El líder chino Xi Jinping se enfrentó al primer ministro Justin Trudeau el 16 de noviembre, diciendo que no debería haber «filtrado» detalles de su conversación a los medios de comunicación el día anterior.
Un video de la breve interacción de los dos líderes fue captado por los periodistas al margen de la cumbre del G20 en Bali, Indonesia.
«Todo lo que discutimos se ha filtrado a los periódicos; eso no es apropiado», dijo Xi a Trudeau a través de un intérprete.
«No es así, la forma en que se llevó a cabo la conversación. Si hay sinceridad por su parte…» Xi continuó, terminando la frase sin traducción, diciendo que «procederemos con respeto mutuo, de lo contrario el resultado será difícil de decir».
Trudeau interrumpió a Xi en ese momento y destacó la importancia de un diálogo «libre y abierto».
«Creemos en un diálogo libre y abierto y franco y eso es lo que seguiremos teniendo. Seguiremos buscando trabajar juntos de forma constructiva, pero habrá cosas en las que no estaremos de acuerdo», dijo Trudeau.
«Creemos primero las condiciones», respondió Xi a través del intérprete.
Los dos líderes se estrecharon la mano tras la breve conversación y se fueron por separado.
Trudeau habló con Xi el 15 de noviembre, y su oficina dijo más tarde que el primer ministro había planteado su preocupación por la injerencia de China en Canadá, así como los reportes de los medios de comunicación sobre las comisarías chinas no oficiales que operan en Toronto.
La oficina dijo que la pareja también había hablado sobre los lanzamientos de misiles de Corea del Norte, la invasión rusa de Ucrania, y la cumbre de la ONU sobre la biodiversidad que China está organizando en Montreal el próximo mes.
Reaccionando al hecho, David Mulroney, exembajador de Canadá en China, dijo que era una «reprimenda pública y escenificada para el líder de un estado vasallo».
Con información de Isaac Teo y The Canadian Press.
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