Ed Mullins, el jefe de la Asociación Benéfica de Sargentos del Departamento de Policía de Nueva York, renunció su cargo apenas unas horas después que agentes del FBI allanaran su casa y la sede del grupo en Manhattan.
El martes por la mañana, decenas de agentes federales fueron vistos sacando cajas de la sede del sindicato en Manhattan y cargándolas en una furgoneta como parte de una «acción policial en relación a una investigación en curso», dijo el portavoz del FBI, Martin Feely.
Feely no proporcionó detalles específicos sobre el objetivo de la investigación, pero el FBI también registró la casa de Port Washington del presidente del sindicato, Mullins, en Long Island.
La investigación podría estar examinando una posible mala gestión de fondos, informó New York Post, señalando que un alto funcionario de la policía dijo que la investigación implicaba «sospechas de fraude postal y electrónico o malversaciones de fondos de la Asociación Benéfica de Sargentos de la Policía».
Pocas horas después de las redadas, Mullins renunció a su cargo a pedido de la junta directiva del sindicato Asociación Benéfica de Sargentos de la Policía, según una carta compartida en Twitter.
La carta reconoce que «está claro que el presidente Mullins es aparentemente el objetivo de la investigación federal» y que el sindicato no tiene «ninguna razón para creer que ningún otro miembro de la Asociación Benéfica de Sargentos de la Policía (SBA) esté involucrado o sea objetivo de este asunto».
«Dada la gravedad de este asunto y la incertidumbre de su resultado, la junta ejecutiva de la SBA ha solicitado que el presidente Mullins renuncie de su cargo como presidente de la SBA. Esta tarde, el presidente Mullins aceptó presentar su renuncia como presidente de la SBA», escribió la junta.
«Como todos nosotros, Ed Mullins tiene derecho a la presunción de inocencia y le pedimos que no emita un juicio hasta que se hayan establecido todos los hechos. Sin embargo, el funcionamiento cotidiano y los importantes asuntos de la SBA no pueden verse distraídos por la existencia de esta investigación», dijo la junta.
El sindicato también señaló que estaba cooperando con la investigación y que pondría al día a sus miembros con más información a medida que ésta llegue.
Mullins dirigió la Asociación Benéfica de Sargentos desde el año 2002. El sindicato representa a unos 13,000 sargentos de policía activos y jubilados de Nueva York y controla un fondo de jubilación de 264 millones de dólares.
A menudo se le ha considerado una figura controvertida y se ha enfrentado públicamente al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio y a la dirección del Departamento de Policía de Nueva York (NYDP), y además ha sido muy directo en Twitter en relación con una serie de cuestiones.
El mes pasado se enfrentó a un procedimiento disciplinario del Departamento de Policía por violar sus directrices cuando en 2020 tuiteó el documento del NYPD relativo a la hija de De Blasio, Chiara de Blasio, quien fue detenida durante las protestas por la muerte de George Floyd mientras se encontraba bajo la custodia policial en Minneapolis.
El juicio contra Mullins comenzó el mes pasado, pero se pospuso indefinidamente después que uno de sus abogados sufriera una emergencia médica. Su abogado negó que se violaran las directrices del Departamento de Policía y argumentó que los documentos de la detención con los datos de identificación personal de Chiara, incluida su fecha de nacimiento y dirección, ya estaban publicados en Internet.
Además del procedimiento disciplinario del NYPD, Mullins, que es policía desde 1982, demandó al Departamento de Policía. Él afirma que intentaron silenciarlo como represalia por sus opiniones francas en Internet, las que han incluido afirmaciones de que los oficiales de policía estaban en guerra con los líderes de la ciudad.
Mullins reclamó el derecho de la Primera Enmienda a expresarse en nombre del sindicato, incluso en relación con un incidente en el que escribió en Twitter, que el diputado Ritchie Torres (D-N.Y.) era un «w– de primera clase» y cuando llamó a la excomisionada de Salud de la ciudad, Oxiris Barbot, «una b– con las manos manchadas de sangre».
De Blasio emitió algunas palabras para el sargento tras la noticia de su renuncia el martes.
«Ed Mullins deshonró su uniforme, su ciudad y su sindicato más veces de las que puedo contar. Era solo cuestión de tiempo que su odio infinito le alcanzara. Ese día llegó», escribió en Twitter.
Con información de The Associated Press
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