TAIPEI, Taiwán— Varios miembros de la Alianza Interparlamentaria sobre China, una red internacional de legisladores preocupados por el respeto del régimen comunista por el estado de derecho y por los derechos humanos universales, hicieron un llamado de solidaridad internacional con Lituania y Taiwán, países que se enfrentan a la coerción.
Beijing armó un escándalo después que Lituania aceptó en julio que Taiwán abriera en su nación una oficina de representación con el nombre de «Taiwán». Desde entonces, el régimen comunista retiró a su embajador de Vilnius y obligó a Lituania a retirar a su embajador de China, lanzando amenazas contra la nación báltica.
Además, Beijing también decidió castigar económicamente a Lituania. Mantas Staskevicius, director del Servicio Estatal de Alimentación y Veterinaria de Lituania, declaró a The Baltic Times a fines del mes pasado que China había dejado de aprobar nuevos permisos de exportación para algunas empresas lituanas. Los ferrocarriles lituanos, de propiedad estatal, indicaron a Newsweek que varios trenes frigoríficos procedentes de China con destino a la nación báltica serían suspendidos hasta mediados de este mes.
El Partido Comunista Chino (PCCh), en el poder, considera a Taiwán como parte de su territorio y critica a los gobiernos y organizaciones internacionales por cualquier acción que se perciba sugiriendo el estatus real de Taiwán: un país independiente de facto.
«Al intimidar a Lituania, Beijing espera enviar una advertencia a las democracias de todo el mundo», dijo el senador irlandés Malcolm Byrne en un vídeo publicado por la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC). Un total de 15 miembros del IPAC intervinieron en el vídeo.
«Si Lituania es castigada por Beijing, sus aliados democráticos de todo el mundo deben estar preparados para ayudar», dijo Reinhard Bütikofer, miembro del Parlamento Europeo en representación de Alemania y presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con China.
«Taiwán tiene un papel vital que desempeñar en la comunidad internacional y todos los Estados tienen derecho a establecer relaciones con Taiwán como lo consideren oportuno», declaró Shiori Yamao, miembro de la Cámara de Representantes de Japón.
André Gattolin, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Defensa y Fuerzas Armadas del Senado de Francia, declaró: «Elogiamos el valor de los pueblos lituano y taiwanés y hacemos un llamado a los Estados democráticos de todo el mundo para que adopten una postura unida contra la diplomacia coercitiva de Beijing».
En respuesta al llamado de la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), el ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán escribió en Twitter que apreciaba el «apasionado apoyo» expresado por los miembros del IPAC.
«¡Las voces del mundo libre suenan alto y claro!», declaró el ministerio.
Hsiao Bi-khim, embajador de facto de Taiwán en Estados Unidos, también escribió en Twitter para agradecer a los miembros del IPAC «su apoyo a Lituania y Taiwán contra el acoso y la coacción de China».
Otro llamado internacional de solidaridad con Lituania y Taiwán lo emitió a finales de agosto el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, senador Bob Menendez (D-N.J.), junto con sus homólogos de más de diez países y del Parlamento Europeo. Ellos publicaron una carta abierta en la que expresaron su apoyo a Lituania para que «mantenga el rumbo actual rechazando el comportamiento agresivo de China».
A su vez el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, hablaron con el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, en agosto, para expresar su apoyo a la nación báltica.
El 10 de septiembre, Michael J. Murphy, subsecretario de Estado estadounidense en la Oficina de Asuntos Europeos y Euroasiáticos, se reunió con Landsbergis en Vilna. Según una declaración del ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania, las dos partes discutieron las oportunidades de profundizar en los lazos económicos bilaterales.
El nombre de la oficina de representación de Taiwán en Estados Unidos —que actualmente se denomina Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipei (TECRO)— también fue recientemente objeto de atención. El 11 de septiembre, el Financial Times informó de que la administración Biden estaba considerando cambiar el nombre de la misión taiwanesa por «Oficina de Representación de Taiwán», citando fuentes no identificadas.
Actualmente, Estados Unidos no es un aliado diplomático formal de Taiwán, ya que Washington cambió su reconocimiento diplomático a favor de Beijing en 1979. Desde entonces, Estados Unidos mantiene una relación no diplomática con Taiwán basada en la Ley de Relaciones con Taiwán (TRA).
El medio de comunicación estatal chino, Global Times, publicó un editorial belicista el 12 de septiembre, indicando que si el cambio de nombre se produce como sugiere el informe del Financial Times, Beijing «impondría severas sanciones económicas» a Taiwán y llevaría a cabo un «bloqueo económico» en la isla.
Además, la editorial afirma que China sobrevolaría Taiwán con aviones militares y «colocaría el espacio aéreo de la isla en zona de patrulla» de los militares chinos.
El viernes, Joanne Ou, portavoz del ministerio de Asuntos Nacionales de Taiwán, dijo a los medios locales que no tenía ningún comentario sobre el informe de Financial Times.
«El fortalecimiento y la mejora de las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos siempre ha sido el objetivo de los esfuerzos a largo plazo de nuestro gobierno», dijo Ou.
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