La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lamentó este lunes la presencia del líder de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y los cancilleres de Nicaragua y Venezuela en la cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), «los tres Gobiernos más represores de las libertades de prensa y expresión y del periodismo en las Américas», expresó en un comunicado la entidad con sede en Miami, Florida (EE.UU.).
La VII cumbre de la Celac se inaugurará mañana en la capital argentina, Buenos Aires, y los tres países fueron invitados por el gobierno de Alberto Fernández, quien es a su vez presidente pro tempore de este mecanismo intergubernamental de ámbito regional.
«Si la invitación obedece a cumplir el objetivo de promover el diálogo y el acuerdo político en el continente, ello exigía un compromiso previo de cada integrante del foro regional de poner fin a la represión y a la violación sistemática de los derechos humanos», señala el comunicado de la SIP.
Se trata, subrayó la SIP, de tres dictaduras, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que «ocupan los últimos tres puestos de 22 países en el Índice Chapultepec», un barómetro que mide el estado de las libertades de prensa y expresión en las Américas.
«Estamos hablando de los tres Gobiernos más represores de las libertades de prensa y expresión y del periodismo en las Américas», señaló, por su parte, el presidente de la SIP, Michael Greenspon.
«Lamentamos que estos dirigentes que violan los derechos humanos y descreen de la democracia hayan sido invitados por una organización que, entre sus objetivos, incluye la promoción de un diálogo respetuoso capaz de construir consenso sobre temas de interés común», afirmó.
Greenspon, director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times Company, consideró que habría que revisar los estándares de la Celac bajo la óptica de la Carta Democrática Interamericana, que obliga a todos los países del continente a respetar las libertades de prensa y expresión.
«Sin ese compromiso asumido, ningún Gobierno puede ser considerado democrático», hizo hincapié.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, indicó que los gobernantes democráticos de la región deberían exigir a Nicaragua, Cuba y Venezuela «que pongan freno a la represión contra periodistas, dirigentes sociales y disidentes políticos».
«La democracia se basa en el respeto al pluralismo, el control ciudadano sobre quienes gobiernan, la periodicidad de los mandatos, el equilibrio de poderes, el libre acceso a información pública y el respeto a los derechos humanos esenciales, entre los cuales la libertad de expresión es una pieza central», señaló Jornet.
Jornet, director periodístico de La Voz del Interior, Argentina, reiteró el reclamo a los tres regímenes para que «liberen a decenas de presos de conciencia que fueron condenados en juicios sin derecho de defensa».
Pidió además que cese la persecución «contra quienes se atreven a criticar las políticas públicas en esos países».
En las conclusiones de la 78 Asamblea General de la SIP, realizada en octubre pasado en Madrid, la SIP denunció que «el caso de Nicaragua, bajo el régimen de Daniel Ortega, sigue siendo el más alarmante».
Fue denunciado que seis periodistas condenados permanecen privados de su libertad desde hace más de un año y son más de 150 los que han salido al exilio en los últimos cuatro años, mientras el régimen nicaragüense continua cerrando medios, entre ellos varias radioemisoras de la Iglesia Católica, a lo que se suma el corte de la señal de CNN en español.
Sobre Cuba, la Asamblea General de la SIP destacó que el régimen de la isla es otro protagonista crítico de exilios y detenciones que lesionan gravemente la libertad de expresión; mientras que en Venezuela, se denunció, cerraron 41 radioemisoras e intensificó su ofensiva contra el libre acceso a la información mediante el bloqueo de sitios de internet de medios nacionales e internacionales.
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