La campaña de reelección del presidente Joe Biden ha intentado generar entusiasmo en todo el país basándose en su historial económico y en el éxito de la «Bidenomics», pero los votantes de ambos lados del pasillo están confundidos y dicen que no han experimentado ningún alivio financiero.
«Voté por Biden, pero no sé de qué habla cuando dice que la ‘Bidenomía’, o lo que sea, está funcionando», declaró Sabrina Jones, de Denver (Colorado), a The Epoch Times. «Los precios no están bajando ni para mí ni para nadie que conozca».
Jones no es la única estadounidense con una visión pesimista de la economía.
Una encuesta publicada recientemente por Bankrate muestra que el 50 por ciento de los adultos estadounidenses dicen que su situación financiera general es peor de lo que era antes de noviembre de 2020, y el 69 por ciento dice que su costo de vida ha aumentado en los últimos tres años.
«Siento que las cosas han empeorado desde Trump, y no creo que vayan a mejorar», dijo la Sra. Jones.
La razón por la que muchos estadounidenses tienen una perspectiva sombría sobre la economía no debería tomar a nadie por sorpresa, dijo el analista económico senior de Bankrate Mark Hamrick a The Epoch Times. «En una palabra: inflación».
«A pesar de que la inflación ha llegado a su punto máximo y las cifras interanuales y mensuales están bajando, los precios aún no han bajado realmente, sobre todo si nos fijamos en los niveles anteriores a la pandemia».
Hamrick añadió que, aunque la tasa de desempleo sigue siendo baja, «una inflación históricamente alta y sostenida» hace mucho más daño a la economía.
«Parece que 2024 será un año mejor para los consumidores desde el punto de vista de la inflación, pero un gran interrogante está asociado a cuánto se moderará aún más el mercado laboral. La contratación se está ralentizando, la tasa de desempleo está subiendo y el número de personas que solicitan y reciben ayudas por desempleo está aumentando», dijo.
La Bidenomía es «el sueño americano», dice el presidente
A pesar de la creciente evidencia de que las políticas económicas del presidente Biden no han supuesto un alivio inmediato para muchos votantes estadounidenses, Biden ha hecho de ellas un mensaje central de su campaña de reelección.
«Amigos, la Bidenomía es sólo otra forma de decir ‘el sueño americano'», dijo el presidente Biden en un mitin en Minnesota a principios de este mes. «Tiene sus raíces en lo que siempre ha funcionado mejor para el país: Invertir en Estados Unidos… Puedo decir sinceramente que nunca he sido tan optimista sobre el futuro de Estados Unidos como hoy».
Es cierto que el desempleo ha bajado a niveles récord y que los datos indican que Estados Unidos se ha recuperado de la pandemia mejor que ningún otro país, pero sigue habiendo una desconexión entre lo que el presidente Biden dice que ha logrado y lo que los estadounidenses comunes están experimentando.
«Si quieres saber si estoy mejor, echa un vistazo bajo mi árbol de Navidad, si es que puedo permitirme uno este año», dijo a The Epoch Times Matt Price, un republicano de Pittsburgh (Pensilvania). «Creo que Biden no está en contacto con la realidad».
Sin embargo, el Sr. Hamrick dice que es más complicado que eso.
«Está la vieja frase: ‘Sus resultados pueden variar'», dijo. «En realidad no creo que haya desconexión. Es más bien el hecho de que los datos macroeconómicos no pueden y no se correlacionan perfectamente con las finanzas personales de cada individuo u hogar. Como ha dicho el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, la economía no funciona bien para nadie cuando la inflación es alta. Por eso la Fed está tan centrada en la parte de su doble mandato de precios estables, siendo la otra el máximo empleo».
La gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, que fue ascendida al cargo por el presidente Biden, señaló recientemente que, aunque la inflación está bajando, eso no es lo mismo que deflación, donde los precios bajan. En cambio, es desinflación, donde los precios están aumentando lentamente.
«Si la economía va mejor, si este proceso desinflacionista del que seguimos hablando está realmente en marcha, entonces ¿por qué la gente está tan molesta?», dijo recientemente la Sra. Cook durante un discurso en la Universidad de Duke. «Y yo me pregunté: ‘¿Por qué estoy tan disgustada? Bueno, yo sé por qué estoy enfadada. Porque tengo GasBuddy en mi teléfono y miro a mi alrededor y pienso: ‘¿Cuándo volverán los precios a ser como antes? ¿Verdad?».
La Sra. Cook dijo que la mayoría de los estadounidenses «no sólo están buscando la desinflación», sino que los precios vuelvan a donde estaban antes de que comenzara la pandemia.
Biden culpa a los medios por malas notas sobre la economía
El presidente Biden se encuentra en un momento crítico en su intento de reelección, a menos de un año de las elecciones, y encuesta tras encuesta la mayoría de los estadounidenses desaprueban su gestión de la economía. A medida que se presentan las malas noticias, el presidente ha elegido recientemente un nuevo blanco para sus bajas cifras de aprobación: los medios de comunicación.
«No son las personas más felices del mundo, según lo que reportan. Y lo digo sinceramente», dijo el presidente Biden a los periodistas en septiembre al celebrar un buen informe sobre el empleo. «Cuando se reporta de algo negativo, se consigue más repercusión. No quiero decir que se estén metiendo conmigo. Es la naturaleza de las cosas».
Pero economistas como Hamrick dicen que si el presidente quiere atribuirse el mérito cuando a los estadounidenses les va bien, también debería asumir la culpa cuando no les va bien.
«El problema que tengo con el concepto de marca de ‘Bidenomía’ es que la economía es más complicada con tantos más insumos que lo que una administración determinada puede hacer o realmente hace», dijo. «Ni siquiera el gobierno autoritario de China es capaz de hacer todo lo que quiere o necesita para sacar a su economía del estancamiento. El riesgo para el presidente es que si pretende atribuirse el mérito, es justo que también acepte parte de la culpa. Esto es similar al problema con el presidente Trump que parece atribuirse el mérito de las ganancias del mercado de valores».
La reciente encuesta de Bankrate ha revelado que cerca de 9 de cada 10 estadounidenses afirman que la economía jugará un papel fundamental a la hora de decidir a quién votarán en las elecciones presidenciales de 2024.
«En última instancia, dependerá de los votantes decidir sobre la relación entre el rendimiento de la economía, la relación de sus finanzas personales, y quién es el mejor candidato para alinearse con sus prioridades», dijo el Sr. Hamrick.
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