La obsesión de los demócratas con las teorías conspirativas es un factor importante para que las vallas del Capitolio de Estados Unidos no se hayan retirado más de dos meses después de la intrusión en el edificio el 6 de enero, argumentó el sábado la representante Lauren Boebert (R-Colo).
«Nadie del exterior puede entrar en el Capitolio. Solo el personal y los miembros del Congreso pueden entrar en la casa del pueblo, en la capital de nuestra nación. Esto es una completa locura, que estemos manteniendo a la gente fuera del Capitolio de Estados Unidos. Claramente no hay una amenaza. No hubo nada que ocurriera el 4 de marzo. Los demócratas están obsesionados con las teorías conspirativas y no las dejan atrás», dijo Boebert en el programa Justice with Jeanine de Fox News.
«Tenemos una valla fronteriza alrededor de la casa del pueblo con kilómetros de alambre de púas y la presidenta Pelosi quiere mantenerla», dijo la representante.
La oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), no devolvió las solicitudes de comentarios sobre si apoya que la valla permanezca en su lugar indefinidamente. Ella dijo a los periodistas la semana pasada que miles de tropas de la Guardia Nacional, que están en Washington desde el 6 de enero y están patrullando las aberturas en la valla, se quedarán «el tiempo que sea necesario».
La Policía del Capitolio también solicitó la semana pasada al Pentágono que prolongue el apoyo de la Guardia más allá del 12 de marzo. La solicitud se produjo después de que la agencia dijera que había obtenido información de inteligencia que mostraba un «posible complot para irrumpir en el Capitolio por parte de un grupo miliciano identificado» para el 4 de marzo.
Un boletín de inteligencia conjunto emitido el 2 de marzo por el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional afirmó que los extremistas violentos nacionales podrían atacar el Capitolio el 4 o el 20 de marzo.
Nada terminó ocurriendo el 4 de marzo.
Varios legisladores hicieron ciertas acusaciones sobre la irrupción en el Capitolio del 6 de enero, entre ellas de que no hubo activistas Antifa implicados, aunque al menos un activista autoproclamado fue acusado por el asalto.
En ambos partidos también hay legisladores que se oponen a la valla, argumentando que está creando una atmósfera totalitaria.
«Si no vamos a usar una valla en la frontera, ¿por qué deberíamos usar una valla en el Capitolio?», dijo en febrero a The Epoch Times la representante Eleanor Holmes Norton (D.C.).
Boebert destacó que Pelosi no apoya la valla en la frontera sur a la vez que el gobierno de Biden presiona para reducir el número de deportaciones de inmigrantes ilegales.
«Si ellos aprueban la H.R. 1 en el Senado, los demócratas tendrán millones de votantes ilegales, algunos de ellos criminales, para ayudar a los demócratas a mantener su control en 2022. Yo quiero que saquen la valla, quiero que nuestra Guardia Nacional regrese a casa y que detengan esta tontería», añadió.
El 3 de marzo, los demócratas de la Cámara de Representantes aprobaron la ley H.R. 1, o Ley Para el Pueblo. El proyecto de ley promulgaría una serie de reformas en el sistema de votación. Sus perspectivas son inciertas en el Senado, donde los republicanos tienen la mitad de los escaños.
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