La tecnología de vigilancia china ayuda al régimen iraní mientras Teherán reprime a los manifestantes

Por Venus Upadhayaya
12 de diciembre de 2022 1:44 PM Actualizado: 12 de diciembre de 2022 1:44 PM

Irán se enfrenta a un aumento de las protestas en todo el país desde la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años que falleció el 16 de septiembre en circunstancias sospechosas tras ser detenida por presuntamente llevar el hiyab de forma incorrecta.

El régimen iraní ha reprimido duramente a los manifestantes y, al parecer, cuenta con la ayuda de la tecnología china de vigilancia mediante inteligencia artificial (IA) en esta campaña de represión.

Desde hace casi tres meses, miles de personas se reúnen en manifestaciones diarias en todo Irán tras la muerte de Amini. La represión de los manifestantes por parte del régimen incluye presuntas detenciones y encarcelamientos arbitrarios, violencia sexual y de género, uso excesivo de la fuerza, tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones.

Aproximadamente una semana antes de la muerte de Amini, durante la cumbre de 2022 de la Organización de Cooperación de Shanghái, grupo dirigido por Beijing, Irán, junto con algunos otros países, tomó medidas para estrechar aún más sus lazos económicos y políticos con el régimen comunista chino. Este creciente alineamiento con China también se manifiesta en la adopción por parte de estos Estados de tecnología para contribuir al control social, según señala la revista MIT Technology Review.

Los investigadores lo han denominado «autoritarismo digital». Un informe de Freedom House de 2021 situaba a Irán como uno de los peores entornos para la libertad en Internet, solo superado por China.

Cámaras de seguridad en la plaza de Tiananmen antes de la tercera sesión plenaria de la primera sesión de la XIII Asamblea Popular Nacional (APN), en el Gran Salón del Pueblo, el 11 de marzo de 2018, en Beijing, China. (Etienne Oliveau/Getty Images)

Autoritarismo digital

Estas tendencias de abusos de los derechos digitales no han hecho más que aumentar desde las protestas.

El Consejo Supremo del Ciberespacio de Irán prohibió temporalmente Instagram, la plataforma de redes sociales más popular del país, durante las protestas. Telegram, una aplicación de mensajería, fue prohibida anteriormente en 2018 porque alentaba las protestas contra el régimen.

Para sofocar aún más la disidencia y evitar que la gente se organice, el régimen también se ha centrado en mejorar sus capacidades de vigilancia, principalmente observando a China, dicen los expertos.

Sahar Tahvili, investigadora de IA y doctora en ingeniería de software, dijo que, dado que cada vez más personas en Irán recurren a tecnologías anticensura para evadir los controles del régimen, Teherán necesita combatir esto adquiriendo sistemas de vigilancia más sofisticados.

«No hay muchos proveedores que puedan exportar este tipo de tecnología a Irán y, como China es el país con el historial más largo de censura de Internet, es uno de los pocos proveedores disponibles», declaró Tahvilli a The Epoch Times en un correo electrónico.

Tahvili afirmó que el régimen iraní se está preparando para una era continua de represión de las protestas y que necesitará tecnología que pueda detectar los preparativos online y en tiempo real de las protestas para poder reprimirlas eficazmente antes de que se forme una masa crítica.

Un medio de comunicación iraní reportó que, alarmados por las protestas, los responsables políticos iraníes estaban considerando la posibilidad de desplegar cámaras de reconocimiento facial para hacer cumplir las normas del régimen sobre el uso del hiyab.

La noticia fue citada posteriormente por Tehran Bureau, un medio de comunicación iraní independiente con sede en el extranjero. «Tales tecnologías, producidas en China, son capaces de identificar a individuos entre la multitud, incluso por la noche, y pueden ser utilizadas por el régimen para construir casos contra manifestantes o mujeres que infrinjan el código de vestimenta», reportó Tehran Bureau el 30 de septiembre.

Según el reporte, al menos ocho empresas chinas venden al régimen iraní tecnología utilizada para vigilar a sus ciudadanos. Se trata de Hangzhou Hikvision Digital Technology, Huawei Technologies, ZTE, Zhejiang Dahua Technology, Tiandy, Tencent, Zhejiang Uniview Technologies y FiberHome Telecommunication Technologies.

