Un 61 por ciento de las pequeñas empresas subieron sus precios a principios de 2022, según la Federación Nacional de Empresas Independientes. El porcentaje es el más alto desde 1974. El aumento coincide con una tasa de inflación del 7.5 por ciento, según la Oficina de Estadísticas Laborales, respecto a enero de 2022.
La tasa general de inflación está estimulando el alza de precios de algunas pequeñas empresas. «Si no hubiéramos subido nuestros precios, habríamos trabajado igual que el año anterior y habríamos ganado menos dinero porque la inflación se comería nuestros beneficios», dijo a The Epoch Times Wendy Barlin, contadora pública y fundadora de About Profit, un negocio de estrategia fiscal con sede en Staten Island. Su empresa subió los honorarios un 10 por ciento para 2022.
Junto con este aumento, los miembros del equipo de la empresa están recibiendo mejores salarios. «Estamos ofreciendo aumentos del 10 por ciento a los miembros de nuestro equipo», explicó Barlin. «Con la Gran Resignación (en que los estadounidenses dejan sus trabajos en un tiempo récord) queremos mantener a nuestros jugadores A por lo que tenemos que tratarlos de la misma manera. A ellos también les afecta la inflación». La empresa cuenta con 16 miembros del equipo.
Gran parte del alza de precios puede atribuirse al costo que las empresas necesitan gastar en suministros. «Hemos tenido que subir nuestros precios en los últimos 12 meses por varias razones, la principal de ellas es que nuestros costos incurridos también han aumentado», dijo a The Epoch Times Jacob Shirar, presidente y director general de Rocky Mountain Finishes, una pequeña empresa de Craig, Colorado. Rocky Mountain Finishes es una empresa de productos prefabricados que ofrece productos como revestimientos, suelos, molduras y puertas preteñidos y prepintados.
«A menudo nos piden que no solo nos encarguemos del acabado de los productos, sino que también los suministremos», explicó Shirar. Los problemas de la cadena de suministro han hecho subir el precio de los productos de construcción por lo que Shirar ha visto cómo los materiales de construcción de su empresa han subido entre un 12 por ciento y un 20 por ciento en el último año.
«Incluso cosas como las pinturas y los tintes, y las resinas y pigmentos internos que les dan sus colores han aumentado alrededor de un 10 por ciento anual», añadió. «Simplemente no podemos absorber esos costos».
Las reacciones de los clientes han sido variadas. En el caso de Barlin, los clientes entendieron el aumento de precios, explicó. Para Shirar, no ha habido un gran impacto en el volumen de ventas. El beneficio global, incluso con los precios más altos que está cobrando a los clientes, no ha cambiado. Como explicó, «solo hemos tenido que gastar más para ganar lo mismo».
En algunos casos, el cambio de precios ha llevado a los clientes a explorar otras opciones. Cuando la tienda de suplementos My Supplement Store, que vende productos nutricionales, se enfrentó a la escasez de ingredientes, tuvo que trasladar a los clientes los crecientes ajustes de costos. Debido a problemas en la cadena de suministro, el precio de la creatina, una sustancia que proporciona energía a las células musculares, subió considerablemente.
«Hace seis meses, vendíamos 500 gramos [de creatina] por unos 20 dólares», dijo Jeff Moriarty, director de marketing de My Supplement Store, a The Epoch Times. «Ahora, ese mismo producto cuesta casi 50 dólares».
La respuesta de los clientes al alza de precios ha sido negativa. «Hemos comprobado que las ventas de este producto bajaron casi un 50 por ciento y hemos oído a muchos clientes que están rastreando Internet en busca de precios más baratos de empresas que todavía tienen existencias de su antiguo inventario», dijo Moriarty.
Algunas empresas están aprovechando los cambios de precios como una oportunidad para reelaborar su plan de negocio o sus esfuerzos de marketing. «Casi siempre es más costoso captar nuevos clientes que subir las tarifas y explicar el motivo a los clientes actuales», dijo a The Epoch Times Lattice Hudson, fundadora de Lattice & Co. que ofrece servicios de asesoramiento a empresarios. «Lo que más ha importado a mi empresa es retener a los clientes de mayor calidad».
Hudson se centró en mantener a los clientes de alta calidad cuando decidió subir los precios para pagar mejores salarios a los empleados. «Una alza de precios me ayudó a reducir los clientes que apoyaban el crecimiento de mi negocio», explicó. Los que no estaban contentos con el precio más alto se llevaron su negocio a otra parte.
Para algunas empresas, el aumento de las tarifas supuso incluso una mayor oportunidad de negocios. «Ver como los empleados se marchaban en 2021 nos obligó a aumentar las compensaciones con bastante rapidez», dijo a The Epoch Times Tim Brown, propietario y principal estratega de Hook Agency, negocio que ofrece servicios de marketing para contratistas y tiene su sede en Minneapolis, Minnesota. «Para mantener a nuestros mejores empleados, tuvimos que subir los precios». El alza no ahuyentó a tantos clientes como se temía; de hecho, las ventas subieron tras el aumento de precios.
El motivo del aumento de las ventas puede estar relacionado con la opinión que los clientes tienen de la empresa. «Creo que la percepción del valor subió, solo porque éramos más caros», dijo Brown.
«Cuando las empresas evitan subir los precios, siempre hay que hacer un sacrificio», señaló Hudson. «Algunas empresas rebajan la calidad de sus productos, mientras que otras se niegan a aumentar los salarios de sus empleados para seguir el ritmo de la inflación. Hay que actualizar las estrategias de precios para mantener los niveles de calidad», añadió.
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