Después de que hallaran a seis personas asesinadas en el desierto de California el mes pasado tras una disputa relacionada con marihuana ilegal, las fuerzas policiales de todo el estado están advirtiendo de los peligros asociados al mercado ilícito.
«No son las pequeñas tiendas, es el mercado negro, las grandes empresas, las organizaciones de cárteles, las organizaciones criminales las que se dedican a esto», declaró Shannon Dicus, sheriff de San Bernardino, a The Epoch Times. «O no estaríamos viendo los asesinatos como [este]».
Una llamada al 911 el 23 de enero llevó al hallazgo de seis individuos asesinados a tiros en el alto desierto del este del condado de San Bernardino. La policía encontró pruebas de tráfico ilícito de marihuana en la escena del crimen, y cinco de los cadáveres fueron quemados.
Mientras que quemar los cuerpos era posiblemente para encubrir las pruebas, el sheriff dijo que la disposición y el estado de los cuerpos sugieren que la escena tenía la intención de ser una advertencia a otros posibles competidores o ladrones.
«Tenemos que darnos cuenta de que están enviando un mensaje: este es nuestro territorio», dijo el Sr. Dicus. «Y creo que esa parte se pasa por alto».
Con cientos de granjas ilegales de marihuana repartidas por todo el condado —menos que las miles que llenaban el desierto hace solo unos años— dijo que en numerosas ocasiones se encontraron cadáveres tirados en los lugares de cultivo o cerca de ellos.
También dijo que tanto residentes como policías han sido violentados por conducir cerca de algunas plantaciones de marihuana, ya que los guardias contratados para los cultivos ilegales amenazan agresivamente a los vehículos que se acercan a sus operaciones.
«Hemos recibido llamadas de ciudadanos denunciando que fueron agredidos o abordados por el mero hecho de conducir por un camino de tierra en el que hay uno de estos cultivos», declaró Dicus.
Además, dijo que algunos de sus ayudantes, que patrullan habitualmente, recibieron disparos a través de sus parabrisas si conducían demasiado cerca de un cultivo.
Conocido por la producción de marihuana durante décadas, el cultivo ilegal no es nada nuevo en el Estado Dorado, pero los expertos sugieren que la escala y el nivel de violencia cambiaron después de que los votantes aprobaran en 2016 una medida electoral que legalizaba la marihuana recreativa.
«Básicamente surgieron de la noche a la mañana después de la Proposición 64 … [es] lo que abrió las compuertas para el mercado negro», dijo. «No tiene poder para obligar su cumplimiento., y es por eso que se expandió».
Para los expertos en aplicación de la ley es especialmente preocupante que la Proposición 64 reduzca el cultivo ilegal de marihuana de delito grave a delito menor.
Los precios se desplomaron y los robos se dispararon
Según algunos sheriffs y fiscales de distrito de todo el estado, esto promovió un mayor crecimiento ilegal e incentivó la presencia de un elemento criminal más peligroso en la ecuación.
«Las cosas no eran como ahora», declaró a The Epoch Times Matt Kendall, sheriff del condado de Mendocino. «Algo ocurrió después de que el estado iniciara este reajuste, y las cosas se salieron de control».
Desde que se cambió la ley, el precio de la libra de marihuana ilegal se desplomó de unos 1000 dólares por libra a tan solo 100 dólares. Con la caída del precio, los cultivadores aumentaron significativamente su producción para mantener y aumentar sus ingresos.
Además, la disminución de los beneficios incrementó el número de robos, según expertos policiales y conocedores del sector.
«Resulta mucho más lucrativo robarla que cultivarla», afirma Kendall.
Es necesaria la ayuda del poder legislativo antes de que la situación se vuelva más peligrosa y difícil de contener, afirmó.
«El estado de California siempre parece construir el avión a medio vuelo», dijo el Sr. Kendall. «Y si vas a construirlo a medio vuelo, probablemente deberías prestar atención a la gente de atrás que está diciendo que la cola se está cayendo».
El condado de Mendocino, conocido como parte del Triángulo Esmeralda —formado por tres condados, incluidos Humboldt y Trinity, famosos por el cultivo de marihuana— está experimentando un aumento de los niveles de violencia, según los registros del condado.
