La Unión Europea (UE) estudia reforzar el control sobre las exportaciones de tecnologías «específicas y sensibles» a Hong Kong como parte de su respuesta a la nueva ley de seguridad china que impone cadena perpetua para casos de «secesión» o «subversión contra el poder estatal».
«Miramos las posibilidades de escudriñar más las exportaciones de tecnologías específicas y sensibles a Hong Kong», declaró en una rueda de prensa el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, tras una reunión de ministros comunitarios del ramo en la que se abordó la situación en la ciudad semiautónoma.
El político español indicó que esa fue una de las medidas que los titulares de Exteriores de los Veintisiete consideraron como parte de la respuesta coordinada de la UE a la nueva ley sobre seguridad nacional impulsada por Beijing, que incluiría medidas adoptadas a nivel de toda la Unión y otras que dependerán de las autoridades de los países miembros.
Los jefes de la diplomacia de la Unión también analizaron «las implicaciones de la ley de seguridad nacional para los acuerdos de extradición de los Estados miembros con Hong Kong y para las recomendaciones de viaje», y estudiaron la posibilidad de aumentar las becas para estudiantes de la excolonia británica.
«También hemos estado hablando a nivel de la Unión Europea sobre las implicaciones para el asilo y la inmigración de la ley de seguridad nacional, así como sobre los visados para los hongkoneses. Aunque los visados son una competencia de los Estados miembros, se ha discutido ampliamente hoy», añadió Borrell.
El alto representante comunitario precisó que los ministros acordaron este lunes «desarrollar una respuesta coordinada de la UE para mostrar apoyo a la autonomía de Hong Kong y la sociedad civil».
«Esto incluirá medidas a nivel de la Unión Europea y también medidas que recaen bajo las competencias nacionales de los Estados miembros en un enfoque coordinado. Todo se hará en coordinación con los Estados miembros y la totalidad de las medidas constituirán una amplia respuesta de la Unión Europea», expuso.
Agregó que algunos países podrían anunciar ya medidas nacionales «en los próximos días», según el debate mantenido hoy.
El político aseguró que «todos» los socios comunitarios tienen «serias preguntas» sobre la conformidad de la nueva norma con los compromisos internacionales de China.
Igualmente, destacó que la ley «claramente tendrá un impacto» en las relaciones entre Beijing y Bruselas.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, apuntó tras la reunión que ella y sus homólogos comunitarios expresaron «de manera bastante unánime» su interés en que no se debilite el criterio «un país, dos sistemas», que es el que comprometió a China con Hong Kong en 1997, cuando se produjo el traspaso de soberanía.
«España suscribe esa preocupación», constató, y añadió que la cuestión hongkonesa se seguirá tratando en futuras reuniones de ministros de Exteriores de la UE.
La nueva ley establece penas de hasta cadena perpetua para supuestos de «secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos del régimen comunista), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional».
Asimismo, cualquier persona condenada por alguno de los supuestos de la ley no podrá presentarse como candidato a las elecciones del Consejo Legislativo hongkonés.
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