Dos importantes legisladores republicanos pidieron este lunes a la alcaldesa de Washington D. C., Muriel Bowser, que anule su orden que exige a cualquier persona de 12 años o más presentar una constancia de vacunación contra COVID-19 para entrar en muchos negocios de la capital de Estados Unidos.
«Al exigir a cualquier persona mayor de doce años que presente una constancia de vacunación para entrar en la mayoría de los establecimientos interiores del Distrito, se prohibirá a los estudiantes que no estén vacunados comer en restaurantes, reunirse en locales cerrados para asistir a conferencias, disfrutar de lugares de ocio y mucho más», escribieron (pdf) el representante James Comer (R-Ky.), miembro de mayor rango en el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, y el representante Ralph Norman (R-S.C.), principal republicano en el Subcomité de Medio Ambiente de la Cámara de Representantes, dirigiéndose a la alcaldesa demócrata, Muriel Bowser.
«Todos los estadounidenses, especialmente nuestros jóvenes, deberían ser bienvenidos al Distrito, pero su arrollador decreto los deja fuera de su capital», añadieron Comer y Norman.
Los legisladores argumentaron que debido al aumento de la variante ómicron de COVID los requisitos de vacunación no tienen sentido. Esta variante del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) ha enfermado a millones de estadounidenses que estaban vacunados.
También señalaron que la orden de vacunación de Bowser no contiene excepciones para las personas que se han recuperado de COVID-19. Los estudios demuestran que la recuperación confiere cierta protección, aunque algunos expertos afirman que las personas que tienen inmunidad natural deberían vacunarse de todos modos.
El director financiero de Washington, Fitzroy Lee, explicó a los miembros del panel de la Cámara de Representantes que aproximadamente el 20 por ciento de los ingresos de la ciudad proceden de la recaudación de impuestos sobre las ventas y el 25 por ciento de la recaudación de impuestos sobre la renta.
Los ingresos de los hoteles en Washington bajaron un 33 por ciento y los de restaurantes un 25 por ciento respecto a antes de la pandemia, añadió Lee.
Comer y Norman quieren que los funcionarios de Washington les informen sobre la orden a más tardar el 18 de enero.
El secretario de prensa de Bowser no respondió a una solicitud de comentarios.
La alcaldesa en su primer mandato anunció el decreto de vacunación justo antes de Navidad. Entre las razones declaradas para imponer los requisitos estaba que las vacunas ayudan a prevenir las hospitalizaciones, por lo que obligar a los residentes y visitantes a vacunarse llevaría a un menor número de hospitalizaciones.
«Sabemos que las órdenes de vacunación tienen la capacidad de mover a las personas que no están vacunadas a vacunarse y también sabemos que eso es un gran beneficio para la salud pública», dijo la alcaldesa citando datos de la ciudad que indican que las personas que no están vacunadas siguen teniendo un mayor riesgo de contraer COVID-19 y ser hospitalizadas.
Según el Departamento de Salud del Distrito de Colombia, la tasa de casos diarios y semanales de COVID-19 sigue aumentando incluso cuando la tasa de hospitalización disminuye. Además, la mayoría de los pacientes de los hospitales del distrito no tienen COVID-19 y el 14 por ciento de la capacidad hospitalaria sigue estando disponible.
La alcaldesa Bowser reconoció que los estudios y los datos del mundo actualmente muestran que la variante ómicron no es tan letal como la variante delta, pero añadió que «eso no significa que no sea perturbadora y eso no significa que no tengamos la responsabilidad de contenerla donde podamos».
La orden de vacunación de Washington entra en vigor el 15 de enero si no se retira. Los establecimientos que deben verificar el estado de vacunación en virtud de la orden incluyen restaurantes, juegos de bolo y gimnasios.
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