WASHINGTON. Cientos de manifestantes proaborto rodearon a un manifestante provida solitario y le gritaron durante casi un cuarto de hora.
A las 5 p. m., la protesta diaria por una opinión filtrada de la Corte Suprema sobre deshacer Roe vs Wade había crecido a unas 200 personas. La mayoría de los presentes eran mujeres jóvenes, incluidas algunas estudiantes de secundaria.
Entre los oradores, la multitud de mujeres a menudo gritaba tan fuerte que las vibraciones del sonido se sentían como una fuerza física.
Uno de los temas que más celebró la multitud fue el de las vasectomías. Un orador dijo que los hombres deberían hacerse la vasectomía. El público aplaudió a rabiar.
“¿Cuándo te hiciste la vasectomía?” La activista de Florida Kimberly Cox preguntó repetidamente al manifestante provida Mark Lee Dickson. Cox intentó seguir a Dickson y regañarlo haciéndole la misma pregunta docenas de veces seguidas.
«Si tuviera un bebé ahora mismo, me moriría. ¿Y eso a dónde dejaría a mis hijos?», dijo.
“[Improperio] hombres”, dijo una manifestante.
La protesta fue principalmente sobre la posible decisión de la Corte Suprema, pero a menudo se expandió a otros temas que tenían poco que ver con Roe vs Wade. Los oradores sacaron a relucir la transexualidad, la Enmienda de Igualdad de Derechos y una amplia variedad de otros temas.
La protesta de hoy estuvo más organizada que en días anteriores, con letreros impresos que decían «Gen-Z por los derechos reproductivos» sostenidos por muchos de los manifestantes.
Aun así, los líderes de la protesta trataron de mantener a los manifestantes concentrados en cantar juntos y escuchar a los oradores y muchos manifestantes parecían tener más rabia que disciplina.
A unos metros de la protesta principal, el manifestante provida Joe Green se sentó en una bicicleta. Estaba debatiendo con algunos manifestantes proaborto.
«Empecé a hablar casi al final sobre la eugenesia y el racismo de Margaret Sanger», dijo.
Cuando el grupo principal de manifestantes notó que él era provida, una gran ola de ellos fue hacia él gritando.
Los líderes de la protesta intentaron hacerlos retroceder.
Algunos siguieron, pero quedó un núcleo considerable.
Mientras intentaba debatir con ellos, muchos de le gritaron repetidamente y lo insultaron.
«¿Por qué no te vas [improperio]?», le gritó uno.
Un manifestante argumentó que es mejor abortar niños que hacerlos crecer para vivir patrones generacionales destructivos.
«Si dices que fuiste testigo de deficiencias en la crianza, entonces como padre hazlo mejor», dijo Green.
Los manifestantes gritaron en respuesta.
“Lárguense de aquí (improperio)”, gritó Joseph Price, con el rostro contraído por la furia.
“Amas la democracia, ¿verdad?”, le preguntó Green a Price.
“No”, respondió Price. “¡Amamos nuestros derechos!”, le gritó.
Con expresiones de rabia muchos le gritaron a Green. A veces, los gritos eran tan fuertes que los manifestantes que discutían con Green tenían que pedir silencio a gritos. Green respondía con gritos.
En lugar de participar en el debate, muchos de los manifestantes lanzaron insultos y le gritaron a Green. Algunos simplemente se limitaron a gritar sin palabras para silenciarlo.
Pero cuando describieron la discusión, los mismos manifestantes que gritaban se volvieron filosóficos.
“No solo representamos el derecho a decidir, sino también nuestros derechos y la protección de nuestros derechos”, dijo Price, momentos después de dejar de gritarle a Green. Price olía extrañamente mal.
«Sólo estoy tratando de proteger mis propios derechos y los derechos de, por ejemplo, mis amigos», dijo Cameron Belair, otra de las gritonas. Estaba tan emocionada que a veces le costaba formar una frase coherente.
Mientras hablaba, gesticulaba bruscamente con las manos, golpeando el puño contra la palma de la mano.
“Tuve un susto de embarazo cuando tenía 16 años en la escuela secundaria y consideré tirarme por las escaleras porque no tenía los recursos para abortar”, dijo Belair.
Finalmente, la multitud que rodeaba a Green lo dejó en paz.
“Son niños de Internet. Son suburbanos. No saben lo que están apoyando”, dijo Green.
Green agregó que creció en Washington y se opone al aborto porque ha visto el impacto devastador del aborto en la comunidad afroamericana de la ciudad.
“Estas personas están apoyando para que sea más fácil matar a esos niños”, dijo.
Los problemas de disciplina también se extendieron al canto.
Una de las oradoras de la protesta, la activista del Círculo de Trabajadores Noa Baron, intentó dirigir un cántico.
«¡El pueblo unido jamás será vencido!», gritó.
Pero la multitud no escuchó.
“¡El pueblo, unido, nunca se dividirá!”, respondieron muchos. Incluso después de varias rondas de cánticos, el grupo no pudo unirse detrás de un coro.
Hasta ahora, los demócratas parecen haber respaldado las protestas.
La senadora Elizabeth Warren (demócrata) habló el martes, en el primer día de protestas, ante la Corte Suprema.
«Estoy enfadada», dijo Warren. «Estoy aquí porque estoy enfadada, y estoy aquí porque el Congreso de Estados Unidos puede cambiar todo esto».
Mientras tanto, varios republicanos han dicho que la filtración de un proyecto de opinión de la Corte Suprema destruyó la integridad de la Corte.
“Politizar la Corte Suprema es extremadamente malo para el país”, dijo la representante Victoria Spartz (R-Ind.).
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