El Lexus LS es el “buque insignia” o –“Flash Ship” como se le conoce en inglés– del fabricante japonés. Es un auto que, en su momento, sentó pautas y de alguna forma revolucionó el segmento de autos de lujo, estableciendo una marca de primera clase, que sacudió a Mercedes-Benz en su médula y se convirtió casi de la noche a la mañana en el sedán insignia más vendido en Estados Unidos. El nombre «Lexus» comenzó a definirse como sinónimo de calidad incomparable. Los tiempos han cambiado, y si bien la marca sigue gozando de excelente reputación, las ventas de los LS han declinado con el tiempo, tendencia que Lexus aspira a revertir con la introducción de la quinta generación del LS 500 que debuto el pasado año.
Desde afuera
En comparación con el exótico coupé Lexus LC 500, los encantos del LS 500 son sutiles. Su exterior va a los límites en algunas partes, pero enseña restricción en otras. El nuevo LS, a pesar de su controvertida parrilla a la que poco a poco nos hemos acostumbrado, personifica una mejora importante en estilo en comparación con el modelo anterior. Las fotografías quizá no le hacen justicia, pero este Lexus se ve imponente (sobre todo estacionado frente a mi casa) por cualquier lado que lo mires.
Por dentro
La impresión más grata y hasta sorprendente se produce cuando abrimos las puertas de este auto. Madera real, cuero, adornos de metal y una excelente iluminación ambiental evitan que incluso los tonos oscuros como el de color vino de nuestro auto, se sientan confinados. No es extraño encontrar en muchos modelos de Lexus niveles de acabado, materiales, artesanía y diseños que bien justifican el lujo de estos autos, pero en el caso del LS 500 las expectativas son rebasadas.
Me encantan los filamentos horizontales que fluyen a través del tablero, ocultando de alguna manera las rejillas de ventilación centrales. El panel retro iluminado en el tablero del lado del pasajero es un poco lerdo. Podían haberlo utilizado para alguna función, y no simplemente como un adorno lumínico, pero se ve bien.
Los pasajeros delanteros y traseros no se quejarán del espacio, y en algunos modelos como el de nuestra prueba con el paquete ejecutivo, encontrarán más confort en el asiento trasero que delante. Con 28 posibles ajustes en los asientos delanteros y 18 en los traseros, será muy difícil que no encuentre la comodidad deseada.
Equipamiento y seguridad
El LS 2019 incluye un conjunto completo de características de seguridad de serie, incluidas advertencias de colisión frontal con frenado automático de emergencia, advertencia de salida de carril, faros delanteros automáticos y control de crucero adaptativo. Si bien no es «autoconducido», el LS también puede mantenerte en el carril de la carretera con una mínima entrada del conductor y puede seguir el auto al frente sin importar la velocidad.
Más allá de lo que se incluye, el paquete de seguridad avanzada agrega un sistema de detección de peatones con dirección activa, que puede sortear obstáculos a bajas velocidades; para 2019, se puede tener la pantalla frontal opcional sin este paquete, que muestra una gran cantidad de información en la parte inferior del parabrisas. Esta es la pantalla o HUD más grande que he encontrado jamás.
Una de las opciones disponibles es el sistema de audio de 2.400 watts Mark Levinson, una adición obligada para los amantes de la música. Controlar el audio, teléfono, algunas funciones de climatización y ajustes del auto se harán a través de una pantalla de 12.3 pulgadas del sistema de información y entretenimiento. Lastimosamente, el sistema de Lexus es complicado y difícil de operar, lo que lo convierte en uno de los peores del mercado. Apple CarPlay ya está disponible, así como la integración con Alexa de Amazon. Los que usamos Android seguimos esperando.
En la carretera
El tren de poder híbrido del LS combina un motor Atkinson V6 de 3.5 litros con dos motores eléctricos, para una salida neta del sistema de 354 caballos de fuerza. Hasta aquí todo bien, pero Lexus utiliza una transmisión única y compleja que combina una operación continuamente variable o CVT, con cuatro relaciones fijas en una sola caja de cambios. Esencialmente, son dos transmisiones atornilladas juntas en serie, que, según Lexus, da la impresión de una transmisión automática de 10 velocidades. “De buenas intenciones está empedrado el infierno”, alguien ha dicho.
En su modo de conducción Normal (también hay configuraciones Eco, Sport S y Sport S +), el V-6 se siente desconectado, y con demasiada frecuencia responde con velocidad desproporcionada con la entrada del conductor. Es tosco y hasta hace ruidos que están fuera de lugar en un automóvil de este lujo. En posición Sport o Sport +, la respuesta es más agresiva, y la transmisión parece algo más acertada colocando las marchas -no siempre- pero igualmente el motor se llega a sentir forzado y ruidoso. Además, el modo de manejo que idealizo para este tipo de autos es el de Normal, donde el paso debería ser sereno. Lexus ha construido su sólida reputación con sedanes de marcha suave e impasible, y este LS 500 híbrido dista de entrar en la categoría.
Cabe aclarar que la versión regular del LS trae un motor de doble turbo de V6 y 416 caballos, que además de ser eficiente, posiblemente lime algunas de las asperezas que hemos aquí mencionado en la versión híbrida.
En la gasolinera
El LS requiere de gasolina premium y con tracción trasera recorre 25 millas en la ciudad por cada galón de gas, y 33 en la autopista para 28 millas en manejo combinado, que disminuyen unas 2 millas como promedio en versiones con tracción total. Esto son unas 5 millas más de rendimiento por galón que la versión regular.
Para escoger
Hay tres opciones para escoger un Lexus LS, el LS 500, LS 500h que es la versión híbrida que probamos y el LS 500 F Sport. El LS 500 del 2019 comienza en los $75,450, mientras que la versión híbrida trae precio inicial de $79,960. Hay varios paquetes de asistencia como el “Lexus Safety System+ A”, que por $3,000 dólares, adiciona varias prestaciones como control crucero adaptativo, o alerta de tráfico cruzando al frente. Otras comodidades opcionales son la suspensión de aire por $1,500, o el sistema de audio Mark Levinson por $1,940.
El vecindario
El Audi A8, BMW 7 Series, Mercedes S Class o el Jaguar XJ son competencia del Lexus LS 500.
En resumen
El Lexus LS 500 entrega una experiencia de lujo y comodidad, rival de cualquiera de sus más opulentos competidores alemanes. Sin embargo, el caótico sistema de información y entretenimiento y los mencionados desatinos en la carretera de su versión híbrida quizás inclinen la balanza al Lexus LS 500 regular o incluso, a favor de algunos de sus competidores.
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