La situación en Afganistán es peor que la de Vietnam en 1975, dice un antiguo corresponsal internacional.
Saigón, la capital de Vietnam del Sur en ese momento, cayó ante el ejército de Vietnam del Norte el 30 de abril de 1975. En los días previos a la toma de poder, que puso fin a la guerra de Vietnam, las tropas estadounidenses evacuaron a miles de estadounidenses y vietnamitas.
Ron Yates estaba allí en ese momento como corresponsal del Chicago Tribune. Recuerda que las tropas estadounidenses trabajaron durante semanas para sacar a los vietnamitas que habían ayudado a Estados Unidos durante la guerra.
“Se las arreglaron para sacar a mucha gente”, recordó Yates el 20 de agosto en el programa “American Thought Leaders” (Líderes del pensamiento estadounidense) de The Epoch Times.
Por otro lado, Estados Unidos no pudo evacuar a muchos afganos antes de que el país cayera en manos de los talibanes, a mediados de agosto.
«Es un desastre absoluto», dijo Yates. “Tenían meses para hacer esto. ¿Por qué no pudieron haber comenzado este proceso hace tres o cuatro meses, sacando poco a poco a estos afganos que probablemente serían el blanco de los talibanes después de que asumieran el poder?»
Desde el 14 de agosto, Estados Unidos había evacuado o facilitado la evacuación de unas 82,300 personas en vuelos militares y en vuelos de sus aliados, dijo el miércoles un funcionario de la Casa Blanca. Muchos son afganos que pueden haber sido atacados si permanecían en el país.
Pero solo 5400 personas más fueron evacuadas antes de la toma de poder de los talibanes, incluidos varios estadounidenses.
La administración Biden, (que ha dicho que habrá tiempo para una revisión sobre el proceso de retirada, incluido el análisis de por qué las fuerzas afganas no se enfrentaron a los talibanes) ha sido criticado por no presupuestar, aparentemente, la rápida toma del poder, que se desarrolló mientras Estados Unidos retiraba personal antes de su plazo de retirada autoimpuesto del 31 de agosto.
Los oficiales militares han indicado que hubo una falla en la inteligencia. El alto general estadounidense, Mark Milley, les dijo a los reporteros en una rara aparición pública la semana pasada que “no había nada que yo o alguien más viera que indicara un colapso de este ejército y de este gobierno en 11 días”.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional no ha respondido a las solicitudes de comentarios.
Yates, quien sirvió en la Agencia de Seguridad del Ejército, que se ocupaba de la inteligencia de comunicaciones, le dijo a The Epoch Times que cree que no fue una falla de inteligencia, sino una falla de la administración para prestar atención a la inteligencia que se les dio.
“Creo que había mucha inteligencia sobre el terreno. Ya sabes, tenemos mucha gente sobre el terreno en Afganistán, incluso ahora, que está proporcionando buena inteligencia sobre los talibanes o lo que sea”, dijo Yates.
“Creo que los militares del Pentágono alertaron a la administración de lo que iba a suceder. He oído que los alertaron en julio, que les dijeron lo que iba a pasar si no lo hacían, si les facilitaban las cosas a los talibanes, si se retiraban precipitadamente, les advirtieron lo que los talibanes comenzarían a hacer, que es lo que están haciendo ahora. Que eso sería un caos. Que sería horrible”.
“De alguna manera, creo que la administración dejó de prestarle atención a ese consejo. No estaba en la habitación, así que no lo sé. Yo no estaba allí en la sala, así que no lo sé. No estoy al tanto de la Sala de Situación de la Casa Blanca, pero mi sensación es que no escucharon. Y ahora estamos pagando el precio por ello».
El presidente Joe Biden anunció el martes que la fecha límite del 31 de agosto no se retrasará, al menos por ahora, mientras las tropas estadounidenses se apresuran a evacuar a los miles de estadounidenses que quedan en Afganistán, además de los afganos que ayudaron a Estados Unidos durante los 20 años de guerra en ese país.
Los líderes del G-7, incluido Biden, acordaron en una reunión celebrada ese mismo día, adoptar un enfoque «unido» frente a los talibanes, en el que la legitimidad de cualquier gobierno futuro dependerá de cómo el grupo terrorista cumpla las llamadas obligaciones internacionales.
“Estuvimos de acuerdo en que ninguno de nosotros va a creer en la palabra de los talibanes. Los juzgaremos por sus acciones. Y nos mantendremos en estrecha coordinación sobre cualquier paso que tomemos para avanzar en respuesta al comportamiento de los talibanes”, dijo Biden.
Yates dijo que esperaba que la mayoría de los afganos, que trabajaban con los estadounidenses, pudieran huir del país antes de la retirada de las tropas estadounidenses
“La otra cosa que creo que es realmente importante es el comportamiento de nuestros medios. Estoy muy impresionado, muy satisfecho con la función de los medios de comunicación, ya que están cubriendo esta historia. Hacen buenas preguntas. Están responsabilizando a la administración. Los están investigando. Están tratando de obtener buenas respuestas para algunas de las cosas que estamos viendo sobre el terreno en Afganistán, y creo que eso es algo bueno. Creo que muestra a los medios en su mejor momento, en su mejor momento”, dijo.
“Creo que, si esto puede sostenerse en el tiempo, entonces podría ser una especie de reinvención de nuestros medios estadounidenses, haciendo su trabajo para variar y siendo un fiscalizador del gobierno. Así que espero que ese sea el resultado final de todo esto”.
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