Los jefes de Estado latinoamericanos criticaron la decisión del gobierno de Ecuador de ingresar a la embajada de México en su territorio y arrestar a un solicitante de asilo, violando los protocolos internacionales que protegen a las embajadas de tales incursiones.
El viernes, la policía irrumpió en la embajada de México en Quito y detuvo al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, que se había refugiado en las instalaciones. Glas fue condenado a seis años de prisión en 2017 por un caso de corrupción. También tiene orden preventiva en otro caso. Glas afirma que está siendo perseguido políticamente por el gobierno ecuatoriano, una acusación que el gobierno rechaza. Él había solicitado asilo político en la embajada de México en diciembre, el cual le fue concedido el viernes.
Tras el allanamiento, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, criticó la medida. “Alicia Bárcena, nuestra Secretaria de Relaciones Exteriores, me acaba de informar que policías de Ecuador ingresaron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente de ese país, quien se encontraba refugiado y tramitando asilo debido a la persecución y acoso que enfrenta», dijo el Sr. Obrador en un posteo del 5 de abril.
«Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual le he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador».
Bárcena confirmó que las órdenes del presidente se cumplieron y México anunció «el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador».
Ecuador justificó sus acciones afirmando que la embajada «abusó de las inmunidades y privilegios» al albergar a su exvicepresidente. El otorgamiento de asilo diplomático por parte de México al Sr. Glas fue «contrario al marco legal convencional», dijo Ecuador en un comunicado.
Sin embargo, la justificación de Ecuador fue rechazada por los mandatarios latinoamericanos que denunciaron al país por violar los protocolos y convenciones internacionales.
El comportamiento de Ecuador «constituye una clara violación a la Convención Americana sobre Asilo Diplomático y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que, en su artículo 22, establece que los lugares de una misión diplomática son inviolables y solo pueden acceder a ellos agentes del Estado receptor con la consentimiento del Jefe de Misión», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil en un comunicado.
«La medida llevada a cabo por el gobierno ecuatoriano constituye un grave precedente, y debe ser objeto de un enérgico repudio, cualquiera que sea la justificación para su implementación. El gobierno brasileño finalmente expresa su solidaridad con el gobierno mexicano».
El presidente chileno, Gabriel Boric Font, expresó su «solidaridad» con México y calificó el allanamiento a su embajada en Ecuador como una «inaceptable violación» a la soberanía mexicana.
Xiomara Castro de Zelaya, presidenta de Honduras, dijo que el «secuestro» del Sr. Glas por parte de Ecuador constituye «un acto intolerable para la comunidad internacional, dado que ignora el histórico y fundamental derecho al asilo».
Violación de las convenciones de embajadas
La Convención Americana sobre Asilo Diplomático es un acuerdo entre los estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). Los miembros de la OEA incluyen tanto a Ecuador como a México.
El tratado deja claro que el asilo concedido en «legaciones» a personas buscadas por motivos o delitos políticos «deberá ser respetado por el Estado territorial».
Legación se refiere a «toda sede de una misión diplomática ordinaria, la residencia de los jefes de misión y los locales proporcionados por ellos para la residencia de los asilados».
Tras los acontecimientos en Ecuador, la OEA emitió un comunicado expresando «solidaridad con quienes fueron víctimas de las acciones inapropiadas que afectaron a la Embajada de México en Ecuador».
La OEA señaló que todos los Estados miembros deben acatar estrictamente las normas de la carta de la organización, que coincide con la «inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y oficinas consulares».
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 establece que los locales de las misiones diplomáticas «son inviolables». La convención prohíbe a los agentes del estado de origen ingresar a las embajadas de otras naciones ubicadas en su territorio «excepto con el consentimiento del jefe de la misión».
La justificación del gobierno ecuatoriano para su irrupción en la embajada de México representa un cambio radical con respecto a hace aproximadamente una década, cuando se había opuesto vehementemente a la violación de las convenciones sobre embajadas durante una disputa diplomática que mantuvo con el Reino Unido.
En 2012, la embajada de Ecuador concedió asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange. El Reino Unido había amenazado con entrar en la embajada para arrestar a Assange, insistiendo en que no permitiría que el fundador de Wikileaks abandonara el país.
En ese momento, el presidente ecuatoriano Rafael Correa dijo que «sería un suicidio que el Reino Unido entrara a la embajada de Ecuador. Será un mal precedente. Permitiría que las embajadas del Reino Unido sean violadas en todo el mundo».
El Sr. Glas fue vicepresidente durante la administración de Correa entre 2013 y 2017.
Mientras tanto, Washington criticó las acciones de Ecuador. «Estados Unidos condena cualquier violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y se toma muy en serio la obligación de los países anfitriones según el derecho internacional de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas», dijo el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado.
«México y Ecuador son socios fundamentales de Estados Unidos y valoramos mucho nuestras relaciones con ambos países. Alentamos a los dos países a resolver sus diferencias de acuerdo a las normas internacionales».
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