El retroceso del hielo polar está abriendo el paso al transporte marítimo a través del océano Ártico, y China puede estar observando la zona para una eventual conquista económica y militar. China anunció en enero del año pasado su plan para una ‘Ruta Polar de la Seda’, en la que fomentará el transporte a través de la región ártica y desarrollará una infraestructura similar a la iniciativa ‘Un Cinturón, Una Ruta’ (OBOR, por sus siglas en inglés).
China utilizó la iniciativa OBOR como una trampa de deuda, invirtiendo fuertemente en las zonas más pobres para crear deudas que no pueden ser pagadas financieramente, y en su lugar se negocian activos estratégicos. De esta manera, China adquiere zonas estratégicas, como el puerto en Sri Lanka. Kenia también aceptó esta oferta, lo que causó preocupación entre la población local, y Malasia se retractó de una inversión china similar.
China está utilizando un enfoque similar en Canadá. Según un artículo de la Canadian Broadcasting Company, China utilizó una corporación estatal para intentar comprar una importante empresa constructora canadiense. La adquisición de la empresa constructora Aecon fue bloqueada por el gobierno canadiense. Aecon es responsable de varios edificios emblemáticos de Canadá, incluyendo la Torre CN.
Sin embargo, las empresas estatales y privadas chinas pudieron adquirir recursos naturales, bienes raíces, empresas de comunicaciones y alta tecnología canadienses, según el artículo de la CBC. Este método se llama estrategia de puerta de entrada.
¿Solo rompiendo el hielo?
China espera reclamar el paso al océano Ártico. Esta es una ruta comercial viable para muchas naciones, especialmente entre las naciones del norte de Europa y Asia. China también puede aprovechar esta oportunidad comercial para establecer una presencia militar en esa región del norte.
En enero, China publicó un libro blanco que describe sus planes para la región ártica, diciendo que contribuirá al desarrollo. A pesar de la distancia desde China hasta el Círculo Polar Ártico, el gigante asiático ahora se autodefine como una “potencia cercana al Ártico”.
Elizabeth Wishnick, profesora de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Montclair e investigadora principal del Instituto de Asia Oriental Weatherhead de la Universidad de Columbia, informó sobre los objetivos de China en el extremo norte. El informe de 2017 describe las estrategias e implicancias de China desde la perspectiva de Estados Unidos.
“La Dra. Wishnick señala que China está jugando una partida a largo plazo en el Ártico y está construyendo hábilmente asociaciones con una amplia gama de socios en la región para asegurarse de que China tenga voz sobre los asuntos del Ártico en el futuro”, dice el informe.
La Dra. Wishnick compara a China con un “agente inmobiliario experto”, debido a que está considerando las regiones nórdicas como lugares para el crecimiento potencial. “China se comprometió con las zonas económicamente más vulnerables, como Islandia y Groenlandia, ganándose su buena voluntad y una posición desde la cual aprovechar las oportunidades que se presentan”.
Groenlandia sería un gran logro para el PCCh, ya que Estados Unidos entró recientemente en desacuerdo con Groenlandia por la Base aérea de Thule. China espera congraciarse con Groenlandia tras el desacuerdo con EE. UU.
“También vemos que las empresas chinas y el régimen chino persiguen en el Ártico objetivos de desarrollo de infraestructura y de extracción de recursos que son fundamentales para la iniciativa china ‘Un Cinturón, Una Ruta’ para Asia Central, Asia Meridional y Europa Meridional”, dice Wishnick.
Es posible que China haya ya practicado su plan para el océano Ártico en el Mar Meridional de China. China invadió lentamente las áreas disputadas, estableció infraestructura y evitó el conflicto. “Esto implica la expansión de las capacidades militares y económicas de China, el avance de los intereses chinos de manera gradual y la defensa de la soberanía china, al tiempo que evita la confrontación”, dice Wishnick.
China sigue aplicando una política unilateral para el acceso a dichas zonas. “El tránsito de buques de la marina china en la [zona económica exclusiva] de Estados Unidos en el Estrecho de Bering en septiembre de 2015 pareció indicar a algunos observadores estadounidenses que China aceptaba el principio de libertad de navegación, que los funcionarios chinos habían rechazado en referencia al tránsito de buques de la marina estadounidense en zonas que China dice que se encuentran en sus aguas territoriales en el Mar Meridional de China”, dijo Wishnick.
La punta del iceberg
China participa del Consejo Ártico en calidad de observador, la única institución de gobernanza de la región. “China seguirá abogando para que el foro tenga en cuenta los intereses legítimos de los Estados no árticos y los intereses comunes de la comunidad internacional”, dice Wishnick.
También puede haber influencia militar. El informe de Wishnick cita al analista Yang Zhirong del Instituto de Investigación Naval de Beijing. “El acceso al Ártico permitiría a China escapar de la presión occidental y emerger en el escenario mundial”. El instituto pertenece a la Marina del Ejército Popular de Liberación.
Un estudio reciente también sugiere que China podría estar planeando la construcción de submarinos adecuados para operar en el Ártico. La investigación china examina cómo construir submarinos capaces de salir a la superficie a través de las capas de hielo.
China también está desarrollando una asociación energética con Rusia. Aunque Rusia puede no perseguir una alianza militar, ya abrió nuevas rutas comerciales con China. Las dos marinas realizaron anteriormente ejercicios navales en el Mar Báltico y el Mar Negro.
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