Wayne Krill, dueño de un negocio con sede en California, cree que la bondad viene del interior, pero que hay que despertarla y potenciarla.
Al leer “Por qué existen los seres humanos”, un artículo que el fundador de Falun Gong, el Sr. Li Hongzhi, publicó en The Epoch Times en enero, encontró conceptos y valores que son universales entre las religiones y los sistemas de creencias.
“Los principios que Li considera son consistentes con nuestras experiencias mundanas y enfatizan el valor de vivir valores positivos. Este es el mensaje del que carecemos profundamente», escribió en una carta al periódico.
La verdad, la benevolencia y la tolerancia, los principios básicos de Falun Gong, “claramente llevan a las personas a otros valores positivos, eso es lo que quieres”, dijo en una entrevista reciente con NTD, un medio de comunicación asociado a The Epoch Times.
Los valores nobles están presentes en el interior de las personas, afirma el septuagenario, y “quieren expresarse”, pero la gente no necesariamente los sigue en su vida cotidiana.
“Nuestra identidad… no es nuestro ego [o] visión del mundo… nuestra verdadera identidad es la parte divina de lo que somos”, dijo Krill. Al escuchar esa identidad, “no solo las cosas que piensas, sientes y crees, que están cubriendo eso, entonces comienzas a llegar a la verdad de inmediato”, afirmó.
“La mayoría de las religiones se basan en la verdad y la honestidad y en algún sistema de creencias subyacente, y esos sistemas están destinados a potenciar la parte de la naturaleza de lo que eres”, agregó Krill, propietario de Shotokan West Martial Arts.
Debemos aprender a poner en práctica el mensaje del Sr. Li, que está de acuerdo con otras enseñanzas espirituales, según Krill.
Pero «¿cómo capacitamos a la gente para vivir esos valores?», se preguntó.
Una forma, explicó el empresario, es a través de la influencia a lo largo del tiempo, al permitir que las personas observen «cómo potencias esos [valores] dentro de ti y de otras personas».
La otra forma, afirma, es ayudar a las personas que enfrentan un problema específico alentándolas a conectarse con sus valores internos, ya que los problemas impulsan a las personas a implementar cambios rápidos.
Esta noción coincide con la idea del Sr. Li de que el dolor y los problemas existen para que la gente mejore su carácter moral, como postula en su artículo.
“Hay tantas oportunidades y no nos hemos dado cuenta… Retaría a las personas a levantarse todos los días y pensar en el potencial que tienen en el universo hoy”, dijo Krill.
Retornando a un sistema de valores
El artículo del Sr. Li evoca un sentimiento de esperanza para Jo Breault, una extrabajadora municipal de 82 años que cree que la sociedad no va en la dirección correcta y necesita volver a un sistema de valores.
“Creo que debemos seguir las enseñanzas que son buenas para el futuro del país… [necesitamos seguir] muchos de los valores de ese artículo”, le dijo Breault, nacida en el Reino Unido pero naturalizada estadounidense, a The Epoch Times.
Criada en la Iglesia de Inglaterra, Breault dice que no es muy religiosa, pero cree en un poder superior.
«Lo fundamental para mí es que, como seres humanos, debemos distinguir el bien del mal… independientemente del camino que tomemos, es importante hacer lo correcto», afirma Breault, que también trabajó para las Fuerzas Aéreas británicas. «Los puntos principales del artículo coinciden con lo que he creído durante mucho tiempo», añadió.
“Temo por las generaciones futuras… No se les enseña lo que está bien, lo que está mal, lo que es aceptable… no les estamos enseñando de la manera correcta”, dijo Breault, quien actualmente vive en Nebraska.
Mientras leía “Por qué existen los seres humanos”, sintió que el Sr. Li entiende dónde salieron mal las cosas. “Después de la Segunda Guerra Mundial, hubo una euforia realmente maravillosa para todos. Fue un buen momento, pero también fue difícil. Y luego… después de la floración… comenzó a desmoronarse un poco”, afirmó.
Breault, cuyo esposo se desempeñó como sargento mayor en la Fuerza Aérea de EE.UU., también mencionó que el artículo del Sr. Li iluminó la esperanza para ella y otras personas que creen que podemos restaurar lo que se perdió.
«Leyendo algunas de las cosas que la gente ha dicho sobre el artículo, pensé que tenemos un núcleo básico. ¿Hay suficiente gente? ¿Somos lo bastante fuertes para hacerlo?», se preguntó.
Pero la conclusión principal del artículo es reconfortante, escribió en una carta anterior al periódico. “Básicamente, el bien eventualmente triunfará sobre el mal, pero somos responsables de nuestra propia salvación en términos simples”.
La octogenaria expresó además su deseo de profundizar en las enseñanzas de Falun Gong.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual que involucra ejercicios de meditación y enseñanzas morales basadas en tres principios: Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El Sr. Li presentó Falun Gong al público en China en 1992.
La práctica ganó popularidad en China durante la década de 1990, con estimaciones que sitúan entre 70 y 100 millones el número de sus practicantes. El régimen comunista, temiendo que el número de practicantes representara una amenaza para su control autoritario, inició una campaña radical el 20 de julio de 1999 (que continúa en la actualidad), destinada a erradicar la práctica.
Tiffany Meier y Gary Bai contribuyeron a este artículo.
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