Citando estadísticas recientes, el sheriff estimó que los asesinatos relacionados con la marihuana ilegal representan ahora alrededor del 50% de los homicidios en el condado.
«A lo largo de los años, hemos encontrado muchos cadáveres», dijo el Sr. Kendall.
Varios fueron descubiertos sin cabeza, y otros fueron arrojados o enterrados en y alrededor de los sitios de cultivo en todo el condado, dijo.
«Tenemos gente armada corriendo por los barrios infundiendo terror, y todo el mundo tiene miedo de decir algo», dijo.
Los rumores sobre la presencia de cárteles en la zona persisten desde hace años, y los lugareños hablan abiertamente de miedo y ansiedad por las operaciones a gran escala que se ven en las colinas.
Varios residentes declararon a The Epoch Times que las prácticas nocturnas de tiro sirven para avisar a los posibles ladrones que hay guardias bien armados.
Un funcionario de las fuerzas policiales, que habló bajo anonimato, dijo que las operaciones dirigidas por cárteles aumentaron significativamente desde la aprobación de la Proposición 64, y que dos familias dominan el mercado ilícito en el norte de California.
Tráfico de mano de obra inmigrante ilegal
El sheriff Kendall está de acuerdo en que las organizaciones criminales organizadas están desempeñando un papel en el mercado y en los delitos de tráfico de personas, comenzando millas al sur, en la frontera entre Estados Unidos y México.
«Toda nuestra inteligencia dice que los cárteles controlan la frontera», dijo el Sr. Kendall. «Para cruzar la frontera, muchas de estas personas se convierten en esclavos para saldar una deuda».
En todo el estado, las historias de tráfico de personas incluyen aquellas en las que se prometen lucrativos pagos al final de la temporada de cultivo, que no se cumplen.
En uno de estos casos, un cultivador de Kneeland, California, en el condado no incorporado de Humboldt, asesinó a uno de sus trabajadores e intentó matar a otro después de que terminaran su trabajo.
El acusado, Mikal Wilde, utilizó a inmigrantes «para trabajar en su cultivo de marihuana creyendo que eran prescindibles, que no estaban en condiciones de quejarse y que no se los extrañaría si desaparecieran para siempre en los bosques del condado de Humboldt», dijeron los fiscales en los documentos de acusación. «Se aprovechaba de su condición y los consideraba mano de obra gratuita que no podía enfrentarse a él».
Declarado culpable de seis delitos graves, el asesino fue condenado a cadena perpetua más 35 años en una prisión federal.
Algunas muertes se deben también a las peligrosas condiciones de trabajo y de vida. Los generadores que funcionan en el interior de los llamados «politúnel» —invernaderos improvisados hechos con tuberías de PVC y láminas de plástico— han causado numerosas muertes por intoxicación de monóxido de carbono, y los cadáveres de los trabajadores migrantes han sido arrojados en los alrededores, según los sheriffs.
Sin embargo, según las autoridades, la mayoría de las muertes relacionadas con el mercado ilegal son el resultado de un acto delictivo.
Según el sheriff Jeremiah LaRue, en el condado de Siskiyou se están llevando a cabo cinco investigaciones activas de homicidios relacionados con la marihuana ilegal.
«La violencia aumentó sustancialmente», dijo el Sr. LaRue a The Epoch Times. «Gran parte de ella son tratos de drogas que salen mal».
Describió una situación en 2020 en la que tres individuos llegaron al condado para comprar marihuana ilegal y terminaron en un tiroteo con los vendedores que resultó en una muerte y múltiples heridos.
«El crimen violento, la trata de personas … estamos viendo esto todos los días», dijo el Sr. LaRue.
Al igual que otros expertos en la aplicación de la ley, dijo que el problema se originó con la Proposición 64.
Los expertos del sector cuentan historias terribles
Los cultivadores, tanto legales como ilegales, coinciden con los sheriffs en que el sistema no está produciendo resultados eficaces —como regular el sector y permitir que productores y consumidores se beneficien— al mismo tiempo que pone en peligro la seguridad pública.
