La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) anunció el viernes que la comunidad de inteligencia de EE.UU. dirigirá nuevas sesiones informativas sobre amenazas de seguridad electoral para los candidatos presidenciales, sus campañas y organizaciones políticas antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Bill Evanina, el Director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, servirá como el hombre clave de la comunidad de inteligencia en lo que la ODNI dijo que es un «esfuerzo crítico» para asegurar la elección contra posibles intromisiones maliciosas.
“Las elecciones estadounidenses son la base de la democracia de nuestra nación. Estamos comprometidos a apoyar el esfuerzo de todo el gobierno de esta Administración para asegurar las elecciones de 2020”, dijo Evanina en un comunicado.
La ODNI dijo que el cambio es una mejora importante y una simplificación del proceso de notificación de amenazas.
La comunidad de inteligencia trabajará junto con el FBI y el DHS para identificar amenazas, mientras que Evanina y el equipo electoral darán asesoramientos a aquellos afectados por una posible influencia maliciosa.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo a Fox News que «la mayor queja de las elecciones de 2016 fue la falta, y la insuficiencia, de sesiones informativas para las campañas y los candidatos», refiriéndose a los entonces candidatos Donald Trump y Hillary Clinton.
«Las últimas elecciones hablan por sí solas, en términos de cuánto sucedió, y cuán mal se mantuvieron al tanto las campañas y los candidatos para proteger sus campañas», dijo el funcionario de la Casa Blanca al medio.
Los cambios en los protocolos de sesiones informativas de seguridad se producen luego de que una investigación bipartidista del Comité de Inteligencia del Senado descubrió que Rusia interfirió en las elecciones de 2016.
Un informe muy clasificado (pdf) del comité del Senado, publicado en abril, afirmó las conclusiones de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos de que Rusia había realizado una campaña de influencia de gran alcance en 2016 aprobada por el propio presidente ruso, Vladimir Putin.
Las agencias de inteligencia concluyeron en enero de 2017 que los rusos se habían involucrado en el ciberespionaje y distribuyeron mensajes a través de medios de propaganda controlados por Rusia para socavar la fe pública en el proceso democrático, dañar a Clinton e impulsar a Trump.
El presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Richard Burr (R-N.C.), dijo en un comunicado que su panel «no encontró ninguna razón para disputar» las conclusiones de la comunidad de inteligencia, diciendo que reflejaban un fuerte razonamiento comercial y analítico.
Dijo que la conclusión de las agencias de que tal interferencia electoral es «la nueva normalidad» se ha confirmado en los tres años desde que se publicó.
«Con la próxima elección presidencial de 2020, es más importante que nunca que estemos atentos a la amenaza de interferencia de actores extranjeros hostiles», dijo Burr.
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