LIMA, PERÚ-Líderes de América del Norte y del Sur en la Cumbre de las Américas el 14 de abril denunciaron el uso de armas químicas por parte de Siria.
Todos los países de las Américas, excepto Bolivia y Cuba, condenaron al presidente sirio Bashar al-Assad y lo instaron a poner fin a los ataques químicos contra sus ciudadanos.
En representación de Trump en la cumbre de Lima, el vicepresidente Mike Pence, informó a los líderes sobre la acción militar del 13 de abril en Siria.
«Me complace informar que el ataque de las fuerzas estadounidenses, británicas y francesas fue efectivo, contundente y exitoso», dijo.
Criticó a Rusia por «difundir deliberadamente desinformación sobre las atroces acciones de Assad».
Países como Canadá y Colombia expresaron su apoyo al ataque aéreo dirigido por Estados Unidos contra Siria; mientras que Argentina, Brasil y Perú expresaron su preocupación por la escalada de la crisis en Oriente Medio. Bolivia y Cuba fueron los únicos países en la cumbre que condenaron a Estados Unidos y sus aliados.
Trump, que había planeado asistir a la Cumbre de las Américas, canceló su viaje unos días antes de la reunión, optando por quedarse en Washington para supervisar la respuesta estadounidense a los ataques químicos del régimen de Assad.
Treinta y tres de los 35 paises del hemisferio occidental asistieron a la octava Cumbre de las Américas en Lima-Perú, los días 13 y 14 de abril. La cumbre se celebra cada tres años.
«Presentaremos nuestra candidatura para ser anfitriones de la IX Cumbre de las Américas dentro de tres años, en 2021», dijo Pence durante la reunión.
Lucha contra la corrupción
El tema formal de la cumbre de este año fue «Gobernabilidad democrática contra la corrupción».
Todos los líderes durante la cumbre prometieron enfrentarse a la corrupción sistémica, en un momento en el que una ola de escándalos de corrupción ha estado arrasando con los gobiernos de la región.
El país anfitrión, Perú, fue el último en ser sacudido por un escándalo de soborno vinculado a la empresa constructora brasileña Odebracht, que también ha sacudido a algunos de los principales países de América Latina. El expresidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, unas semanas antes de la cumbre renunció por su papel en el escándalo. Su vicepresidente Martín Vizcarra, quien asumió el poder el mes pasado, fue el anfitrión de la cumbre.
Los líderes asistentes también expresaron su preocupación por la inmigración masiva de venezolanos a los países vecinos a medida que la crisis política y económica en el país se agudiza.
El presidente venezolano Nicolás Maduro fue excluido de la cumbre por el anfitrión Perú. Maduro insistió en que se aparecería en la cumbre de todos modos. Sin embargo, más tarde anunció que no asistiría a la reunión, llamándola «una pérdida de tiempo». Su anuncio llegó un día después que Trump cancelara su viaje a América Latina.
Los países asistentes también condenaron el asesinato de dos periodistas ecuatorianos y su chofer por parte de narcotraficantes colombianos.
El presidente ecuatoriano Lenin Moreno regresó a su país al comenzar la cumbre después que se confirmara la muerte de los rehenes el 13 de abril.
El reportero Javier Ortega, el fotógrafo Paul Rivas y el conductor Efraín Segarra, como parte de su trabajo en el diario ecuatoriano El Comercio, se encontraban en la frontera entre Ecuador y Colombia cuando fueron tomados como rehenes por excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mes pasado.
Más de mil combatientes de las FARC se negaron a desmovilizarse en el marco del acuerdo de paz del año pasado con Colombia y se unieron a grupos disidentes de narcotraficantes.
Los líderes en la Cumbre expresaron su solidaridad con el Presidente ecuatoriano y se comprometieron a luchar contra las bandas criminales y los narcotraficantes.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.