Un grupo bipartidista de 10 legisladores estadounidenses exigieron respuestas al asesor médico jefe de la Casa Blanca, el doctor Anthony Fauci, sobre los experimentos con perros financiados por los contribuyentes y realizados bajo el gobierno de Biden.
«Los estadounidenses de todo el espectro político se han horrorizado al saber que el dinero de sus impuestos se malgasta para subvencionar los bárbaros experimentos de los NIH [Institutos Nacionales de Salud] con cachorros de beagle», declaró al Washington Examiner la representante Nancy Mace (R-S.C.), que encabeza el grupo de republicanos y demócratas. Mace calificó los experimentos con perros de «anticuados, innecesarios y crueles».
La congresista republicana hizo pública una carta conjunta fechada el 1 de diciembre dirigida al medio de prensa, en la que el grupo destaca la atención del Congreso a los experimentos de medicamentos contra la alergia en animales, y pide a los NIH que hagan pública la información sobre sus operaciones de experimentación, incluidos los casi USD 2 millones en ensayos con cachorros que fueron cancelados.
En respuesta a la presión del Congreso y de un grupo de vigilancia, el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID), una división de los NIH, abandonó en julio un ensayo financiado por los contribuyentes que tenía previsto probar un medicamento contra la fiebre del heno en ratones, ratas y perros.
Los documentos obtenidos a través de una Ley de Libertad de Información muestran que el NIAID gastó USD 1.68 millones de fondos de los contribuyentes para experimentos con animales entre 2018 y 2019. Según la organización sin fines de lucro de vigilancia del gasto gubernamental, White Coat Waste Project, durante el experimento, la agencia federal inyectó o alimentó a la fuerza repetidamente a 44 cachorros de beagle que tenían solo entre 6 y 8 meses de edad con un medicamento experimental, mientras se les cortaban las cuerdas vocales para que no pudieran ladrar, siendo abusados en el laboratorio.
«Otras agencias federales, como la [Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.], la Agencia de Protección del Medio Ambiente y el Departamento de Asuntos de Veteranos, ya han puesto en marcha loables iniciativas para frenar las pruebas con perros y otros animales», afirmaron los legisladores en la carta.
Ellos preguntaron por el número de perros y de fondos públicos que los NIH han utilizado en los últimos cinco años para evaluar nuevos fármacos, si se han reunido con la FDA para debatir «métodos de ensayo alternativos para cumplir los requisitos normativos» y cómo animarían a sus contratistas y beneficiarios a evitar tales ensayos.
«Sin un plan aparente para reducir los ineficaces y dolorosos ensayos con perros, los NIH son un caso atípico entre sus homólogos», afirmaron. «Esto es particularmente notable dado que los NIH han reconocido con frecuencia el despilfarro que suponen los ensayos con animales».
Además de Mace, también firman la carta los representantes Greg Steube (R-Fla.), Nicole Malliotakis (R-N.Y.), Mike García (R-Calif.), Brian Fitzpatrick (R-Pa.), Brian Mast (R-Fla.), Bill Posey (R-Fla.), Young Kim (R-Calif.), Elissa Slotkin (D-Mich.) y Dina Titus (D-Nev.).
Al cierre de esta edición, los NIH no habían respondido a la solicitud de comentarios sobre la carta.
El pasado diciembre, Mace presentó la Ley de Prevención del Abuso y Despilfarro de Animales de 2021, que prohibiría a Fauci realizar o apoyar investigaciones que pudieran causar la muerte, daños irreversibles, dolor significativo o angustia a los perros.
En los últimos dos meses, White Coat Waste Project presentaron dos demandas para obligar al NIAID a entregar los registros solicitados relacionados con sus experimentos con beagles y monos.
En febrero, el grupo de vigilancia obtuvo documentos que revelaron que el NIH había gastado USD 2.3 millones en fondos de los contribuyentes para mantener perros infundidos con un «compuesto experimental» de drogas que incluía cocaína. Los datos de noviembre de 2021 revelaron que el NIAID había gastado USD 13.5 millones de los contribuyentes en experimentos consistentes en inyectar a monos diversas enfermedades infecciosas, como el ébola y el virus de Lassa, que provocan hemorragias, dolor, daños cerebrales, pérdida del control motor y fallos orgánicos.
El grupo también informó que el NIH gastó en 2020 alrededor de USD 140 millones en experimentos con animales en países extranjeros, contando con un total de 353 laboratorios en 57 países de todo el mundo que están autorizados a recibir fondos de los contribuyentes estadounidenses, incluidos países clasificados de adversarios extranjeros como China y Rusia.
Con la contribución de Matt McGregor
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