Tras algunos avances hacia la reanudación de las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza y el viaje de una delegación israelí para mantener conversaciones preliminares con mediadores qataríes, los dirigentes israelíes se disputaron la posición sobre lo que la nación podría considerar aceptable.
El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró el 7 de julio que cualquier acuerdo debe permitir a Israel seguir luchando hasta alcanzar sus objetivos bélicos. Dijo que debía prohibir el contrabando de armas a Hamás a través de la frontera egipcia de la Franja de Gaza y bloquear el regreso al norte de Gaza de miles de terroristas armados.
Dos de los socios de la coalición de derecha de Netanyahu han declarado que abandonarían la coalición, lo que podría provocar la caída del gobierno, si la guerra termina antes de que Israel haya erradicado a Hamás y liberado a los rehenes.
El jefe del mayor partido de la oposición israelí, Yair Lapid, prometió al primer ministro «una red de seguridad» para que no tenga que elegir entre liberar a los rehenes y continuar como primer ministro.
«Que haga el trato», dijo Lapid a su fracción parlamentaria en una reunión celebrada el 8 de julio. «Le prometí una red de seguridad y cumpliré esa promesa».
Citó la dificultad de hacer tal oferta, dada su oposición al Sr. Netanyahu, pero «lo más importante es traer a los rehenes a casa».
Los dos partidos de derecha de la coalición que más se oponen a un alto el fuego suman 13 escaños en la Knesset israelí de 120 escaños. El partido del Sr. Lapid tiene 24 escaños.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, miembro de la coalición y jefe de un partido que representa a los israelíes que viven en la Cisjordania ocupada —a la que se refieren como Judea y Samaria— dijo el 8 de julio que sería un gran error que Israel detuviera su ofensiva ahora.
«Hamás se está derrumbando y suplica un alto el fuego», posteó en la plataforma de medios sociales X. «Este es el momento de apretar el cuello hasta que aplastemos y quebremos al enemigo. Detenernos ahora, justo antes del final, y dejar que se recupere y vuelva a luchar contra nosotros, es una insensatez».
Durante el fin de semana, Hamás parecía haber abandonado una exigencia clave de un compromiso israelí para poner fin a la guerra como condición para que Hamás aceptara iniciar negociaciones. Hamás dijo que permitiría que esa condición se alcanzara en una primera fase de conversaciones de seis semanas. Sin embargo, el domingo, un alto cargo de Hamás declaró a la CBS que esas informaciones no eran exactas.
Los manifestantes israelíes, mientras tanto, bloquearon las carreteras, presionando para que se llegara a un acuerdo para traer a casa a los rehenes y exigiendo que Netanyahu dimitiera.
El 8 de julio, altos funcionarios estadounidenses afirmaron que sigue habiendo «brechas» entre las posiciones de Israel y Hamás.
Un alto el fuego, de producirse, sería la primera pausa en los combates desde noviembre de 2023.
La guerra comenzó cuando Hamás invadió Israel el 7 de octubre de 2023 y mató a 1200 israelíes y otros civiles, la mayoría de ellos personas desarmadas masacradas en sus casas o en el festival de música Nova. Hamás tomó como rehenes a otros 250.
Más de 100 rehenes fueron liberados durante el alto el fuego de noviembre, y algunos otros fueron liberados antes o rescatados en una redada el 8 de junio. Se cree que unos 80 siguen vivos, y se ha confirmado la muerte de 43.
Mientras continuaban los combates en la Franja de Gaza, las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) profundizaron su avance hacia la parte oriental de la ciudad de Gaza. Miles de palestinos huyeron mientras columnas de tanques avanzaban desde distintas direcciones.
La operación amplió la intervención de las IDF en una zona de la que decían haberse hecho con el control hace meses, aunque el resurgimiento de Hamás ha hecho retroceder los avances militares israelíes.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
