Si la invasión rusa de Ucrania es sólo una llamada de atención para la OTAN, la creciente amenaza de otro militante —el Partido Comunista Chino (PCCh)— hacia Taiwán y la región Indo-Pacífica ha impulsado la decisión de la OTAN de establecer una oficina de enlace en Asia en respuesta a cualquier posible conflicto o guerra en esta zona, según sugieren los expertos.
La OTAN, u Organización del Tratado del Atlántico Norte, una alianza militar de países de Europa y Norteamérica, tiene previsto abrir una oficina de enlace en Tokio en julio, según declaró Koji Tomita, embajador japonés en Estados Unidos, en un discurso a la prensa el 9 de mayo.
Inmediatamente después, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció el 1 de junio que «Por segunda vez en la historia, contaremos con la presencia de todos los dirigentes de cuatro socios de Asia-Pacífico, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, en nuestra cumbre de Vilna [de Lituania]».
Los cuatro países fueron invitados por primera vez a la cumbre de la OTAN en junio del año pasado, cuatro meses después de la invasión rusa de Ucrania.
Anders Corr, fundador de Corr Analytics y editor del Journal of Political Risk, declaró en una entrevista concedida el 2 de junio a The Epoch Times que la OTAN está tratando de reforzar su alianza militar: «Dado que China y Rusia se han alineado en lo que equivale a un eje ofensivo, junto con Irán y Corea del Norte, vigila que los sistemas de alianzas estadounidenses en Europa y Asia se equilibren contra ellos en una alianza defensiva mediante la integración de sus estructuras institucionales».
«Con el tiempo deberíamos ver a Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Filipinas unirse a la OTAN o a un sistema equivalente de alianza democrática menos formal», afirmó.
Alianza euroasiática
«Creo que la invasión rusa de Ucrania ha vuelto a abrir los ojos de la gente ante la tendencia de Rusia a ser agresiva. … Esa amenaza ha llevado a la OTAN a niveles renovados de unidad», declaró Carl Schuster, exdirector de operaciones del Centro Conjunto de Inteligencia del Mando del Pacífico de Estados Unidos en Hawái, a The Epoch Times el 2 de junio. Afirmó que el apoyo del PCCh a Rusia y el acoso del PCCh en la región Indo-Pacífica han «impulsado un interés mutuo por aumentar la cooperación en materia de seguridad» entre la OTAN y los posibles socios en Asia.
Durante la guerra entre Rusia y Ucrania, el PCCh vendió en secreto a Rusia productos militares de alta tecnología a través de empresas fantasma en Hong Kong y Emiratos Árabes Unidos. Envió a Rusia componentes electrónicos para radares de misiles antiaéreos y proporcionó imágenes por satélite para apoyar a las fuerzas mercenarias rusas que luchaban en Ucrania.
No sólo ayuda militar, sino que el PCCh también ayuda económicamente a Rusia. Ignorando las sanciones conjuntas impuestas a Rusia por Estados Unidos, el Reino Unido y los países de la UE, el comercio global de China con Rusia alcanzó la cifra récord de 190,000 millones de dólares en 2022, un aumento del 30% respecto al año anterior, según un reportaje de la BBC del 20 de marzo.
Schuster afirmó que la OTAN está «mostrando un interés renovado y creciente por la seguridad asiática», y que la colocación de una oficina de enlace en Tokio indica que «Japón se está acercando a Europa en términos de cooperación en materia de seguridad».
La seguridad asiática también es relevante para la paz europea, sugirió Schuster, y añadió: «Al fin y al cabo, Europa tiene un interés comercial muy amplio. Y cualquier amenaza a las vías marítimas internacionales, a la libertad de navegación, cualquier acoso que amenace a cualquiera de los países asiáticos, todo ello afecta a Europa».
La diplomacia del lobo guerrero del PCCh
El establecimiento de una oficina de enlace de la OTAN en Tokio demuestra que la diplomacia del guerrero lobo del PCCh de los últimos cinco años ha resultado contraproducente, según Shuster, porque la opinión europea sobre China ha cambiado.
«En algunos casos, los países [europeos] se están volviendo diplomáticamente escépticos respecto a China», dijo, citando las actividades de guerrero lobo del PCCh en el Sudeste Asiático, Taiwán y otros vecinos del sur, así como su alineamiento con la agresión de Rusia.
