La organización sin fines de lucro Consumers’ Research ha lanzado una iniciativa llamada «Alerta Woke» que monitorea y notifica a las personas sobre las «ideas peligrosas» y progresistas impulsadas por las corporaciones.
Las personas pueden registrarse para recibir alertas woke a través del sitio web de Consumers’ Research. Los miembros comenzarán a recibir alertas de la organización sin fines de lucro sobre cualquier empresa que impulse una agenda woke de la izquierda, así como las razones que impulsan tales acciones. “Muchas corporaciones están anteponiendo a los activistas progresistas y sus peligrosas agendas a los clientes. Solo tendrán éxito si miramos para otro lado”, según la iniciativa.
«Cuando las empresas optan por ceder ante la agenda woke y abandonar a sus clientes leales, usted debe ser el primero en saberlo… Es por eso que creamos las Alertas Woke», dijo Will Hild, director ejecutivo de Consumers’ Research, en un tuit del 14 de abril.
El servicio de alerta ha expuesto varias empresas importantes, incluidas Bud Light, Jack Daniels, Bank of America, la NFL, WNBA y BlackRock. También expone a individuos woke en posiciones de poder, así como a entidades educativas que impulsan dicha agenda.
Fundada en 1929, la misión de Consumers’ Research es «educar y proteger» a los consumidores de productos nocivos. En mayo de 2021, la organización lanzó la «Primera iniciativa de los consumidores» para exponer a las empresas que «han optado por poner la política woke por encima de los intereses de los consumidores».
Empujando ideologías woke
La más reciente iniciativa woke de una empresa, que provocó una reacción negativa masiva del público, es la asociación promocional de Bud Light con el activista transgénero Dylan Mulvaney.
Para celebrar los 365 días de transición de Mulvaney, Bud Light envió latas especializadas que mostraban el rostro del influencer. Una campaña oficial de Bud Light presentó a Mulvaney en una bañera bebiendo cerveza Bud Light.
La promoción de la agenda transgénero enfureció a los clientes tradicionales de Bud Light en todo Estados Unidos, tras lo cual llegaron duras críticas y llamamientos al boicot. Según Haley Vanzandt, copropietaria de Robbers Roost Sports Grill, en Arizona, las ventas de Bud Light cayeron más de un 80 por ciento en la última semana.
“Solía ser una de las dos cervezas más vendidas», afirma Vanzandt. «Tenemos otras cosas que vender. La gente está cambiando de cerveza. No quieren Bud Light”.
En febrero, Apple presentó una nueva característica que solo permite que los iPhones se carguen a toda velocidad cuando «hay disponible electricidad con menos emisiones de carbono».
La marca estadounidense de whisky Jack Daniels también ha sido objeto de críticas por una campaña publicitaria de 2021 con drag queens. Una de las campañas de la empresa se llamó “Ciudad pequeña, orgullo grande”.
Ideología woke en Estados Unidos
En una entrevista con «American Thought Leaders», Jeffrey Tucker, fundador y presidente de The Brownstone Institute, advierte que la ideología woke «se ha apoderado de las corporaciones estadounidenses y de la educación».
“Una vez pensé que la ideología woke se quedaría atrapada en las universidades entre profesores que le decían tonterías a un grupo de estudiantes incrédulos que una vez que los estudiantes ingresaran al libre mercado, se olvidarían de eso”, dijo.
“Eso no ocurrió. Esas ideologías salieron de la academia y penetraron en todas las instituciones, los consejos de administración de las empresas, las carteras de valores de inversión, el gobierno y los medios de comunicación. Se convirtió en un cáncer de rápida propagación”.
Mientras tanto, a medida que las corporaciones adoptan cada vez más ideologías basadas en la raza, el género y el cambio climático, los empresarios conservadores perciben una oportunidad comercial.
En una entrevista con The Epoch Times, Mark Meckler, presidente de la Convención de Acción de los Estados, señaló que existe un “gran mercado” para este tipo de empresas.
Alrededor de la mitad de la nación es un mercado potencial, dice Meckler mientras estima que la cantidad de clientes entre el público en edad de votar es de alrededor de 75 a 80 millones.
“Si no estuviera haciendo política en este momento, ese es el espacio en el que estaría”, dijo. “Estaría mirando cada segmento de mercado que pudiera y comenzaría todo tipo de empresa conservadora que pudiera”.
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