La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, afirmó una vez más que los estudiantes deben volver a las aulas cuando comience el nuevo año escolar, diciendo que las escuelas son «lugares de trabajo esenciales».
Durante su conferencia de prensa el viernes, McEnany citó las directrices recientemente publicadas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que sugieren que los niños pequeños no tienen tantas probabilidades de infectarse o de contagiar el virus del PCCh a sus maestros o familiares. Ella enfatizó que las recomendaciones de los CDC se basan en los datos más actualizados disponibles.
McEnany dijo que, aunque los estudios realizados posteriormente podrían sugerir una mayor tasa de transmisión entre los niños pequeños, se les debería permitir volver a la escuela, dado que rara vez experimentan los síntomas del COVID-19 con la misma gravedad que los adultos.
«Creemos firmemente que nuestras escuelas son lugares esenciales de trabajo, si los crees, nuestros maestros son personal esencial», dijo McEnany, respondiendo a una pregunta sobre los comentarios hechos por Deborah Birx, miembro del grupo de trabajo del coronavirus de la Casa Blanca, sobre el papel que desempeñan los niños en la propagación del virus.
Para ilustrar su punto, McEnany señaló un informe reciente de los CDC, que reveló una alarmante falta de denuncias de abuso infantil durante el cierre de las escuelas durante meses.
«Hay un fuerte descenso en los informes de sospecha de maltrato, pero trágicamente un notable aumento en la evidencia de abuso cuando los niños son visitados por los servicios», dice el informe de los CDC. «Los niños que viven en un hogar o vecindario en el que se produce negligencia, violencia o abuso, pero que no están físicamente en la escuela, se ven privados del acceso a profesionales escolares capacitados que pueden identificar fácilmente los signos de trauma y proporcionar el apoyo y la orientación necesaria».
Los comentarios de McEnany se producen cuando el presidente Donald Trump continúa instando a las escuelas de todo el país a traer a los estudiantes de vuelta a las aulas en el otoño. Él dijo el miércoles que se sentía «cómodo» con el regreso de su hijo y sus nietos a la escuela porque se le informó que los niños pequeños tienen menos probabilidades de contraer o propagar el virus.
«Me siento cómodo con eso», dijo Trump luego que le preguntaran si se sentiría cómodo enviando a sus propios hijos de vuelta a la escuela. «No se contagian fácilmente. No lo traen a casa fácilmente, y si lo contraen, se mejoran rápidamente». El hijo menor de Trump, Barron, tiene 14 años. Él también tiene 10 nietos.
«Me gustaría ver las escuelas abiertas al 100 por ciento. Y lo haremos con seguridad. Lo haremos con cuidado», dijo Trump.
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