El 24 de julio, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, volvió a restar importancia a las preocupaciones sobre una posible recesión, aunque admitió que se está experimentando una desaceleración económica.
Yellen dijo a NBC News que la economía estadounidense se encuentra en “un período de transición en el que el crecimiento se está desacelerando”, lo cual es “necesario y apropiado”.
“Necesitamos estar creciendo a un ritmo constante y sostenible”, dijo. “Entonces, hay una desaceleración, y las empresas pueden verlo, y eso es apropiado, dado que la gente ahora tienen trabajo y tenemos un mercado laboral fuerte».
“El mercado laboral ahora es extremadamente fuerte…No es una economía que esté en recesión».
«Pero ahora no se ve ninguna de las señales. Una recesión es una contracción de base amplia que afecta a muchos sectores de la economía. Simplemente no tenemos eso».
Yellen señaló que muchos economistas creen que se produce una recesión cuando hay dos trimestres consecutivos de producto interno bruto (PIB) negativo. En el primer trimestre de 2022, el PIB de EE. UU. cayó un 1.4 %, en comparación con el cuarto trimestre de 2021.
Muchos economistas prevén que Estados Unidos experimente un crecimiento negativo en el segundo trimestre, pero Yellen dijo que incluso si eso sucede, no significa necesariamente que haya una recesión.
“Incluso si ese número es negativo, no estamos en una recesión ahora, y no deberíamos describirlo como una recesión”, dijo. Su declaración provocó el rechazo de Chuck Todd de NBC, que afirmó que estaba dividiendo la definición de recesión.
La Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) “observa una amplia gama de datos para decidir si hay o no una recesión, y la mayoría de los datos que analizan en este momento siguen siendo sólidos”, dijo Yellen en la entrevista.
“Me sorprendería si el NBER declarara este período como una recesión, incluso si tiene dos trimestres de crecimiento negativo. Tenemos un mercado laboral muy fuerte. Cuando se crean casi 400,000 empleos al mes, eso no es una recesión».
Una encuesta realizada el mes pasado reveló que muchos altos ejecutivos de empresas creen que una recesión afectará a la economía estadounidense a inicios de 2023 en medio de una combinación de alta inflación y el cambio de política monetaria de la Reserva Federal. El Comité Federal de Mercado Abierto tiene previsto reunirse el 26 y 27 de julio, y los mercados buscan ampliamente un aumento de la tasa de 75 puntos básicos.
Alrededor del 68 por ciento de los directores financieros que fueron encuestados por CNBC creen que se experimentará una recesión a principios de 2023, y ningún director financiero pronosticó una recesión posterior a la segunda mitad del próximo año. Ningún director financiero cree que la economía evitará una recesión, reveló la encuesta.
Los datos federales muestran que el índice de precios al consumidor, una medida mensual de la inflación, aumentó al 9.1 % interanual en junio de 2022, lo que representa las cifras más altas vistas desde noviembre de 1981.
El año pasado, Yellen descartó las preocupaciones sobre el aumento de la inflación y dijo que el aumento de los precios sería «transitorio». Pero en mayo, admitió que «se equivocó entonces sobre la trayectoria que seguiría la inflación».
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