Una supermayoría del Consejo Municipal de Nueva York ha respaldado un proyecto de ley que permitiría votar en las elecciones locales de la ciudad a los no ciudadanos que, al menos, tengan un permiso de trabajo. Sin embargo, la constitución del estado dice que solo los ciudadanos pueden votar.
A pesar de que se le ha advertido de su ilegalidad, el patrocinador del proyecto de ley está decidido a impulsarlo.
El proyecto de ley fue presentado a principios del año pasado por el concejal Ydanis Rodriguez. Finalmente, el lunes se celebró una audiencia en la comisión. El Comité de Operaciones Gubernamentales levantó la sesión sin tomar acción, lo que suele significar el fracaso de un proyecto de ley. Pero Rodriguez ha conseguido que 35 de sus colegas patrocinen el proyecto de ley. Eso le daría una supermayoría a prueba de veto en el consejo de 51 miembros. La comisión todavía puede retomar el proyecto de ley.
«No se trata de un favor, sino de que no haya impuestos sin representación», dijo Rodriguez durante la audiencia. Enmarcó el proyecto de ley como una continuación de las anteriores ampliaciones del derecho de voto, señalando que en Estados Unidos solo se permitía votar a los hombres no negros que poseían tierras antes de que el derecho de voto se ampliara a los hombres sin tierras, a los negros y a las mujeres.
«Si la gente tiene un problema con esto, que se vaya a otra ciudad o a otro país que no haya sido construido por inmigrantes», dijo.
Rodriguez, inmigrante de la República Dominicana, reconoció que sus esfuerzos para que se apruebe el proyecto de ley han sido reprendidos repetidamente por los abogados de la ciudad, que lo consideran ilegal.
«¿Puede ser objeto de una demanda?», dijo. «Probablemente. Porque también tenemos individuos de derecha en la ciudad de Nueva York que siempre se convierten en un obstáculo cuando queremos mover la agenda de los derechos de los inmigrantes en la ciudad».
Pidió al presidente del Consejo, Cory Johnson, que respalde el proyecto de ley, un patrocinio importante del que carece el proyecto.
A primera vista, el proyecto de ley no cubriría a los extranjeros ilegales, que no están autorizados a trabajar en EE. UU. Sin embargo, la mayoría de las personas que cruzan ilegalmente la frontera sur en los últimos años se entregan a las autoridades fronterizas y solicitan asilo. Si superan el examen inicial, son liberados dentro del país y se les permite obtener un permiso de trabajo hasta que los tribunales de inmigración resuelvan sus casos. Esto suele llevar años.
De este modo, los solicitantes de asilo fraudulentos que acaben siendo condenados a la deportación podrán venir a Nueva York durante un mes y votar para elegir al alcalde, al consejo municipal, al interventor de la ciudad, al defensor del pueblo y al presidente del distrito.
Recientemente, el alcalde Bill de Blasio dio la espalda al proyecto de ley, diciendo que los abogados del Ayuntamiento tienen «muy claro» que la política es ilegal.
Rodriguez señaló que una docena de municipalidades de otros estados han permitido votar a los no ciudadanos sin mucho problema. Sin embargo, ninguna municipalidad grande ha adoptado esa política, y mucho menos una de las mayores ciudades de Estados Unidos, donde los funcionarios elegidos controlan un presupuesto de casi 100,000 millones de dólares.
Algunos concejales se pronunciaron en contra del proyecto de ley.
Kalman Yeger, demócrata que representa a varios barrios del centro de Brooklyn, dijo que el consejo municipal no tiene autoridad para adoptar una política de este tipo.
«Podemos aprobar esto si queremos (…) pero la cuestión es si se convertirá en ley o no. No lo será porque será rápidamente rechazada», dijo durante la audiencia.
Pidió a los legisladores estatales que enmienden la constitución. También instó a la ciudad a pagar las tasas de los titulares de la tarjeta verde que no tienen dinero para solicitar la ciudadanía.
El candidato a la alcaldía Eric Adams, actual presidente del distrito de Brooklyn, ha apoyado el proyecto de ley.
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