Epoch Times Photo
Hikvision cameras are on sale at an electronic mall in Beijing, China on May 24, 2019. (FRED DUFOUR/AFP via Getty Images)

Algunas de estas empresas han sido sancionadas por Estados Unidos por ayudar a la represión del régimen chino contra los uigures en la región del extremo occidental de Xinjiang.

Iranwire, un sitio web de noticias de la diáspora y dirigido por ciudadanos, afirmó que el Ministerio del Interior iraní compró en 2020 equipos de circuito cerrado de televisión fabricados por la empresa china Dahua Technology. Las empresas de tecnología de vigilancia Dahua y Hikvision ayudaron al régimen comunista chino a establecer su red de vigilancia para reprimir a los uigures y otras minorías musulmanas en Xinjiang. Ambas fueron añadidas a una lista negra comercial de Estados Unidos en 2019 por su papel en ayudar a los abusos de Beijing contra los derechos en la región.

Jason M. Broadsky, director de políticas del grupo de defensa Unidos contra el Irán Nuclear, dijo que el establishment de Irán teme constantemente la infiltración occidental a través de Internet y ve a China como un socio confiable.

«Los dirigentes iraníes admiran el Estado policial chino y es probable que traten de emular algunas de sus prácticas. Rusia también puede formar parte de este nexo de supresión, ya que el gobierno estadounidense reveló que Moscú también puede estar asesorando a Teherán sobre cómo contrarrestar a los manifestantes», dijo Broadsky a The Epoch Times en un correo electrónico.

Tiandy

Los medios de comunicación locales afirman que se han instalado 15 millones de cámaras en 28 ciudades iraníes y que los datos se transfieren a dos centros de control, uno en Teherán y otro en China, según The Diplomat. La empresa tecnológica china Tiandy es, al parecer, la proveedora tanto de las cámaras como de los conocimientos necesarios para su funcionamiento.

Este nivel de vigilancia, según Tahvili, presenta un enorme problema de infraestructura, que es «[m]ás difícil por la necesidad de ejecutar en tiempo real el reconocimiento de caras/coches/otros por IA en las imágenes de estas cámaras».

«Una cámara de vigilancia promedio produce al menos 1 Mbps de datos, y 15 millones de ellas crearían 162 petabytes de datos al día», dijo

Esta cantidad de datos necesita ser transportada, analizada y almacenada, y la forma más eficaz de instalar estos servicios y gestionar los costes de almacenamiento y procesamiento de datos es «vendiendo» el acceso a los mismos, señaló.

«La empresa que proporciona software de vigilancia necesita este tipo de datos, especialmente de otras regiones del mundo, para poder aumentar la calidad de sus propios sistemas», dijo Tahvili, refiriéndose a las empresas chinas.

Sin embargo, Nariman Gharib, activista iraní radicado en el Reino Unido que se opone al régimen e investigador independiente sobre ciberespionaje, afirmó que no cree que se hayan instalado realmente muchas cámaras de vigilancia en Irán.

«En uno de los recientes ciberataques contra el Ayuntamiento de Teherán, descubrimos que se habían instalado menos de 10,000 cámaras para controlar el tránsito (que también se utilizan para vigilar a los ciudadanos) en todo Teherán», declaró a The Epoch Times en un correo electrónico.

El senador republicano Marco Rubio pidió recientemente que se impusieran sanciones a Tiandy por vender al régimen iraní tecnología de vigilancia que, en su opinión, podría utilizarse para castigar a manifestantes pacíficos iraníes, y por su papel en el apoyo a la opresión de Beijing en Xinjiang. Actualmente, la empresa no está sujeta a ninguna sanción estadounidense.

«Según activistas de derechos humanos, el régimen iraní también ha empezado a comprar a Tiandy software avanzado de reconocimiento facial. La venta de la misma tecnología a Teherán, incluso al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) del régimen, plantea serias dudas sobre si los productos de Tiandy se están utilizando contra manifestantes iraníes pacíficos», escribió el senador en una carta enviada el 1 de diciembre al secretario de Estado Antony Blinken, a la secretaria del Tesoro Janet Yellen y a la secretaria de Comercio Gina Raimondo.

Internet halal

El régimen chino e iraní firmaron en marzo de 2021 un acuerdo de cooperación de 25 años y 400,000 millones de dólares titulado Asociación Estratégica Integral. Una de las áreas clave de cooperación en virtud de este acuerdo es el avance del sistema nacional de Internet de Irán, según reportaron varios medios de comunicación.

