Un grupo de republicanos de la Cámara de Representantes dijo el viernes en una audiencia especial del Comité de Administración de la Cámara de Representantes que ya es hora de reabrir el Capitolio de Estados Unidos al público y despolitizar el proceso de elaboración de normas que lo mantienen cerrado durante casi dos años.
«Cuando este virus llegó por primera vez a nuestras costas, sin nuestra culpa, en la primavera de 2020, las pequeñas empresas, escuelas y oficinas se vieron obligadas a cerrar», dijo el representante Pete Stauber (R-Minn.) en la audiencia del día de los miembros del subcomité de elecciones del panel de la administración.
Stauber se refería al virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como nuevo coronavirus. El representante G.K. Butterfield (D-N.C.) es el presidente del subcomité.
«Del mismo modo, el edificio del Capitolio de Estados Unidos, los pasillos del Congreso y nuestros edificios de oficinas también fueron cerrados al público y permanecen así hace más de 21 meses. Ahora, gracias al ingenio y la perseverancia del pueblo estadounidense, nos hemos adaptado y hemos encontrado formas de reabrir, al tiempo que nos aseguramos de mantener a nuestras familias y vecinos a salvo», continuó Stauber.
«Sin embargo, un lugar que sigue cerrado para el pueblo estadounidense es la Cámara de Representantes, la Casa del Pueblo. Esto es inaceptable», dijo.
El republicano de Minnesota dijo a la comisión que «a solo cinco manzanas» del Capitolio, el Capitol One Arena abre todas las noches a multitudes de miles de aficionados de los equipos de la Liga Nacional de Hockey (NHL) de los Washington Capitals y de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) de los Washington Wizards.
«Más absurdo aún, en el lado del Senado, las restricciones son mucho más suaves e incluso se celebraron eventos de Halloween en interiores», lamentó Stauber. «Ahora hay informes de que a las oficinas del Senado se les permitirá reanudar las visitas al Capitolio, mientras que a las oficinas de la Cámara de Representantes ni siquiera se les permite recibir a grupos grandes de nuestros electores en nuestras oficinas».
En respuesta a la pandemia del virus del PCCh en abril de 2020, los funcionarios del Congreso, encabezados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), impusieron un riguroso distanciamiento social, requisitos de uso de mascarillas y una cuarentena obligatoria para los miembros de la Cámara, su personal y los empleados de operaciones del Capitolio.
Se cerró el Centro de Visitantes del Capitolio y se prohibió al público entrar en el Capitolio o en sus edificios de oficinas cercanos sin un permiso especial. Desde entonces, el acceso se ha limitado a las personas con credenciales oficiales o de los medios de comunicación.
A Stauber se le unió el representante Larry Bucshon (R-Ind.), médico, que se centró en el papel de la Oficina del Médico Adjunto (OAP), para pedir la reapertura del Capitolio.
«Como médico, me horroriza pensar que se ponga a los médicos en una posición en la que tengan que responder a presiones políticas, en lugar de establecer orientaciones basadas en hechos y conocimientos médicos. Desde mi punto de vista, esto ha ocurrido una y otra vez a lo largo de la pandemia de COVID-19 y en el proceso de toma de decisiones sobre el protocolo de seguridad aquí en la Cámara de Representantes», dijo Bucshon en la audiencia.
«Creo que esto nos ofrece una oportunidad para que este comité reexamine el papel de la Oficina del Médico Adjunto y despolitice la oficina, apartándola de la extralimitación partidista de la Oficina del Presidente [de la Cámara] , independientemente del partido político que esté en la mayoría», continuó Bucshon.
El republicano de Indiana cree que es necesario reorganizar la OAP para aislarla de los intereses políticos partidistas.
«La Oficina del Médico Adjunto se creó para ser el médico del campus y atender las necesidades médicas básicas, no para establecer protocolos de respuesta a una pandemia nacional. La oficina necesita una modernización que refleje los tiempos que corren», dijo.
«Por eso, a principios de este año presenté la H.R. 4862, la Ley de Independencia de la Oficina del Médico Adjunto, que eliminaría la posibilidad de que la presión política se ejerza sobre la Oficina del Médico Adjunto, estableciendo un marco bicameral y bipartidista, muy parecido al del Arquitecto del Capitolio que existe desde 1990, para nombrar y supervisar la Oficina del Médico Adjunto», explicó.
El proceso reformado de la OAP haría efectivo el nombramiento por un periodo de 10 años, con la posibilidad de volver a ser nombrado después.
La propuesta de Bucshon fue remitida a la comisión de administración, que desde entonces no ha hecho nada al respecto. El presidente del comité es la representante Zoe Lofgren (D-Calif.), que también forma parte del Comité Selecto para Investigar el Ataque del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos. Lofgren, que forma parte del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, también fue una de las encargadas del equipo de Impeachment de la Cámara contra el presidente Donald Trump en 2020.
También pidió en su testimonio la reapertura del Capitolio el diputado Buddy Carter (R-GA), farmacéutico jubilado, quien dijo en la audiencia que «como profesional de la salud, encuentro que las normas actuales de la Cámara relacionadas con el uso de mascarillas, las reuniones con los electores y las visitas al Capitolio son demasiado restrictivas y francamente irrespetuosas para los millones de estadounidenses a los que todos servimos».
«Los miembros del Congreso son elegidos directamente por el pueblo. Y muchos se refieren a la Cámara de Representantes como la ‘Casa del Pueblo’. Pero el pueblo, nuestros electores, no pueden visitar nuestro Capitolio para ser testigos del funcionamiento de su democracia. Se limitan a ver las audiencias y los asuntos legislativos en una pantalla, la forma más impersonal de participación con su gobierno.
«La Cámara, bajo la dirección del partido demócrata, ha dejado fuera al público. A los representantes se les prohíbe hacer visitas guiadas, los electores no pueden visitar personalmente la oficina de sus representantes sin pasar por un proceso de registro ridículamente engorroso, y olvídense de dejar que los electores visiten la Cámara».
Carter dijo que las restricciones eran necesarias al principio de la pandemia, pero «nuestros conocimientos han evolucionado. Sabemos cómo mitigar la propagación y tenemos vacunas. Así que en qué momento limitar la participación de los electores en el proceso democrático ya no tiene que ver con el virus… bueno, llegamos a ese punto hace mucho tiempo».
Dos portavoces de Pelosi no respondieron a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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