El presidente interino de Corea del Sur, Han Duck-soo, fue destituido por la Asamblea Nacional en medio de escenas caóticas. Políticos del partido gobernante protestaron por la gestión que el portavoz parlamentario hizo con la votación.
La Asamblea Nacional unicameral aprobó la moción de destitución el 27 de diciembre por 192 votos a favor y cero en contra.
Fue el último acto de un drama político que comenzó en Corea del Sur el 3 de diciembre, cuando el Presidente Yoon Suk Yeol impuso la ley marcial durante 6 horas. Fue destituido el 14 de diciembre.
Han, de 75 años y perteneciente al mismo partido conservador, el Partido del Poder Popular (PPP), fue designado para dirigir el país, pero enfureció al Partido Democrático (PD), de la oposición liberal, en la Asamblea Nacional, lo que llevó a pedir su destitución.
No hay ninguna ley que regule la destitución de un presidente interino, así que cuando el presidente de la Asamblea, Woo Won Shik, anunció que la votación sólo requeriría mayoría simple en los 300 miembros de la Asamblea, se produjo un gran revuelo, y el PPP reclamó que fuera por mayoría de dos tercios.
Cuando se anunció el resultado de la votación, que se quedó a ocho votos de la mayoría de dos tercios, muchos delegados del PPP gritaron que la votación era «¡inválida!» y exigieron la dimisión de Woo.
No se informó sobre violencia ni de heridos en la discusión.
La destitución de Han significa que será despojado de sus poderes como presidente hasta que la Corte Constitucional decida si lo destituye o lo restituye en su cargo.
El viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, será el nuevo presidente interino.
Cuando Yoon impuso la ley marcial dijo que era para superar el bloqueo político y erradicar las «fuerzas antiestatales».
Bajo su mando, los militares desplegaron fuerzas especiales en la Asamblea Nacional, la comisión electoral y la oficina de un comentarista liberal de YouTube.
Al menos 12 miembros de la Asamblea Nacional del partido de Yoon se unieron a la oposición para apoyar su destitución el 14 de diciembre.
La Corte Constitucional tiene 180 días para decidir si restituye o destituye a Yoon. Si decide destituirlo, deberán celebrarse nuevas elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
Yoon y varios miembros de su administración también se enfrentan a investigaciones penales por insurrección por su decisión de imponer la ley marcial.
Las razones de la destitución de Han son complejas, pero se había resistido a los intentos del PD de cubrir tres vacantes en la Corte Constitucional, había tratado de establecer una investigación independiente sobre el decreto de ley marcial de Yoon y había intentado introducir leyes favorables a los agricultores.
La Corte Constitucional, al igual que la Corte Suprema de Estados Unidos, es la máxima instancia judicial del país.
Escasez de jueces en la Corte Constitucional
Normalmente, la Corte Constitucional tiene nueve jueces, pero antes de la crisis de la ley marcial sólo tenía seis, lo que provocó la petición del PD de que juraran sus cargos tres nuevos magistrados.
Los jueces elegidos por el PD tenían más probabilidades de ser liberales que conservadores y, por tanto, más probabilidades de votar a favor de la destitución de Yoon.
El jueves, Han dijo que nombrar a los tres nuevos jueces iba más allá de sus competencias como presidente interino y se negó a hacerlo sin el consentimiento bipartidista.
Un portavoz del PD dijo que la negativa de Han constituía un abuso de poder.
Antes de la votación, el líder del PPP, Kwon Young-se, le dijo a la prensa que si Han era destituido podría desencadenarse una nueva crisis financiera, informó la agencia de noticias Yonhap.
El jueves, el won surcoreano, la moneda del país, se debilitó hasta su punto más bajo desde marzo de 2009, en parte debido al repunte del dólar.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo el 23 de diciembre que el vicesecretario de Estado, Kurt Campbell, se reunió el 23 de diciembre con el viceministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kim Hong Kyun, y reiteró que el compromiso de Estados Unidos con Corea del Sur es «férreo».
«Estados Unidos espera trabajar con el Presidente interino Han en toda la gama de nuestros intereses compartidos», dijo Miller en ese momento.
La residencia presidencial de Corea del Sur era, hasta 2022, un palacio conocido como la Casa Azul. Tras ser elegido presidente en 2022, Yoon optó por convertirla en un parque público y se instaló en un edificio gubernamental.
Con información de Associated Press y Reuters
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