados Unidos».
«¿Pueden creerlo? Tratando a los padres en los consejos escolares como si fueran terroristas domésticos, enviando agentes del FBI para que vayan a llamar a las puertas de la gente si tienen la temeridad de levantarse y decir: ‘No quiero que mis hijos tengan que usar mascarillas a la escuela. No quiero que a mis hijos se les enseñe la teoría crítica de la raza'».
«Ha intentado utilizar los instrumentos de nuestro propio gobierno para dividirnos, para separarnos, para desactivar el discurso que no quiere, y que no le gusta, y que no aprueba. Y eso es solo el comienzo.
Señaló la crisis en la frontera sur y la fallida retirada de Afganistán.
«Y creen que Estados Unidos es sistemáticamente racista», dijo. «Creen que Estados Unidos está sistemáticamente descompuesto. Creen que somos una nación de opresores».
Y eso no es cierto, dijo.
Pero uno de los mayores errores de la Administración Biden, afirmó, fue la desaceleración de la producción energética estadounidense. Añadió que eso es lo que ha envalentonado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, para invadir Ucrania, y el motivo por el que «China se siente envalentonada para hacer lo que quiera cuando tenemos un presidente que no cree en las fortalezas estadounidenses».
«Tengo una sugerencia para Joe Biden», dijo. «Tenga algo de confianza en el pueblo estadounidense. Muestre algo de fuerza al mundo. Abra la producción energética norteamericana. Ábrala ahora mismo. Ponga a los estadounidenses a trabajar de nuevo».
«El lunes, el Senado de Estados Unidos vuelve a sesionar, y el lunes, presentaré una legislación para abrir de nuevo la producción energética norteamericana», añadió.
Concluyó diciendo: «Este va a ser el año en el que saquemos a esta nación del miedo, en el que volvamos a llevar a esta nación a la fuerza, en el que llevemos a esta nación a defender los principios que más apreciamos, en el que digamos que no hay nada malo en Estados Unidos, que Estados Unidos es la esperanza del mundo».
«Es el futuro del mundo y sigue siendo, incluso ahora, la última esperanza de la Tierra».
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