El número de muertes por COVID-19 reportadas en Estados Unidos durante el 2021 superó el total de 2020, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y de la Universidad Johns Hopkins.
Hasta este fin de semana, el número total de muertes por COVID-19 alcanzó las 770,816 desde que se declaró la pandemia, según el instituto Johns Hopkins. En 2020 se registraron unas 385,343 muertes por COVID-19, según los datos de los certificados de defunción de los CDC.
Cuando se resta del total entregado por el instituto Johns Hopkins, significa que se han reportado 385,457 muertes por COVID-19 en lo que va del año. El CDC muestra actualmente 382,861 muertes en lo que va del año, pero ese recuento está por detrás del Johns Hopkins porque solo incluye las muertes reportadas después de que hayan sido recibidas y procesadas por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
Mientras tanto, la proporción de casos y letalidad del instituto Johns Hopkins para EE.UU. sugiere que el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), tiene una tasa de supervivencia de aproximadamente el 99 por ciento. Mientras tanto, es probable que el número de casos de COVID-19 reportados a los CDC, que ahora asciende a 47 millones en Estados Unidos, probablemente se subestime ya que no todos se han realizado pruebas de COVID-19.
Alrededor del 69 por ciento de la población estadounidense, incluidos los niños, están al menos parcialmente vacunados, mientras que alrededor del 59 por ciento están completamente vacunados, según cifras de los CDC. Los adultos mayores de 65 años tienen una tasa de vacunación parcial de casi el 100 por ciento, mientras que el 86 por ciento están completamente vacunados, según muestran los datos.
Los datos se conocen días después que la administración Biden diera a conocer una regla que exigiría vacunas o pruebas para los trabajadores en empresas privadas con 100 o más empleados, a partir del 4 de enero. La regla, que autoriza que el gobierno federal puede imponer multas de miles de dólares por violación, se ha enfrentado a una avalancha de demandas.
La semana pasada, la Quinta Corte de Apelaciones de EE.UU. reafirmó su orden de bloquear temporalmente la aplicación de la regla, emitiendo un fallo mordaz que cuestionó drásticamente la constitucionalidad de la orden de vacunación. Después del fallo, la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional, u OSHA, dijo que suspendería la aplicación de la regla.
OSHA, al publicar el anuncio en su sitio web, afirmó que «sigue confiando en su autoridad para proteger a los trabajadores en situaciones de emergencia».
Mientras tanto, en Alemania, que tiene una tasa de vacunación más alta que Estados Unidos, la tasa de incidencia de COVID-19 de siete días subió al nivel más alto desde que comenzó la pandemia por decimocuarto día consecutivo el domingo, alcanzando 372,7 en todo el país.
El primer ministro del estado de Baviera, Markus Soeder, pidió una decisión rápida para que las vacunas anti-COVID sean obligatorias, mientras que el primer ministro del estado de Schleswig-Holstein, Daniel Guenther, dijo que las autoridades deberían al menos discutir ese paso para aumentar la presión sobre los ciudadanos no vacunados.
Con información de Reuters.
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