El presidente de Estados Unidos Donald Trump culpó deliberadamente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) por permitir el ascenso de China a expensas de Estados Unidos, durante su discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el 23 de febrero.
«La Organización Mundial de Comercio creó China«, dijo Trump a miles de asistentes. «China ha sido un cohete desde entonces; y el año pasado, tuvimos un déficit comercial de casi USD 500 mil millones con China».
«Siento un gran respeto por el presidente Xi, pero no podemos aceptar eso», dijo Trump, agregando que ahora, «tenemos que hacer lo que tenemos que hacer».
«Bajo mi administración, la era de la rendición económica ha terminado», dijo el presidente.
Además de China, Trump también criticó a México y al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). «Tenemos un déficit comercial de USD 100 mil millones con México».
«¿Qué nos dice eso? Nos dice que TLCAN no es bueno».
Trump considera que las relaciones económicas de China tanto con Estados Unidos como con el mundo son en general negativas. Esta es una opinión que tradicionalmente ha sido una minoría entre los economistas en el comercio internacional, quienes en gran medida favorecen el libre comercio.
Esta visión negativa de las relaciones comerciales con China ha adquirido rápidamente prominencia en los últimos años, a medida que los escépticos del ascenso de China se han vuelto más explícitos. Muchos de ellos fueron elegidos por Trump para liderar el intento de la administración de remodelar las políticas comerciales de Estados Unidos.
Al comienzo de su gobierno, Trump designó a Peter Navarro, un economista entrenado en Harvard y profesor de la Universidad de California en Irvine, para encabezar el recién creado Consejo Nacional de Comercio.
Navarro es bien conocido por sus críticas al régimen chino y a las prácticas comerciales de China. Ha sostenido consistentemente que la admisión de China en el sistema de comercio internacional por parte de Estados Unidos y Occidente solo ha permitido que el régimen comunista se financie los suficiente con los recursos, mientras que al mismo tiempo exporta el autoritarismo y comete agresiones militares.
La administración de Trump ha tomado diversas medidas contra las prácticas comerciales desleales de China. El 18 de febrero, el Secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, publicó informes en los que recomendaba aranceles elevados para la importación del acero y el aluminio, mencionando explícitamente el dumping de los productos de China y otros países, como una amenaza para la seguridad del país.
Un número creciente de expertos en seguridad nacional también comenzó a cuestionar las relaciones económicas de China con Estados Unidos y el mundo.
«A pesar de su retórica, los líderes chinos consideran el comercio y la inversión como dominios de competencia estratégica en lugar de una simple ‘cooperación de beneficio mutuo‘», dijo Aaron Friedberg, profesor de la Facultad Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton, en un testimonio ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el 15 de febrero.
«Hay muy poca evidencia de que … tengan la intención de abandonar su enfoque actual», concluyó Friedberg.
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