El régimen lleva más de una década desarrollando una Internet controlada localmente. Un análisis de caso publicado por el Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos en mayo dijo que una versión de este sistema nacional de Internet, también llamado «Internet Halal», fue lanzado en 2011 por Ali Agha-Mohammadi, ex vicepresidente adjunto de Asuntos Económicos y miembro del Parlamento de Irán.

Similar al «Gran Cortafuegos» chino —el mayor aparato de censura y vigilancia de Internet del mundo— la Internet centralizada iraní implica filtración y control de contenidos.

Esencialmente, la «Internet halal» se presentó como una oportunidad para que la élite política se disputara el poder sobre los internautas iraníes en el ciberespacio. La implantación de una ‘internet halal’ puede atribuirse así como una respuesta de guerra blanda al Movimiento Verde iraní de 2009, que consistió en protestas populares contra la reelección de Mahmud Ahmadineyad como presidente de Irán», afirma el análisis.

Broadsky afirmó que el régimen iraní se siente muy amenazado por las redes sociales y las considera una guerra blanda contra la República Islámica, un temor que se ha exacerbado con las recientes protestas.

«Por ello, es probable que las voces radicales citen las protestas como una necesidad para restringir aún más Internet», afirmó, añadiendo que Irán ha aumentado su dependencia de China en virtud de su política de «mirar hacia Oriente», defendida por el líder supremo.

Además de bloquear contenidos que considera que violan los principios religiosos, Tahvili señaló que el régimen también podrá controlar las noticias y compartir noticias falsas en su Internet nacional.

Tahvili añadió que es probable que el régimen también adopte tecnología de vigilancia de inteligencia artificial en esta Internet para vigilar y controlar lo que hacen y dicen los usuarios.

Gharib afirmó que el régimen iraní está haciendo todo lo posible por aumentar la censura en Internet y vigilar a los ciudadanos.

«Por eso intentan promover una herramienta que pueda ser rastreada. Por ejemplo, hay muchos taxis de Internet en Irán, todas esas empresas cooperan con las autoridades de seguridad y tienen acceso en directo a su plataforma», explicó Gharib, quien añadió que ésta es solo una de las muchas formas que tiene el régimen de vigilar a sus ciudadanos.

Más vigilancia para un futuro

Las plataformas de redes sociales como Instagram han desempeñado un poderoso papel en la amplificación de las protestas actuales, ya que los medios de comunicación tradicionales siguen estando severamente controlados. Por ello, durante las protestas las autoridades prohibieron temporalmente Instagram. Pero no lo hicieron de forma permanente debido a los ingresos de entre 700 y 1000 millones de dólares que genera para diversos mercados dentro de Irán.

El Consejo Supremo del Ciberespacio de Irán decidió que hasta que no encuentre un sustituto local legítimo para Instagram no pensará en prohibirlo permanentemente.

Tahvili planteó que el régimen podría estar trabajando con China para desarrollar dicho sustituto. Sin embargo, no ha habido reportes públicos ni anuncios de tal asociación.

«Podría darse el caso, pero no puedo confirmarlo al 100%. Sin embargo, Irán tiene un acuerdo de ciberseguridad con China y Rusia», dijo Tahvili.

Gharib afirmó que el régimen iraní no busca ayuda de China para software, sino tecnología china para hardware.

«Incluso en el pasado, querían promover la aplicación WeChat en Irán, pero cuando la gente se enteró de que esta aplicación estaba hecha en China, no fue bien recibida», dijo Garib, refiriéndose a la popular aplicación china para todo.

Añadió que, aunque la República Islámica ha intensificado sus restricciones a Internet y ha bloqueado redes populares, los ciudadanos iraníes siguen utilizando aplicaciones móviles occidentales a través de redes privadas virtuales (VPN).

En el contexto del creciente descontento con el régimen, según Tahvili, Irán seguirá tomando notas del manual de Internet del régimen comunista chino. Probablemente endurecerá la censura de Internet en Irán y cualquier esfuerzo por eludirla se considerará delictivo, y aumentará el rastreo de teléfonos móviles.

«Se desplegará un ejército de internautas pagados y bots para controlar la opinión en internet a favor del régimen. Los teléfonos inteligentes y ordenadores que se vendan localmente vendrán con software espía emitido por el régimen», afirmó.


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