Un cultivador y corredor de la zona de la bahía que decidió no participar en el mercado legal, dijo que gracias a ello ganó más dinero, pero que en los últimos años vio cómo aumentó el riesgo de robo.
«Es salvaje aquí, la gente queda atada por sus libras», dijo a The Epoch Times el hombre de mediana edad, que pidió permanecer en el anonimato. «Asaltaron nuestro lugar dos veces durante el último año y claro que no podemos pedir ayuda a la policía».
Los sheriffs cuentan historias similares, diciendo que han oído relatos «de tercera mano» de robos y encuentros violentos. A menudo, las víctimas optan por no denunciar los incidentes por miedo a incurrir en responsabilidad penal por participar en actividades ilegales.
Una víctima de robo contó a The Epoch Times que temió por su vida cuando unos hombres armados asaltaron su cultivo ilegal de marihuana en un depósito de Oakland.
«No podían abrir la puerta, pensaban que la tenía cerrada y me decían que me iban a matar si no la abría», dijo el hombre, que pidió el anonimato, a The Epoch Times. «Pero al final consiguieron abrirla y se llevaron todo lo que tenía».
Otra víctima que fue objetivo de ladrones armados dijo sentirse aliviado de estar vivo teniendo en cuenta el número de muertes que se han producido en situaciones similares.
«Perdí cientos de miles de dólares en efectivo y productos, y perdí amigos en el proceso que se sintieron agraviados porque me robaron», dijo a The Epoch Times el informante que pidió el anonimato. «Pero al menos estoy vivo. Cuando me empujaron contra el hormigón y sentí la pistola en la cabeza, pensé que era el fin».
Vidas en juego
Los recientes asesinatos llamaron la atención sobre una tendencia que persiste desde hace años en toda California.
Siete personas murieron por disparos en 2020 en una operación ilegal de marihuana en Aguanga, California, una pequeña ciudad al norte de San Diego. No hubo arrestos, pero los funcionarios incautaron 1000 libras de marihuana y varios cientos de plantas del lugar.
Las vidas de los agentes de la ley están en peligro debido a la inadecuada protección del Estado, según los expertos, que señalan las limitadas consecuencias legales para los delincuentes y los incidentes del pasado como prueba de que hay que hacer más.
El ayudante del sheriff del condado de El Dorado, Brian Ishmael, fue asesinado por un cultivador en una granja ilegal en una zona rural del condado en 2019 mientras respondía a una llamada al 911 sobre el posible robo de plantas.
La mayoría de las víctimas de violencia relacionada con el comercio ilegal, sin embargo, son aquellos involucrados en el cultivo y la distribución, según los registros judiciales.
En 2021, tres personas encargaron en San Bernardino una libra de marihuana —que en aquel momento valía menos de 1000 dólares— y mataron a la persona que se la entregó.
«Estos individuos violentos claramente no tienen consideración por la vida», dijo Christopher Bombardiere, agente especial a cargo de la División de Campo de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Los Ángeles, en un comunicado de prensa anunciando la sentencia para los tres individuos responsables del crimen. «En este caso, la codicia pudo más que la humanidad».
El robo es uno de los principales motivos en muchas de estas situaciones, en las que los ladrones se dirigen tanto a cultivadores como a vendedores con o sin licencia.
El inversor tecnológico y millonario Tushar Atre fue secuestrado en su casa en 2019 y llevado a su granja con licencia en las montañas cerca de Santa Cruz, donde más tarde fue encontrado muerto con las manos atadas con bridas, apuñalado y con un disparo en la nuca. Dos exempleados que trabajaban en su granja, y otros dos acusados, están a la espera de juicio por el crimen.
Con el aumento de los asesinatos mientras el mercado legal del marihuana lucha por sobrevivir, los expertos buscan soluciones en los legisladores.
Este año se están estudiando varias propuestas en la Legislatura de California para aplicar sanciones civiles a los cultivadores ilegales de marihuana, pero otros sugieren que se necesitan más consecuencias penales.
«Nadie nos escucha cuando decimos que esto es peligroso y criminal», afirma Kendall, sheriff del condado de Mendocino. «La ley necesita tener más poder para ser eficaz».
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