Una empresaria hispana que vio la oportunidad de ayudar a otros a superar las dificultades con el idioma logró alcanzar el éxito con su propia empresa que ahora es líder mundial en servicios lingüísticos. Pero a pesar de su agitada vida de negocios, se da un tiempo para ayudar a otros, en especial a otros latinos, a superar sus propias dificultades.
Claudia Mirza es cofundadora y directora ejecutiva del grupo empresarial Akorbi, con sede en Plano, Texas. Actualmente, la empresa es uno de los proveedores de servicios lingüísticos con sede en EE. UU. más grandes del mundo y ayudan a sus clientes a superar las barreras lingüísticas y culturales para tener éxito en el mercado global.
En entrevista con The Epoch Times, Mirza reveló cuáles son los retos más grandes que ha enfrentado en su camino al éxito, el cual no ha sido fácil.
Mirza llegó a Estados Unidos desde su natal Colombia en 1997. Su padre estuvo trabajando unos años antes de volverse residente bajo la amnistía de Ronald Reagan; así pudo traer a su esposa y posteriormente a su hija a vivir a Estados Unidos. En ese entonces, los padres de Mirza trabajaban en la agricultura y en hipódromos, cuidando caballos de carrera.
En 2003, Claudia creó Akorbi junto a su esposo Azam Mirza, tras quedarse sin trabajo, luego de que la empresa en la que laboraba cerrara tras quedar en bancarrota.
“Comenzamos haciendo traducciones. Nuestra primer traducción fue una partida de defunción. Fueron 50 dólares. Pero gracias a todos los clientes corporativos y este país tan querido, pudimos tener acceso a compañías importantes como el Metro de Dallas y compañías de seguro muy importantes en el país”, recordó.
Entendiendo al público latino
Una de las tareas de Akorbi es ayudar a grandes empresas a desarrollar sus estrategias de marketing a nivel global, para llegar al público en diferentes idiomas. Uno de esos grupos a los que se ha dirigido son los hispanos, con los cuales puede conectar especialmente y conocer más a profundidad sus necesidades.
Mirza ve un gran potencial en este grupo al que considera como “supremamente importante”, dado su poder de compra. Sin embargo, cree que en Estados Unidos, “todavía no sabemos llegarle a los latinos. Hay todavía muchas brechas desde el punto de vista del lenguaje”, explicó.
“Ser hispana en este país me ha dado esa parte bicultural”, compartió. Lo cual ha sido un ingrediente principal para lograr el éxito en sus negocios, comenzando por comprender a los hispanos y el valor de la multiculturalidad.
Ella considera que es importante para las empresa acercarse a los hispanos de una manera personalizada y esforzarse por entender este mercado para generar mayores ingresos, por ser “un mercado muy leal”.
“Los hispanos somos gente de muchos valores. Nos encanta la familia, nos encanta trabajar. Mi papá tuvo demencia y trabajó hasta el último día. Mi mamá [estuvo] toda la vida trabajando”, dijo. “No nos gusta que nos regalen nada, nos gusta trabajar. Somos orgullosos de lo que hacemos”, agregó.
Para ella, las raíces hispanas significan mucho porque le han dado “un contexto muy grande de la vida”. “Yo he vivido en guerra. Aprecio mucho la paz. Aprecio mucho el campo”, dijo.
También valora las oportunidades que ha obtenido en territorio americano y que le han permitido ser una mujer exitosa.
“Yo adoro los Estados Unidos, y todo lo que soy, ha sido por este gran país”, dijo. “Creo que podemos traerle mucho amor con nuestra cultura a los Estados Unidos”.
Pero lograr esto no ha sido fácil. Mirza ha enfrentado grandes retos. Uno de ellos fue el aspecto económico, dado el difícil acceso al capital necesario para echar a andar cualquier emprendimiento y las tasas de interés tan altas.
Otro de sus desafíos más grandes ha sido el acceso a personal del área de tecnología debido a la competencia de las grandes compañías. Explica que la mayoría de quienes trabajan en este rubro prefieren hacerlo para empresas que les brindan mayores beneficios, lo que hace difícil a algunos pequeños negocios poder salir adelante.
“Entonces estamos en una desventaja muy grande porque los pequeños negocios en los Estados Unidos por lo general no tenemos la fuerza laboral para innovar”, dijo.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, su empresa ha ido creciendo y ampliado sus servicios.
Tras dos décadas de arduos esfuerzos, ha logrado unir a intérpretes con compañías alrededor del mundo ofreciendo interpretación en 170 idiomas, además de servicios de dotación de personal. También ha incursionado en el área de la tecnología, tras la adquisición de Run My Process, una plataforma de integraciones de sistemas de procesos para empresas, además de ofrecer servicios de localización.
Actualmente Mirza tiene clientes en Australia, Japón, en diferentes lugares de Europa y Sudamérica.
Tratando de ayudar a los demás
Claudia dedica gran parte de su tiempo a ayudar a otros empresarios latinos y a los pequeños negocios en general.
“Yo quiero poder ayudar a personas con cualquier idea de negocio para que salgan adelante”, dijo. “Que se les olviden esos estereotipos, tanta cosa que tenemos, como tanto tabú de no poder salir adelante y poderles mostrar que sí podemos salir adelante en este país”, agregó.
Colabora de forma filantrópica como parte del Consejo Empresarial Hispano de EE. UU., y en el Consejo Directivo de la Organización de Mujeres Presidentas, una organización de mujeres empresarias.
También ayuda a comunidades vulnerables en Sudamérica que sufren a causa de la violencia. Están ayudando a niñas y niños interesados en la ciencia y la tecnología a visitar instalaciones de la NASA. Brinda apoyo a niños con discapacidades y al desarrollo económico de las mujeres a través de organizaciones como She is.
En medio de una vida tan movida, Mirza ha encontrado la forma de organizarse priorizando siempre a su familia, especialmente a sus dos hijos. En segundo lugar, tratando de priorizar los asuntos estratégicos para su negocio, preocupándose al mismo tiempo por “la parte humana”.
“Vamos a tener rentabilidad, pero vamos a tratar la gente bien, vamos a hacer cosas buenas, vamos a hacer cosas buenas por la humanidad”, dijo. “Porque yo pienso que las empresas crean paz y crean tolerancia”.
Mirza ha encontrado en esta vocación de servicio y ayuda para los menos favorecidos, que se suma a su rol de madre y empresaria, la forma de realizar sus propios sueños.
“Ese es mi trabajo ideal: ir alrededor del mundo [ayudando] a que las personas salgan adelante y crean en sí mismas y que sean autosuficientes; que empiecen a pensar por ellas mismas, que puedan crear sus propias empresas y darle futuro a sus hijos”, compartió.
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