La reciente redada del FBI en el apartamento y la oficina de Rudy Giuliani parece ser una forma de represalia contra él y uno de sus clientes, el expresidente Donald Trump, dice Patrick Basham, del Democracy Institute.
«Desde fuera, parece clarísimo que se trata de una represalia política contra Giuliani, contra Trump y el círculo íntimo de Trump, definido de forma más amplia», dijo Basham, director del think tank, a NTD, parte de Epoch Media Group, en una entrevista reciente.
Los agentes del FBI incautaron dispositivos pertenecientes a Giuliani en la redada del 28 de abril, según los expedientes judiciales.
El abogado de Giuliani ha dicho que las órdenes de registro sugieren que Giuliani omitió ilegalmente registrarse como agente extranjero. Tanto él como Giuliani han rebatido la acusación.
El FBI declinó hacer declaraciones por correo electrónico.
Basham dijo que el FBI ha sido utilizado cada vez más como una herramienta política en los últimos años, y que Trump y sus allegados han sido los más afectados.
«Lo que ha ocurrido con el FBI claramente en los últimos años —como mínimo— es que el FBI ha sido convertido en un arma con fines políticos. En los últimos años, eso ha sido principalmente contra Trump y quienes lo rodean», dijo Basham.
«Lo que el FBI está tratando de hacer aquí no creo que sea tanto conseguir a Rudy Giuliani, sino obtener información comprometedora, si es que existe, sobre Donald Trump y otros en el círculo íntimo de Trump, y lo más importante, asustar, advertir a cualquier persona relacionada con Donald Trump (…) para que se alejen de él y no hagan o digan nada en público para apoyar al presidente», añadió.
Los fiscales del caso pidieron esta semana a un juez que nombrara a un asesor judicial, o a un juez externo, para que examinara los registros incautados a Giuliani y a otra abogada, Victoria Toensing, en un intento de combatir las acusaciones de animadversión política. Citando a un juez que aceptó nombrar a un juez auxiliar después de que los agentes allanaran el domicilio de Michael Cohen, que en ese momento era abogado de Trump, los fiscales dijeron que el nombramiento de un juez auxiliar sería «para la ‘percepción de justicia, no para la justicia en sí'».
Basham también comentó que el editor del New York Times, Dean Baquet, reconoció que el periódico no verificó la información de fuentes anónimas al afirmar falsamente que Giuliani fue informado por el FBI de que supuestamente era el objetivo de una operación de inteligencia rusa.
El New York Times y otros dos medios de comunicación corrigieron más tarde sus artículos sobre el asunto, aunque la desinformación aún perdura.
«Esto es lo que ocurre cuando los medios no comprueban sus fuentes, no profundizan en los detalles. Y se limitan a lanzar acusaciones que no están probadas», dijo Basham a NTD.
«Como mínimo, es una mala práctica. Vemos una y otra vez la incompetencia de los principales medios de comunicación. Obviamente, aquí hay una letanía de errores. A uno le gustaría pensar, si puedo expresarlo en estos términos, que solo se trata de incompetencia. Pero la incompetencia es tan numerosa, hay tantos ejemplos a lo largo de tanto tiempo, especialmente hacia el presidente Trump y los de su círculo íntimo, incluyendo a Rudy Giuliani, que es difícil después de un tiempo no volverse más cínico, y pensar que esto no es simplemente incompetencia, sino que en realidad podría ser una desinformación consciente», añadió.
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