El Departamento del Tesoro acaba de anunciar el levantamiento temporal de sanciones contra dos de las más importantes empresas controladas por el régimen de Nicolás Maduro, tras la firma de un acuerdo entre la dictadura y la oposición venezolana.
La administración Biden decidió quitar las restricciones durante seis meses a la petrolera PDVSA y Minerven, la minera de oro venezolana. También eliminó la prohibición del comercio secundario de bonos venezolanos y la deuda capital de PDVSA.
Sin embargo, la medida se revocaría en caso de que la dictadura no cumpla con los compromisos del acuerdo firmado el martes en Barbados con la oposición venezolana, que pretende garantizar unas elecciones presidenciales justas en 2024.
Esta no es una sorpresa, ya que la administración Biden había expresado anteriormente que estaría dispuesta a relajar las sanciones al régimen a cambio de “concesiones democráticas» y se especulaba desde hace unos días que pronto se aliviarían las sanciones.
Esteban Hernández, analista venezolano residente en Florida y editor en jefe de Contra Poder News, dijo a The Epoch Times que considera el reciente acuerdo como una farsa y agregó que podría significar para el régimen una forma de legitimarse a nivel internacional.
Por supuesto, hay una gran desconfianza sobre la efectividad de este acuerdo, dado el largo historial de irregularidades electorales en Venezuela.
En esta ocasión, el acuerdo no consideró la revocación de las inhabilitaciones impuestas a algunos opositores para ocupar cargos públicos, incluyendo la favorita en las próximas primarias opositoras, María Corina Machado.
Sin embargo, el subsecretario de Estado para Asuntos del hemisferio occidental, Brian Nichols, aseguró en una entrevista con Cuestión de Poder, que si no se soluciona el tema de las inhabilitaciones y la liberación de los presos políticos, el acuerdo no podría avanzar. Además, espera que la respuesta por parte de la dictadura sea rápida.
Por su parte, Hernández considera que el tema de la liberación de los más de 100 presos políticos se debió tratar incluso antes de sentarse a negociar. Y por otro lado, las autoridades del régimen no parecen tener intenciones de admitir a ningún candidato inhabilitado, ya que según ellos sería inconstitucional.
El analista no cree que el acuerdo sirva de mucho y considera que no se puede esperar un cambio real en las próximas elecciones.
Advierte que no se puede realizar un proceso electoral con “una banda de criminales” —refiriéndose a los líderes de la dictadura— que no entienden de democracia o de leyes, y por los que incluso Estados Unidos ha ofrecido una recompensa.
Una muestra es el proceso electoral anterior, que no fue reconocido por la comunidad internacional y que generó señalamientos de graves irregularidades en el proceso.ç
Estados Unidos ha cedido demasiado
Venezuela vive ahora una grave crisis humanitaria. Millones de venezolanos han dejado su país tratando de escapar de la miseria, el hambre y la represión del régimen.
A pesar de que organismos internacionales como la ONU ha reconocido las graves violaciones a los derechos humanos en país y se han hecho varios llamados a acabar con la opresión contra el pueblo venezolano, nada parece tener resultados.
Hasta ahora, lo único que parecía incomodar a la dictadura eran las sanciones impuestas por Estados Unidos y algunas por parte de la Unión Europea, afirma Hernández.
Uno de los golpes más fuertes al régimen de Maduro fueron las sanciones contra PDVSA y Minerven impuestas en 2019 por la administración Trump, que impedían las transacciones con las empresas estatales, que según Hernández, eran utilizadas para el lavado de dinero.
“Todo el mundo sabe que la tiranía de Maduro está inmiscuida en actividades ilícitas, narcotráfico, trafican otro tipo de cosas y tienen nexos con el terrorismo”, dijo.
Sin embargo, Estados Unidos está haciendo a un lado los crímenes del régimen para darle todas las facilidades y beneficios, sin demostrar siquiera que tiene la intención de cumplir sus acuerdos.
Al preguntarle sobre las posibles razones de esta decisión, Hernández dijo que, por una parte, Estados Unidos estaría buscando salir de la posición ambigua que ha mostrado con respecto a Maduro al legitimar su control sobre Venezuela, para así poder hacer negocios con el régimen de una forma “no tan oscura”.
Una de las excusas es el aumento en los precios de la gasolina, explicó. Hay grandes petroleras como Chevron presionando a la Casa Blanca para poder obtener el petróleo venezolano y beneficiarse económicamente, ya que conseguirían crudo más barato y esto contribuiría a bajar los precios del combustible.
Sin embargo, Estados Unidos podría producir ese petróleo en su propio territorio, pero las regulaciones impuestas por la actual administración hacen mucho más difícil la producción a nivel nacional, dijo el analista.
“Si eso se levantara, no hace falta este acercamiento con Venezuela”, aseguró.
Hernandez cree que Estados Unidos ya ha cedido mucho ante la dictadura, levantando sanciones y liberando individuos, incluso familiares de Nicolás Maduro. Además de iniciar un acercamiento comercial, mientras que el régimen “no ha hecho absolutamente nada” y podría pedir aún más.
Plantea que es posible que Maduro ahora esté pidiendo la liberación de Alex Saab, quien fuera su testaferro, el nexo con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) e ideólogo de la estrategia del régimen para evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos.
De hecho, Camila Fabri, la esposa de Alex Saab, fue una de las funcionarias chavistas que acudió a la reunión en Barbados y habría participado en las negociaciones.
Hernández advierte que el levantamiento de sanciones estaría mandando un mensaje muy peligroso a las tiranías y grupos terroristas enemigos de Estados Unidos. Les está diciendo que si logran mantenerse en el poder, podrán obtener beneficios más adelante.
Plantea que el ceder tanto ante un régimen que ni siquiera es una gran potencia militar o económica, muestra que Estados Unidos no puede controlar su propia región.
“El mensaje es muy claro: estamos débiles”, dijo. “Si Venezuela logró doblegar a los Estados Unidos en este estado, qué no pueden hacer Irán, Rusia o China».
Los líderes de la dictadura se han posicionado a favor de Hamas y Rusia en los conflictos armados en Israel y Ucrania, por lo que de iniciarse un conflicto entre China y Taiwán, muy probablemente se posicionarían del lado del régimen chino, explicó.
La administración Biden debería prestar atención a esto, dice, en este momento en que las preocupaciones por la seguridad nacional por las guerras y la crisis migratoria están aumentando.
Con información de Reuters
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