Los líderes del PCCh han demostrado al mundo su naturaleza canalla con la llamada «diplomacia del guerrero lobo» a lo largo de los años. En febrero, el director de la CIA, Burns, señaló que la información de los servicios de inteligencia estadounidenses indicaba que el líder del PCCh, Xi Jinping, había ordenado al Ejército Popular de Liberación que preparara una invasión de Taiwán para 2027.
«Esto se suma a la inestabilidad global ya creciente por la invasión rusa de Ucrania. Ambas amenazas están cambiando las políticas de seguridad nacional en todas las democracias más poderosas del mundo», afirmó Corr.
En noviembre de 2021, Lituania, un pequeño país europeo, permitió a Taiwán abrir una oficina diplomática en suelo europeo, la primera en Europa en 18 años. El régimen chino viene afirmando que tiene soberanía sobre Taiwán.
En mayo, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE celebraron una reunión informal en Estocolmo para recalibrar su política hacia China, en la que se aprobó el esquema estratégico del representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, encaminado a reducir la dependencia de la economía china.
En el último año, Estados Unidos ha desarrollado gradualmente un marco político estratégico, tecnológico y militar destinado a contrarrestar la influencia del PCCh. El pasado febrero, Estados Unidos dio a conocer su última Estrategia Indo-Pacífica, que pretende reforzar el liderazgo estadounidense en todas las regiones, desde el sur de Asia hasta las islas del Pacífico. En mayo, Biden lanzó el Marco Económico Indo-Pacífico durante su viaje a Asia Oriental, con la participación de 13 países como Corea del Sur, Japón, India y Vietnam. Ese mismo mes, Estados Unidos celebró en Tokio un Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD, por sus siglas en inglés) con dirigentes de Australia, India y Japón.
Ahora le toca actuar a la OTAN, dijo Corr, señalando la futura oficina de la OTAN en Tokio, que podría proporcionar asistencia oportuna en caso de guerra entre Japón y el PCCh o Corea del Norte, por ejemplo, en torno al estrecho de Taiwán o el mar de China Meridional.
Japón aumenta su gasto militar
Corr afirmó que todas las democracias del mundo se están uniendo y «armando para defenderse de Rusia y China», incluido Japón.
Japón tiene una historia de guerra contra ambos países que se remonta a las guerras de finales del siglo XIX con China y de principios del siglo XX con Rusia, según Corr.
El pasado diciembre, el gobierno japonés declaró que gastaría 43 billones de yenes (unos 322,000 millones de dólares) en defensa nacional durante los próximos cinco años, incluido el despliegue de los primeros misiles que podrían atacar objetivos militares en otros países. En marzo, el primer ministro Fumio Kishida anunció un nuevo plan diseñado para promover una región Indo-Pacífica abierta y libre, prometiendo miles de millones de dólares en inversiones.
«El nuevo gasto militar de Japón tiene como principal objetivo disuadir a China. Sin embargo, la falta de armas nucleares de Taiwán y Japón frente a un Estado agresivo con armas nucleares es insuficiente», afirmó Corr.
«Hemos visto lo que le ocurrió a una Ucrania no nuclear, que fue invadida por Rusia. La invasión de Ucrania por Rusia nunca se habría producido si no hubiera renunciado a sus armas nucleares en 1994. También podemos esperar que China invada Taiwán si Estados Unidos no ayuda a Japón y Taiwán a obtener armas al menos tan potentes y modernas como las que empuña China», continuó Corr.
Schuster compartió una opinión similar en el sentido de que Japón tiene que preocuparse por las amenazas procedentes del norte a medida que los ejércitos chino y norcoreano ganan fuerza. Tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a Taiwán el pasado agosto, el PCCh lanzó varios días de ejercicios militares, incluido el lanzamiento de misiles a las aguas de las islas de Japón.
Schuster declaró: «Japón necesita un Pacífico abierto para sobrevivir. Económicamente, importan más del 90% de sus necesidades energéticas. Y eso significa que el océano tiene que estar abierto y libre».
Por otra parte, si el PCCh amplía el alcance de su agresión a la cadena de islas, afectará a la economía y la seguridad de Japón, dijo Schuster, «La misma lógica se aplica a Taiwán. Taiwán también importa más del 90% de su energía».
Por lo tanto, Japón, como tercera potencia económica del mundo, puede desempeñar un papel fundamental en la defensa de las democracias a escala mundial si aumenta su gasto en defensa, incluyendo armas nucleares que puedan combatir eficazmente las amenazas convencionales y nucleares del PCCh, afirmó Corr.
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