Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de Francia durante el fin de semana para manifestarse contra el mandato gubernamental del pasaporte de vacunas contra la COVID-19 que evita que personas no vacunadas ingresen a restaurantes, bares, y realicen viajes de larga distancia.
El Ministerio del Interior de Francia dijo a Reuters que se estima que 215,000 personas han protestado, lo cual es ligeramente inferior a las 237,000 personas que se manifestaron una semana antes.
Los manifestantes solían corear “libertad”, “pass = apartheid”, “retiren su pass”, refiriéndose al pasaporte de la vacuna. Algunos ciudadanos franceses dijeron a los medios de comunicación que participaron en las manifestaciones porque los pasaportes COVID-19 limitan sus libertades y es una forma de segregar a la sociedad con fines políticos, no por razones de salud.
Multitudes marcharon en París, Niza, Marsella y otras ciudades.
Hace unas semanas, el Parlamento francés aprobó la ley de pase de salud COVID-19, la cual requiere que los ciudadanos muestren el pase en áreas públicas para demostrar que han sido vacunados o que recientemente dieron negativo para el virus. A principios de este mes, el tribunal superior del país ratificó la ley, así como una ley que ordena la vacunación COVID-19 para todos los trabajadores de la salud.
Y aunque algunos medios de comunicación afirmaron que las protestas eran parte del movimiento “anti-vax”, muchos manifestantes franceses han dicho que apoyan las vacunas pero no las restricciones.
«Estoy a favor de la vacuna y me la puse hace meses, pero no el pase de salud, que es discriminatorio», dijo un manifestante el sábado, informó The Guardian.
Unos 1600 policías se desplegaron para tres marchas separadas en París. Las autoridades no proporcionaron información sobre si hubo arrestos.
Hasta el viernes por la noche, 46.1 millones de personas en Francia, casi el 68.5 por ciento de la población, habían recibido al menos una dosis de la vacuna y más de 38.8 millones, o el 57,5 por ciento, habían recibido dos dosis.
Durante el fin de semana pasado, también hubo manifestaciones en Quebec, Canadá, que recientemente ordenaron pasaportes de vacuna COVID-19 para restaurantes, bares y gimnasios.
“Debería ser decisión de cada persona vacunarse o no. Con los pasaportes es un medio de obligarnos” a vacunarnos, dijo Veronique Whalen, de Montreal, en un comentario a France24.
Esta semana, la Ciudad de Nueva York debutará con su sistema de pasaporte de vacunas en restaurantes, gimnasios, teatros y bares, aunque ciertos datos demográficos de la ciudad tienen tasas de vacunación muy bajas. Alrededor del 67 por ciento de los neoyorquinos negros entre las edades de 18 y 44 años no han recibido dosis de ninguna vacuna COVID-19 hasta la fecha, según los datos proporcionados por la ciudad.
Con información del Associated Press.
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