La NBA anunció este miércoles una suspensión por tiempo indefinido para Draymond Green (Golden State Warriors), que el martes fue expulsado por tercera vez esta temporada tras darle un manotazo en la cara a Jusuf Nurkic (Phoenix Suns).
La NBA, que ya suspendió a Green por cinco partidos por una expulsión anterior en esta campaña, aseguró que en esta decisión tuvo en consideración «el repetido historial de acciones antideportivas» de este jugador.
La suspensión comenzará de forma inmediata y Green tendrá que cumplir ciertos requisitos de la liga y el equipo, no especificados en el comunicado de prensa, para poder volver a las canchas.
Adrian Wojnarowski (ESPN) y Shams Charania (The Athtletic), los dos periodistas con mejores fuentes dentro de la NBA, sostuvieron que Green va a recibir apoyo y ayuda profesional para que no vuelva a repetirse una situación similar.
Wojnarowski aseguró además que Green se reunirá mañana con el mánager general de los Warriors, Mike Dunleavy Jr., y con su agente, Rich Paul, para establecer la hoja de ruta para su retorno.
«La liga no quiso poner un número específico (de partidos) en la suspensión sino que permitió que Green se tome el tiempo que pueda necesitar para lidiar con los retos que está afrontando», escribió el periodista de ESPN en X, la red social antes conocida como Twitter.
La ausencia indefinida de Green supone un problema más para unos Warriors en crisis total con un terrible registro de 4-11 en sus últimos 15 encuentros (10-13 en total de balance).
Las claves de la expulsión
Green fue expulsado este martes por darle un manotazo en la cara a Nurkic en el partido entre los Phoenix Suns y los Golden State Warriors.
Con 8.23 en el tercer cuarto, el pívot de los Warriors luchaba por ganar la posición frente al interior de los Suns cuando se dio la vuelta y golpeó en la cara a Nurkic, que acabó en el suelo.
Los árbitros revisaron lo sucedido y pitaron flagrante de tipo 2 por lo que Green se fue a la ducha antes de tiempo.
Green, imprescindible en los Warriors de Stephen Curry y Klay Thompson pero que tiene un largo historial de acciones muy polémicas y controvertidas, ya fue expulsado en dos ocasiones este curso.
La más grave de ellas fue a mediados de noviembre cuando agarró por el cuello con una llave a Rudy Gobert en una tangana en el duelo contra los Minnesota Timberwolves, una expulsión por la que recibió además una sanción de cinco partidos por parte de la NBA.
Tras el partido del martes, que acabó con victoria de los Suns (119-116), Green compareció ante los medios de comunicación y pidió perdón a Nurkic.
«Estaba agarrándome de la cadera y yo estaba moviéndome para intentar que los árbitros vieran una falta y haciendo contacto con él. Como sabéis, no soy de disculparme por cosas que quise hacer, pero sí pido perdón a Jusuf porque no tenía intención de golpearle», dijo en una rueda de prensa.
Green repitió en varias ocasiones sus disculpas, reconoció que era «un golpe duro» que entra en la categoría de flagrante tipo 2 y apuntó que se trató de un incidente «desafortunado» en el que hizo contacto con Nurkic de forma accidental.
Por su parte, Nurkic, también ante los periodistas tras el encuentro, dio su versión de lo ocurrido y mostró su preocupación por la salud mental de Green.
«¿Qué le pasa? No lo sé. Personalmente creo que este hermano necesita ayuda. Estoy contento que no intentara ahogarme… Pero al mismo tiempo no tenía nada que ver con el baloncesto», afirmó el pívot tirando de ironía.
«Yo estoy ahí para intentar jugar al baloncesto y él está ahí golpeando. Creo que lo hemos visto a menudo, pero espero que lo que sea que tenga en su vida vaya a mejor», agregó.
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