Desde el 8 de mayo, los activistas radicales a favor del aborto atacaron instituciones provida en todo el país, pero las autoridades aún no han hecho un solo arresto.
Hasta ahora, las acciones tipo “Summer of Rage” (Verano de Furia) anunciadas por los grupos a favor del aborto han registrado más de 50 ataques a grupos provida, según Catholic Vote.
Los ataques de los grupos pro-aborto han dejado desde Alaska hasta Florida un rastro de ventanas rotas, paredes con grafitis y de edificios afectados por bombas incendiarias. Algunos grupos provida han sido atacados varias veces.
En la clínica de atención al embarazo del norte de Colorado, Life Choices, se quemaron todas sus existencias de ropa de bebé tras un ataque con molotov.
Life Choices, como miembro del Instituto Nacional de Defensores de la Familia y la Vida ha ayudado a más de 27,000 mujeres y familias durante 37 años.
«Lo hemos perdido casi todo, excepto los ecógrafos», dijo Kathy Roberts, directora de la clínica.
Algunas mujeres embarazadas no quieren abortar, añadió Roberts, señalando que muchos centros cristianos de atención al embarazo están dispuestos a dar a estas mujeres otra opción.
A pesar de los ataques, no ha habido detenciones a nivel federal o estatal, alegan los líderes provida.
El Instituto Nacional de Defensores de la Familia y la Vida (NIFLA), un grupo que entrena, protege y equipa a más de 1600 centros de atención al embarazo en el país, dijo que no sabe de ninguna causa legal, incluso contra los vándalos, declaró su vicepresidenta de asuntos legales Anne O’Connor en un correo electrónico.
«Aunque no tenemos conocimiento de ninguna detención relacionada con estos incidentes, sabemos que en algunos casos, el FBI estaba investigando posibles delitos de odio y violaciones de la Ley FACE. En otros, se ha recurrido al Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. para que ayude», declaró O’Connor.
La Ley FACE fue firmada originalmente por el presidente Bill Clinton para proteger a los proveedores de servicios de aborto.
Esfuerzos «apreciados»
Esta ley establece penas para los intentos de herir o intimidar a las personas por impedir que se obtengan o se presten «servicios de salud reproductiva». También castiga los intentos de destruir los centros de servicios de salud reproductiva.
Los centros de salud reproductiva actualmente se benefician de las disposiciones de la ley.
«Aunque los actos violentos contra los centros de embarazo y las clínicas médicas que protegen la vida están aumentando, apreciamos los esfuerzos de las fuerzas del seguridad locales y nacionales para mantener el orden y la seguridad en nuestras comunidades», dijo O’Connor.
Ella también condenó la violencia contra cualquier ser humano.
Muchos de los ataques proceden del grupo radical Jane’s Revenge, que ha pedido que se intensifiquen los ataques contra los grupos provida después de que la Corte Suprema anulara el precedente caso Roe vs Wade.
No se conoce la estructura ni los números exactos de Jane’s Revenge, pero el grupo ha llevado a cabo ataques en todo Estados Unidos.
«Nosotros los cazaremos y haremos de sus vidas un infierno», está escrito en su página web. El grupo anunció que está en «guerra» contra los antiabortistas y que está dispuesto a acabar con sus vidas.
Jane’s Revenge no es el único grupo que está detrás de los ataques. Algunos ataques fueron realizados por personas no afiliadas.
Violencia en todo el país
Algunos líderes provida han descrito los meses posteriores a la filtración del borrador de la Corte Suprema sobre el fallo de Roe vs Wade como la «Kristallnacht pro-abortista» (la serie de linchamientos y ataques durante la Alemania Nazi).
Los líderes provida, incluida Kathy Roberts, dicen que les preocupa que los ataques se repitan dada la falta de detenciones.
«Hay cierta preocupación», dijo Roberts. «De hecho, nos han vuelto a amenazar por teléfono y hay grupos que quieren seguir acosando a diferentes centros».
La directora de la clínica contrató guardias de seguridad las 24 horas del día tras el ataque. Es caro, pero ella calcula que los daños que sufrió el establecimiento costarán 250,000 dólares para repararlos.
La serie de ataques de los pro-aborto podría ser suficiente para elevar también el costo del seguro, añadió.
«Eso ha sido lo primero en mi lista de pensamientos», dijo Roberts. «Sería muy posible que eso ocurriera».
A pesar de la incertidumbre y el riesgo de más atentados, añadió que su clínica tiene que seguir trabajando para ayudar a las mujeres embarazadas.
«No podemos dejar que un matón en la cuadra nos impida hacer un buen trabajo», dijo a continuación.
Los atentados con bombas incendiarias como los que afectaron a la clínica de Roberts solo se resuelven en el 21 por ciento de los casos, según las estadísticas de delincuencia.
The Epoch Times se puso en contacto con la Oficina de Asuntos Públicos del Departamento de Justicia, pero aún no ha recibido respuesta.
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