La Policía Boliviana volverá a operar en la zona central del Trópico de Cochabamba, el bastión político y sindical de Evo Morales, tras un acuerdo firmado con productores de hoja de coca del lugar, donde la semana pasada hubo tensión entre sus habitantes y los uniformados.
El acuerdo fue firmado este miércoles entre el comandante departamental de la Policía en Cochabamba, Franz Sellis, el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez y el presidente de la mancomunidad de municipios del trópico cochabambino, Asterio Romero, entre otros dirigentes.
La reunión tuvo la mediación de la gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, el delegado de la Defensoría del Pueblo en esa región, Nelson Cox, y un representante de la Iglesia católica.
Uno de los puntos centrales del documento es que «la Policía Boliviana va a desarrollar sus servicios integrales policiales en el Trópico de Cochabamba de forma inmediata», acciones que serán coordinadas «con las instancias jerárquicas correspondientes», dijo a los medios la gobernadora Soria.
La autoridad regional destacó que se llegó «a buen puerto» en este encuentro «que estaba pendiente desde el año pasado».
Las operaciones de la Policía en el Trópico de Cochabamba, que comprende seis municipios de ese departamento, eran irregulares desde noviembre pasado, cuando Evo Morales renunció a la Presidencia boliviana.
La Policía había retornado la semana pasada a esa zona tras cinco meses, para apoyar el cumplimiento de la cuarentena por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, pero no fue bien recibida.
El pasado jueves un grupo de policías fue increpado, insultado y finalmente expulsado de la localidad de Shinahota, lo que fue criticado por el Gobierno interino boliviano, que apuntó a partidarios del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales como promotores.
Una consecuencia del incidente fue la suspensión inmediata de las operaciones de la banca en la zona por cuestiones de seguridad, si bien mediante el acuerdo estos servicios se restablecerán, al igual que la venta de combustibles.
Morales sigue siendo el máximo dirigente de las federaciones de cocaleros del trópico, donde se dio a conocer antes de dar el salto a la política, y fue esta zona a la que acudió para anunciar en noviembre pasado su renuncia, protegido por sus seguidores en la zona del Chapare.
El Trópico de Cochabamba es una de las regiones en las que hubo más momentos de tensión durante la crisis política y social de octubre y noviembre de 2019 en Bolivia.
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