Cuando los agricultores de Estados Unidos regresaron a sus campos en abril, dando inicio oficial a la temporada de cultivo de 2022, implementaron cambios significativos en las plantaciones de sus cultivos.
Debido al aumento de los costos de los fertilizantes y la escasez de productos químicos, y las condiciones de sequía prolongada, los agricultores ahora están sembrando cantidades diferentes y más pequeñas de ciertos cultivos.
Algunos expertos creen que los pronósticos para la temporada de cultivo de 2022 pueden superar los recursos de producción existentes y pueden ser demasiado ambiciosas.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) realizó una encuesta de productores de todo el país, que mostró intenciones de plantar un récord de 91 millones de acres de soja en 2022. Esto supondría un aumento del 4 por ciento respecto al año pasado.
Sin embargo, los productores de maíz encuestados en 11 estados revelaron un pronóstico de siembra de solo 89.5 millones de acres este año. Esto representa una caída de la producción del 4 por ciento.
Se espera una producción récord de maíz para 2022 en tres estados: Connecticut, Massachusetts y Rhode Island.
Además, la siembra de trigo se encuentra en su quinto nivel más bajo desde 1919.
A pesar de los desafíos, los agricultores estadounidenses siguen adelante con movimientos estratégicos en un esfuerzo por «arreglárselas» con lo que está disponible en términos de recursos, tanto artificiales como naturales.
“A falta de un mejor juego de palabras, es la ‘tormenta perfecta’. Estamos teniendo escasez de fertilizantes y también de productos químicos en general relacionados con la agricultura», dijo Reb Wayne, del Departamento de Agricultura de Texas, a The Epoch Times.
Wayne explicó que la escasez de suministros, combinada con los efectos devastadores de la sequía, puede provocar un menor rendimiento.
“Ya está teniendo un impacto por lo que hemos visto”, dijo. “La gente habla de sembrar menos, y los agricultores están preocupados de que los rendimientos sean menores a pesar de todo, lo que suele ocurrir en función de la sequía».
“Es difícil medir en esta etapa cuál será el impacto total [pero] en la medida en que el rumor en la industria es seguro, esto tendrá un rendimiento menor en todos los ámbitos. No se trata de una sola cosecha».
El 11 de marzo, el USDA anunció un plan para invertir USD 250 millones en la producción de fertilizantes en Estados Unidos. El nuevo programa de subsidios tiene como objetivo aliviar los costos excesivos y la escasez.
Los suministros de fertilizantes en Estados Unidos han sufrido una serie de contratiempos que comenzaron con problemas en la cadena de suministro relacionados con la pandemia, creando una escasez notable en 2021.
Posteriormente, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lanzó una invasión militar de Ucrania el 24 de febrero, haciendo que los precios de los fertilizantes se inflaran aún más.
El aumento de precios resultante del conflicto de Moscú en la vecina Ucrania se debe a que Rusia es el mayor exportador mundial de fertilizantes, representando el 23 por ciento de las exportaciones de amoníaco, el 14 por ciento de la urea, el 10 por ciento del fosfato procesado y el 21 por ciento de las exportaciones de potasa.
Como parte de su respuesta a la crisis, el USDA tiene la intención de lanzar una consulta pública en busca de información sobre semillas e insumos agrícolas, fertilizantes y mercados minoristas para abordar las crecientes preocupaciones en el aspecto logístico.
«Las recientes interrupciones de la cadena de suministro—desde la pandemia mundial hasta la guerra no provocada de Putin contra Ucrania—han demostrado lo importante que es invertir en este eslabón crucial de la cadena de suministro agrícola aquí en casa», dijo el secretario de agricultura, Tom Vilsack.
En Missouri, que alberga 95,000 granjas, el precio elevado de los materiales de producción ha afectado mucho a los agricultores.
“Los altos costos de los insumos son sin duda una preocupación. Los costos de los fertilizantes son el doble y el triple en muchos casos de lo que eran el año pasado”, dijo Christi Miller, del Departamento de Agricultura de Missouri a The Epoch Times.
Miller dijo que las proyecciones indicaban que los agricultores de Missouri también sembrarían menos maíz, con un estimado de 3.5 millones de acres en 2022. Si se concreta, esto sería 100,000 acres menos que el año anterior.
Debido al versátil uso del maíz en los productos alimenticios, los expertos predicen que la escasez de siembra continuará generando precios más altos para el maíz, cuyo coste ya ha subido un 5.5% este año. Esto afectará a múltiples bienes de consumo, desde la harina de maíz hasta el almidón y el jarabe de maíz de alto contenido en fructosa.
También es probable que los precios de los cereales y productos de grano suban un 7 por ciento en las estanterías de las tiendas este año.
«Se prevé que todos los precios de los alimentos aumenten», dijo el Servicio de Investigación Económica del USDA en un informe de marzo.
Aunque los productores de maíz de Missouri siguen una tendencia de reducción establecida, dice que los consumidores pueden esperar más soja del estado.
Aunque Miller admite que el alto costo de los fertilizantes puede ser un factor en la decisión consciente de plantar menos maíz, el precio de la soja también puede desempeñar un papel. Añadió que los agricultores planean utilizar unos 6.1 millones de acres para la producción de soja.
“Eso superaría el récord anterior de 5.95 millones de acres en 2017 y es un aumento de 400,000 [acres] en 2021”, agregó Miller.
Los precios de mercado de la soja alcanzaron su nivel más alto desde 2012 en marzo de este año, y superaron los USD 17 por bushel gracias a los cambios en la producción en Brasil y al aumento de la demanda de China.
Aunque dejando de lado las ganancias y la escasez, la sequía sigue siendo un factor importante en algunos de los cambios de siembra que los agricultores estadounidenses están haciendo este año.
“Estamos escuchando algunas de esas preocupaciones procedentes del sur, del valle del Río Grande y del sur de Texas, de donde provienen muchos de nuestros cultivos de hortalizas. La falta de lluvia afecta incluso a nuestros productores de arroz”, explicó Wayne.
Las condiciones de sequía afectarán la temporada de cultivo de 2022 en al menos 20 estados, muchos de los cuales sufren una escasez histórica de agua.
El Monitor de Sequía de EE. UU. dice que es fundamental que los agricultores cultiven más con menos agua esta temporada y dice que las perspectivas hasta junio anticipan sequías duraderas en casi la mitad del país.
Los cultivos de cobertura juegan un papel importante en la mejora de la calidad del suelo y la reducción de la pérdida de agua por evaporación.
Los productos similares a la hierba, como el centeno, el trigo y un híbrido de sorgo y hierba del Sudán, ofrecen una notable cobertura del suelo. Las legumbres que ahorran agua, como las lentejas medic y las Indianhead, también forman parte de los cultivos de cobertura.
En febrero, el USDA anunció su plan para el programa de cultivos de cobertura pandémicos de 2022, que ofrece a los agricultores que hayan plantado un cultivo de cobertura que reúna los requisitos este año un beneficio de prima de USD 5 por acre además de su seguro existente.
“Nuestra preocupación con lo que estamos viendo aquí no es solo una cosa, es general”, dijo Wayne.
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