La primera dama Melania Trump dijo el lunes que estaba «decepcionada y desilusionada» con la violencia que estalló en Washington el 6 de enero y pidió a los estadounidenses que «sanen de manera civilizada».
En su primera declaración desde los disturbios en el Capitolio de EE.UU., Trump dijo que su corazón está con aquellos que perdieron sus vidas ese día, incluyendo al oficial de policía del Capitolio Brian Sicknick y a la partidaria del presidente Donald Trump, Ashli Babbitt.
«Estoy decepcionada y desilusionada con lo que pasó la semana pasada. Encuentro vergonzoso que alrededor de estos trágicos eventos haya habido rumores maliciosos, ataques personales injustificados y falsas acusaciones engañosas contra mí—de personas que buscan algo relevante y tienen una agenda. Esta vez se trata únicamente de sanar a nuestro país y a sus ciudadanos. No debe utilizarse para beneficio personal», escribió Melania Trump.
«Nuestra nación debe sanar de manera civilizada. No se equivoquen, condeno absolutamente la violencia que ha ocurrido en el Capitolio de nuestra nación. La violencia nunca es aceptable», añadió.
La primera dama señaló que los estadounidenses son libres de expresar sus puntos de vista sin ser enjuiciados y pidió a la gente que «se tomen un momento, hagan una pausa y miren las cosas desde todas las perspectivas».
«Imploro a la gente que detenga la violencia, que nunca haga suposiciones basadas en el color de la piel de una persona, o que use diferentes ideologías políticas como base para la agresión y el salvajismo. Debemos escucharnos unos a otros, centrarnos en lo que nos une, y elevarnos por encima de lo que nos divide», dijo.
«Es inspirador ver que tantas personas encontraron pasión y entusiasmo al participar en unas elecciones, pero no debemos permitir que esa pasión se convierta en violencia. Nuestro camino a seguir es unirnos, encontrar nuestros puntos en común, y ser la gente amable y fuerte que sé que somos».
«La fuerza y el carácter de nuestro país se ha manifestado en las comunidades afectadas por los desastres naturales y a lo largo de esta terrible pandemia que nos ha afectado a todos. El elemento común en todas estas situaciones desafiantes es la inquebrantable determinación de los estadounidenses de ayudarse unos a otros. Su compasión ha mostrado el verdadero espíritu de nuestro país».
Trump dijo que se sentía honrada de servir como primera dama y agradeció a las personas que la apoyaron a ella y a su marido durante el mandato del presidente.
«Lo más importante, pido sanación, gracia, comprensión y paz para nuestra gran nación. Cada día recordemos que somos una nación en manos de Dios. Dios los bendiga a todos y Dios bendiga a Estados Unidos de América», concluyó.
Los comentarios de la primera dama llegaron cuando los demócratas de la Cámara de Representantes se preparan para tratar de destituir al presidente Trump por segunda vez, a pesar de que solo quedan nueve días para que el presidente electo Joe Biden preste juramento a su cargo. También ocurrieron después de que algunos funcionarios de la administración, incluyendo la ayudante de la primera dama Stephanie Grisham, renunciaran después de los disturbios en el Capitolio.
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