El director ejecutivo de la Sociedad Alexander Hamilton (AHS), Gabriel Scheinmann, está decepcionado por la forma en que muchos colegios y universidades de Estados Unidos han respondido a los discursos que se han presentado en los campus, tras el ataque del 7 de octubre de la organización terrorista Hamas contra Israel.
Decenas de grupos de estudiantes de colegios y universidades han celebrado protestas y expresado su apoyo a Palestina después de que hombres armados de Hamás traspasaran la barrera entre Gaza e Israel y perpetraran brutales asesinatos y numerosos secuestros de israelíes. Algunos activistas universitarios emitieron declaraciones en las que culpan a la parte israelí de toda la violencia entre Israel y Hamás. También se ha acusado a grupos de estudiantes pro palestinos de glorificar a Hamás, incluyendo imágenes y referencias al atentado del 7 de octubre en materiales promocionales, y aplaudiendo lo que denominan la «victoria histórica» que supuso el atentado.
«Nosotros hemos visto información, francamente, de que algunos de estos grupos de estudiantes, que han emitido estas declaraciones básicamente antisemitas, de hecho siguen adelante y marchan por algunos de los centros universitarios de grupos judíos, lo que demuestra el antisemitismo explícito que se esconde tras esto», dijo el Sr. Scheinmann el lunes en una entrevista con el programa Capitol Report de NTD News.
El Sr. Scheinmann, que ha trabajado anteriormente para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y el Centro de Política Judía, dijo que muchas universidades se han negado a emitir declaraciones claras de condena contra los ataques de Hamás.
«Las universidades realmente deberían hacer un mejor trabajo para mantenerse firmes con sus comunidades judías en el campus en general, pero también con estos principios básicos de decencia humana en el campus».
El Sr. Scheinmann también argumentó que, en algunos casos, las universidades no solo han permitido que el antisemitismo prosiga sin control, sino que también han permitido la intimidación contra las voces «pro-Israel» en el campus, indicando, pero, que las amenazas explícitas contra ciertos grupos de estudiantes pueden que ocurran en raras ocasiones, y que en la mayoría de los casos los esfuerzos son más sutiles.
«Es mucho más probable que los estudiantes se encuentren, por ejemplo, con sugerencias de (…) cambien el enfoque de un acto concreto porque podría levantar pasiones, o tal vez deberían utilizar a un orador diferente porque esa persona podría ser controvertida, o tal vez deberían ser inclusivos con un orador (…) elegir el punto de vista de la otra parte para que las cosas sean equilibradas e inclusivas. O tal vez la universidad no pague por los arreglos de seguridad necesarios que puedan ocurrir», dijo a continuación. «Y esas son en realidad las formas más sutiles y a veces más insidiosas que tienen las universidades para silenciar la libertad de expresión, en particular las programaciones tipo de pro-Israel, pro-Estadounidenses de estos campus».
«Llamar a la violencia no es libertad de expresión»
A raíz de los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre, el Sr. Scheinmann dijo que muchas universidades han emitido declaraciones que «se esconden detrás del concepto de libertad de expresión», permitiendo a su vez a los activistas pro palestinos realizar eventos en el campus.
«Llamar a la violencia no es libertad de expresión, no es expresión protegida, y eso es mucho de lo que está sucediendo aquí. La deshumanización de los civiles israelíes, la justificación y glorificación del terrorismo es lo que está sucediendo».
El Sr. Scheinmann indicó que las universidades deberían poder distinguir entre personas que expresan opiniones políticas, que Israel podría no apoyar, y personas que llaman abiertamente y glorifican la violencia.
También comparó los comentarios que algunos activistas universitarios han hecho contra Israel y «el pueblo judío en general» con los de miembros del Ku Klux Klan que piden la eliminación de los afroamericanos en Estados Unidos.
«No hay absolutamente ninguna manera de que los rectores de las universidades defiendan el derecho del KKK a pedir la eliminación de los afroamericanos en este país o en cualquier otro lugar. En absoluto. Tampoco debería hacerlo, por cierto. Entonces, el problema es el doble estándar cuando se trata de preguntas sobre ataques a civiles israelíes por parte de un grupo terrorista y, en última instancia, lamentablemente, ataques a ciudadanos judíos no solo en los campus universitarios, sino en este país».
De NTD News
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