La estrella de la NBA LeBron James posteo el miércoles una fotografía del policía que disparó a una chica en Ohio esta semana, diciéndole al oficial: «Eres el siguiente».
El policía de Columbus Nicholas Reardon disparó a Ma’Khia Bryant, de 16 años, después de que ésta atacara a varias personas con un cuchillo el martes, según mostraron las imágenes de las cámaras corporales.
James borró más tarde el mensaje, que algunos interpretaron como una convocatoria para atacar a Reardon.
«La ira no nos hace ningún bien a ninguno de nosotros, y eso me incluye a mí. Sin embargo, la recopilación de todos los hechos y la educación sí lo hacen. Mi rabia permanece por lo que le ocurrió a esa niña. Mi solidaridad con su familia y que la justicia prevalezca», escribió en Twitter.
«Estoy muy cansado de ver a personas negras asesinadas por la policía. He quitado el tuit porque se está utilizando para crear más odio. No se trata de un solo policía, sino de todo el sistema, y siempre utilizan nuestras palabras para crear más racismo. Estoy desesperado por que se RINDAN CUENTAS», añadió.
La Orden Fraternal Nacional de Policía, que representa a más de 356,000 miembros de las fuerzas policiales, dijo que James debería haber investigado el incidente antes de postear su tuit original.
El jugador de baloncesto, «con sus vastos recursos e influencia, debería informarse y, francamente, tiene la responsabilidad de hacerlo, sobre los hechos antes de opinar», dijo el grupo.
«Esto es vergonzoso y extremadamente imprudente. El policía salvó la vida de una joven. Ninguna cantidad de gaslighting cambiará ese hecho». El gaslighting es una forma sutil de manipulación donde se pretende que la víctima llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria.
Algunos medios de comunicación y personas difundieron información errónea o falsa sobre el disparo a Bryant. Benjamin Crump, un abogado que representa a las familias de George Floyd y Daunte Wright, afirmó que Bryant estaba «desarmada». Un portavoz de Crump no devolvió una solicitud de comentarios.
Otros alegaron que los agentes de Columbus deberían haber desplegado pistolas eléctricas, en lugar de utilizar un arma.
«Tenemos una situación en Ohio en la que se debería haber utilizado una pistola paralizante y, sin embargo, se utilizó un arma de fuego», dijo Derrick Johnson, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color durante una entrevista con ABC News.
Al jefe de la policía de Columbus, Michael Woods, se le preguntó en una sesión informativa si Reardon debería haber recurrido a su pistola paralizante.
«No puedo responder específicamente a este incidente concreto, pero lo que sí puedo decir es que cuando los agentes se enfrentan a alguien que emplea la fuerza letal, la fuerza letal puede ser la respuesta del oficial», dijo Woods.
«Si no se está empleando la fuerza letal contra otra persona en ese momento, un oficial puede tener la oportunidad de tener cobertura, distancia y tiempo para utilizar una pistola paralizante. Pero si esas cosas no están presentes y se está produciendo una agresión en la que alguien podría perder la vida, el policía puede utilizar su arma de fuego para proteger a esa tercera persona», añadió.
Reardon fue puesto en licencia administrativa mientras la Oficina de Investigación Criminal de Ohio (BCI) lleva a cabo una investigación sobre el incidente.
«En definitiva, ¿era necesario que Ma’Khia Bryant muriera ayer? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Esto es un fracaso de nuestra comunidad. Algunos son culpables, pero todos somos responsables», dijo a la prensa el alcalde de Columbus, el demócrata Andrew Ginther.
«La BCI determinará si el oficial implicado se equivocó. Y si lo estaba, le haremos responsable, como hemos hecho con otros oficiales que han cometido actos indebidos penalmente, o en violación de las políticas y procedimientos de la División de Policía».
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