La liberación coordinada de reservas de petróleo a nivel mundial, liderada por Estados Unidos, que ha supuesto un suministro adicional de entre 70 y 80 millones de barriles de crudo, no ha alcanzado la cantidad prevista por los mercados y, según Goldman Sachs, ha resultado ser poco más que un gesto simbólico, ya que los precios mundiales del petróleo repuntaron el martes hasta un máximo de una semana.
Los analistas de Goldman Sachs esperaban que el esfuerzo realizado en conjunto con China, India, Japón, Corea del Sur y Reino Unido diera como resultado la incorporación de más de 100 millones de barriles al mercado. Por ello, el banco dijo en una nota titulada «una gota en el océano», del 23 de noviembre, que «según nuestro modelo de precios, esa liberación equivaldría a menos de 2 dólares por barril, una cifra significativamente inferior a la venta de 8 dólares por barril que se produjo desde finales de octubre».
El miércoles, el crudo estadounidense West Texas Intermediate bajaba 35 centavos a 78.15 dólares el barril a las 0031 GMT.
«Si bien nuestras acciones combinadas no resolverán el problema de los altos precios de la gasolina de la noche a la mañana, marcarán la diferencia», dijo el martes el presidente Joe Biden. «Llevará tiempo, pero antes de que pase mucho tiempo, deberían ver cómo baja el precio de la gasolina en el lugar donde llenan el depósito».
Biden ordenó liberar 50 millones de barriles de petróleo de la reserva estratégica de petróleo (SPR) del país para ayudar a calmar los crecientes precios de la energía, al parecer la mayor liberación de este tipo registrada. La Casa Blanca espera que esta acción agresiva sea un indicio de sus esfuerzos por aliviar los altos precios en los surtidores.
«No va a funcionar simplemente porque la reserva estratégica de petróleo —la reserva estratégica de petróleo de cualquier país— no está ahí para intentar manipular los precios», dijo el miércoles Stephen Schork, editor del Schork Report, en la CNBC.
La reserva estratégica de petróleo existe para compensar las interrupciones de suministro inesperadas a corto plazo. «Hay una cantidad considerable de apuestas por ahí de que experimentaremos el barril de petróleo a 100 dólares», dijo Schork, que predice que el aumento se producirá en el primer trimestre del próximo año, especialmente si el invierno en el hemisferio norte se vuelve severo.
De los 50 millones de barriles de la reserva, 32 millones se pondrán a disposición en virtud de un mecanismo de intercambio, lo que dará lugar a unas cifras globales más bajas. «El tamaño agregado de la liberación de alrededor de 70-80 mb (millones de barriles) fue menor que los más de 100 mb que el mercado había estado valorando, con la naturaleza de intercambio de la mayoría de estos barriles implica un aumento, de alrededor de 40 millones de barriles netos, aún menor en los suministros de petróleo durante 2022-23», dijo Goldman.
Aumento de la demanda mundial de petróleo
Según Donald Klepper-Smith, director de DataCore Partners, cualquier mínimo descenso en el precio del gas va a ser compensado por la calefacción de los hogares y el importante aumento de los viajes. «Esto es más bien un gesto, y además político. Lo que está impulsando este aumento de los precios es la demanda de energía porque los viajes están aumentando, así que no se va a ver un descenso en ese aspecto», dijo a CT Insider.
Se espera que los viajes de Acción de Gracias vuelvan a alcanzar los niveles anteriores a la pandemia, con casi 53.4 millones de estadounidenses, un 13% más que el año pasado, que viajarán para la celebración, según los responsables de la AAA. También se prevé un repunte de los viajes internacionales, lo que impulsará la demanda de combustible para aviones.
Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, el mundo consumirá 97.53 millones de barriles de petróleo al día en 2021, frente a los 92.42 millones del año pasado. El año que viene, la cifra superará los 100 millones.
«Es una clara señal de desesperación que esta sea la única herramienta disponible y no va a funcionar. Creo que el mercado se dará cuenta del engaño de EE. UU. en esto y es probable que veamos precios más altos en lugar de más bajos de aquí a un mes», dijo Schork.
Schork recomendó reunir a los productores de energía estadounidenses y aumentar la oferta interna para reducir gradualmente los precios hasta niveles manejables.
Los republicanos han culpado a las políticas de Biden de contribuir a la subida de los precios, incluyendo la prohibición del proyecto de oleoducto Keystone XL y la congelación de nuevos contratos de perforación de petróleo y gas en terrenos federales.
El último esfuerzo mundial para contrarrestar la postura de la OPEP de no bombear más petróleo al mercado a pesar de los altos precios podría resultar contraproducente, y podría dar lugar a un «enfrentamiento perturbador», dijeron los analistas de Eurasia Group en una nota del 22 de noviembre.
Las acciones opuestas de las potencias mundiales podrían dar lugar a un «vaivén de los precios del petróleo» y «no aliviarían la presión de los precios al consumidor ni darían a los productores la estabilidad necesaria para garantizar un suministro constante y fiable a una economía mundial que sigue lidiando con la peor pandemia en un siglo», añadieron los analistas.
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